El área metropolitana extenderá la empresa energética de Trias a todos los municipios 

Los alcaldes exigen informes técnicos para aprobar la modificación de Tersa en junta general

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El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) está dispuesto a sacar adelante la empresa energética de Barcelona, proyecto que nace del pacto entre CiU y ERC en la capital catalana, pero con modificaciones. Fuentes del organismo supramunicipal indican que existe cierto consenso para cambiar los estatutos de Tractament i Selecció de Residus SA (Tersa), empresa pública por la que se vehicula la operación, si la producción de electricidad se repartiese entre todos los municipios.

El ejecutivo municipal liderado por Xavier Trias sacó adelante los presupuestos de 2014 con un pacto con Jordi Portabella (ERC). Los republicanos arrancaron el compromiso de poner en marcha una empresa de energía verde para abastecer la ciudad. Hace un par de semanas, con el mandato ya en sus estertores, el ayuntamiento reanudó el proyecto. No obstante, no contó con la oposición de la AMB.

Nuevos informes

La hoja de ruta trazada requiere un cambio de estatutos de Tersa, propiedad en un 60% del consistorio y en un 40% del AMB. Los alcaldes del resto de municipios –la mayoría del PSC– rechazaron la propuesta de Trias porque no tenía en cuenta los intereses de estas poblaciones. «Es tan significativo como que la planta de valorización energética, que aprovecha el procesamiento de los deshechos para generar energía eléctrica y que es piedra angular del proyecto, se encuentra en Sant Adrià de Besòs», explican fuentes de la AMB.

Al ampliarse el alcance del futuro operador municipal de energía (OME), el conflicto queda desactivado. La AMB ha pedido informes técnicos para valorar la operación. «Se aprobará en junta general pero primero se deben quemar las etapas que sean necesarias», aseguran los citados interlocutores.

 

¿Cómo será la futura empresa energética?

Hasta la fecha, Tersa –así como las otras fuentes de energía de la ciudad– vierte en la red la electricidad que produce. Posteriormente, el ayuntamiento acude a los mercados y compra la energía que necesita a través de una comercializadora. El proyecto de OME supone no vender a los mercados la energía que se produce, sino suministrarla para usos públicos. «El autoconsumo supone un gran ahorro. Para empezar, te descuentas el IVA que se aplica en la factura», añaden las citadas fuentes.

No obstante, existen problemas. La producción energética de la ciudad no es suficiente así que se debería acudir a los mercados. La ley impide que la futura OME compre energía, así que el Ayuntamiento se plantea licitar un contrato de comercializador intermediario para suplir la parte que no se consiga abarcar con los medios propios.

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