Esta conocida franquicia pide concurso de acreedores voluntario por una situación de insolvencia
En 2024 la franquicia sufrió un desplome del 87% en sus resultados respecto al ejercicio anterior
06/06/2016 Bar, bares, gente, personas, persona, hostelería, turismo en Madrid, turistas, turista, terraza, terrazas, salir, tomar algo, tomando algo, beber, bebiendo, comer, comiendo, camarero, camareros, restaurante, restaurantes, Plaza Mayor, trabajo ECONOMIA EUROPA ESPAÑA TURISMO URBANO SOCIEDAD EMPRESAS
La franquicia sevillana Mar de Gambas, reconocida en toda Andalucía por sus cervecerías especializadas en mariscos y tapas caseras, se encuentra en una encrucijada tras solicitar el concurso voluntario de acreedores debido a una situación de insolvencia insostenible.
Fundada en 2007, la empresa y otras cuatro compañías asociadas han admitido ante el Juzgado de lo Mercantil nº1 de Sevilla su incapacidad para afrontar la enorme deuda acumulada en los últimos años.
La cadena, que llegó a contar con más de 45 establecimientos y presencia en varios puntos de España, afronta así uno de los desafíos más graves de su historia.
De forma simultánea a la solicitud judicial, los responsables del grupo han presentado una oferta de rescate vinculante superior a un millón de euros por la unidad productiva.
La venta busca salvar parte del negocio y mantener viva la marca en un momento en el que el futuro de la franquicia pende de un hilo.
Por ahora permanece abierto el plazo para que otras partes interesadas presenten sus propuestas de adquisición, escenario decisivo para determinar si la cadena sevillana puede seguir operando o desaparece del mapa del sector hostelero.
Cuesta abajo tras la pandemia: concurso de acreedores
El declive de Mar de Gambas se precipitó tras la irrupción de la pandemia de Covid-19, que cambió las reglas del juego en el sector de la hostelería teniendo que sortear cuantiosas pérdidas.
En 2024, la franquicia sufrió un desplome del 87% en sus resultados respecto al ejercicio anterior, cerrando el año con apenas 3.500 euros de resultado positivo y una tesorería en números rojos con más de 20.000 euros negativos.
Los datos depositados en el Registro Mercantil dibujan una trayectoria estructurada entorno a los números rojos desde 2020.
Ese año, la empresa anotó más de 700.000 euros en pérdidas sólo en costes básicos de mercancía, y otros 220.000 euros en gastos de personal.
La situación se agravó en 2021, con un ejercicio negativo de casi 194.000 euros, marcando el inicio de una crisis que ha ido menguando las reservas de la compañía de 140.000 euros en 2020 a los escasos 3.500 euros de 2024, reflejando la erosión financiera imparable desde la pandemia.
El modelo propio de Mar de Gambas –cervecerías con catering y cocedero de marisco propio– no ha sido suficiente para contener el impacto de años turbulentos y el desgaste provocado por la crisis.
Al encarecimiento de las materias primas y el aumento de los costes operativos se suma el aumento de la competencia, todo en un escenario donde reducir precios para atraer clientes se ha vuelto cada vez más difícil.
De la expansión nacional a la supervivencia
Mar de Gambas nació como un concepto innovador en el universo de las franquicias hosteleras andaluzas, ganando notoriedad por su carta fresca y su apuesta por la gastronomía tradicional de la región.
Antes de la pandemia, la empresa contaba con más de 45 establecimientos y proyectaba alcanzar los 100 locales en 2020, con presencia fuera de Andalucía, incluyendo Madrid, donde logró implantarse en zonas de gran visibilidad y captar numerosos franquiciados.
El fundador, Manuel Alcerrica Martín, mediático por su participación en programas como ‘El jefe infiltrado’, diseñó una estrategia operativa basada en la centralización logística y un único proveedor para franquiciados, buscando reducir costes y simplificar gestiones para potenciar la rentabilidad. La fórmula empleada le permitió a Mar de Gambas obtener premios relevantes, como el galardón Andalucía Excelente 2019 a la expansión empresarial.