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Fujitsu se desprende de Denso Ten y deja al proveedor de Toyota con «una situación incierta» en 2025 

La fabricante de componentes electrónicos reconoce que su negocio en los próximos años dependerá de los contratos que cierre con empresas alejadas de la automoción

Maquinaria de Denso Ten en su fábrica del polígono Guadalhorce, en Málaga.

Maquinaria de Denso Ten en su fábrica del polígono Guadalhorce, en Málaga. Imagen: Denso Ten

Fujitsu ha culminado su salida del accionariado de Denso Ten, proveedor de componentes electrónicos para Toyota, al desprenderse del 45% de participación que aún conservaba. La operación ha dejado a la planta de Denso Ten en Málaga en una situación «bastante incierta» de cara a 2025, según reconoce la propia empresa en su último informe anual. 

La compañía japonesa había sido inicialmente propietaria del 100% de Denso Ten, reduciendo posteriormente su participación al 45% hasta completar ahora su desvinculación total. 

La principal fuente de incertidumbre procede de la finalización de ciertos productos de pantallas de vehículos (DCU), «estrella durante muchos años». Así lo ha puesto también de manifiesto en conversaciones con este periódico el director corporativo de la empresa, Alfonso González: «No les ha interesado algunas líneas que teníamos».

La compañía ha admitido además «no tener un producto alternativo que compense estas ventas», lo que «va a provocar una reducción en el volumen de negocio en los próximos años, acompañada por una reducción en la carga de trabajo y en los beneficios». 

A este factor se une el cambio de accionariado, lo que produce que «la transferencia de nuevos productos de automoción se esté ralentizando» en la filial andaluza, ubicada en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), en Málaga. 

Otras circunstancias que se han unido al panorama de Denso Ten son «el constante incremento en el precio de las materias primas y componentes electrónicos, los retrasos y perturbaciones en el transporte marítimo global al tener que evitar el canal de Suez, tarifas de energía muy altas, escasez de suministros de algunas materias primas con incrementos muy significativos en los plazos de entrega y un creciente lPC que ha repercutido en los costes laborales». 

Esperanzas puestas en los productos propios 

Para contrarrestar todo esto, la compañía liderada a nivel global por Shinichi Fujioka y a nivel local por Blanca Hermana, «está haciendo esfuerzos para compensar la caída con la incorporación de negocios propios (OEM) y utilizar el exceso de capacidad productiva». 

Con respecto a esta primera forma de estabilizar la compañía, Denso Ten ha señalado que las ventas en el último ejercicio han sido de 36,4 millones de euros, lo que está por debajo de los 52 millones presupuestados. Pero aportan el 19% de la facturación, por lo que considera que es «una línea de negocios estable y consolidada». 

Algunas de las dificultades registradas este año en el área puramente tecnológica, según el informe que ha consultado Economía Digital a través de la solución de analítica avanzada Insight View, son «la incertidumbre geopolítica» y «la falta de capacidad de montaje SMD», consistente en un método de ensamblado de componentes electrónicos. 

Estos factores han derivado que Denso Ten incumpliera en las entregas «con uno de los clientes más importantes, el israelí Arad Technologies, para el cual se fabrican contadores de agua inteligentes que a su vez vende en el mercado estadounidense». Aunque, por otro lado, según ha señalado González, desarrolla proyectos electrónicos para Airzone, equipos de plantas fotovoltaicas para la sede de Hitachi Energy en Sevilla y cargadores de coche eléctrico para la catalana Floox.

Ahorro en los costes 

La compañía con fábrica en Málaga también se ha aplicado a reducir los costes, reduciéndose en 11,6 millones los gastos en aprovisionamientos y en casi 7 millones los de explotación. El resultado financiero, por su parte, ha pasado de reflejar pérdidas de 512.000 euros a un beneficio de 976.000. 

Todo esto ha llevado a que Denso Ten haya cerrado el último ejercicio completo con un resultado neto de 14,8 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 15% con respecto a los 12,8 millones del anterior. 

No ocurre lo mismo, sin embargo, con la cifra de negocio, compuesta por las ventas de componentes electrónicos para automoción, productos OEM y cajeros bancarios (tiene como clientes a CaixaBank, BBVA y Santander), con porcentajes del 74%, 19% y 75% de total, respectivamente. 

En 2024, ha facturado 118 millones, lo que está 2 millones por debajo de lo presupuestado, siguiendo la tendencia a la baja que se inició con los 193 millones facturados en 2023. 

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