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Mercadona se suma a la petición de los supermercados de suprimir el IVA del pescado para frenar la caída del consumo

La compañía liderada por Juan Roig ha apostado por un modelo de libre servicio en pescado, con bandejas envasadas, para facilitar el acceso y aumentar las ventas

Rafael Piñero, director de relaciones externas del sector de pescado en Mercadona, durante su intervención en el congreso ‘Auténtica Premium Food’.

Rafael Piñero, director de relaciones externas del sector de pescado en Mercadona, durante su intervención en el congreso ‘Auténtica Premium Food’. Imagen: ED

Mercadona se ha sumado a la petición que el sector de la distribución hace al Gobierno para que se elimine el IVA del pescado como medida para reactivar el consumo en los hogares españoles. La compañía presidida por Juan Roug ha advertido de que la compra de dicho producto ha caído un 30% en los últimos diez años, lo que, desde su punto de vista, evidencia una desconexión generacional y un cambio de hábitos que amenaza a un alimento «esencial» de la dieta mediterránea. 

Rafael Piñero, director de relaciones externas del sector de pescado en Mercadona, ha subrayado en el congreso ‘Auténtica Premium Food’ celebrado en Sevilla que la medida «no tendría un gran impacto directo en el bolsillo del consumidor», pero sí en la percepción del producto. 

En este sentido, la cadena dirigida por Juan Roig ha explicado que la caída en el consumo responde en parte a la percepción de que el pescado es caro, especialmente entre las generaciones más jóvenes, y ha insistido en la necesidad de una comunicación en bloque del sector que devuelva atractivo a una categoría que considera vital. 

En paralelo a esta petición fiscal, la compañía valenciana ha avanzado cambios en su modelo de venta de pescado. Piñero ha detallado que Mercadona ha apostado por sustituir progresivamente la atención asistida en mostrador por el libre servicio, con producto limpio y envasado en bandeja. Según ha defendido, esta transformación permite al consumidor un acceso más directo, además de aumentar las ventas. 

Grupo Mas, Covirán e Inés Rosales

La conversación sobre el acceso a una alimentación saludable ha abierto un debate en el que también ha participado Ana Moreno, directora de marca de Inés Rosales, quien ha reclamado un mayor compromiso de la Administración para gravar los productos menos saludables, siguiendo el ejemplo de Francia. 

Ha explicado que en dicho país «a los productos menos saludables se les gravan más en impuestos», cosa que, desde su perspectiva, «deberíamos hacer nosotros también» en España. Y ha ejemplificado: «No puede costar más un bollo que una torta de aceite». 

Por su parte, Delia Pascual, directora de marketing y sostenibilidad de Grupo Mas, ha advertido de que los productos frescos han perdido cuota en volumen aunque se han mantenido en valor por la inflación. Pascual ha señalado además que los jóvenes demandan soluciones rápidas y saludables, mientras que los mayores no muestran la misma preocupación por la salud al mantener hábitos de dieta mediterránea. 

Covirán, paralelamente, ha apuntado a la necesidad de comprender mejor los cambios en la planificación de las compras. Roberto García, director de marketing, ha remarcado que el reto pasa por leer esos nuevos comportamientos y responder con programas de fidelización y experiencias de compra más personalizadas. 

Valor de los datos 

Otro tema que ha sacado a relucir Mercadona ha sido la gestión de los datos de distribución. En su caso, ha incorporado recientemente códigos QR en los productos frescos para que los clientes tengan acceso a recetas relacionadas y para conocer al proveedor sin necesidad de reetiquetar. 

Grupo Mas, por su parte, se ha declarado «millonario en datos», aunque ha reconocido que el proceso de limpieza y organización es imprescindible antes de compartirlos con los proveedores. 

Covirán, en cambio, ha admitido que se encuentra en pleno proceso de actualización. García ha explicado que la compañía acumula información en distintos departamentos desde hace dos décadas y que ahora el reto es unificarla. «El cambio que todos tenemos que hacer es dejar que los datos hablen», ha afirmado, subrayando que el objetivo es personalizar las comunicaciones y reforzar los programas de fidelización. 

Moreno, desde Inés Rosales, ha puesto la perspectiva de una pyme en este proceso. La empresa ha comenzado a explorar el canal digital para conectar con públicos más jóvenes, aunque reconoce que su capacidad de gestión de grandes volúmenes de datos es limitada. «Nosotros, como fabricante pequeño, tenemos una base de datos reducida, pero queremos que cada visitante se sienta importante», ha explicado. 

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