Podemos Andalucía hace el vacío a Yolanda Díaz en su puesta de largo

La tensión para la creación de Sumar se proyecta en la negociación de las listas del 28M, donde la fragmentación del voto de izquierdas podría hacer perder al PSOE las alcaldías de Jaén y Granada

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, llega para la sesión de tarde del debate de la moción de censura de Vox contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el profesor Ramón Tamames como candidato a la Presidencia, este martes en el Congreso de los Diputados. EFE/Juanjo Martín

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«Yolanda Díaz estuvo muy bien, tan bien como Lucía [Muñoz Dalda, diputada en el Congreso por Podemos]. Todos y cada uno de los compañeros del grupo parlamentario Unidas Podemos [que intervinieron en el debate] estuvieron muy bien y también Yolanda».

Lacónico, taxativo e incómodo. Así ha despachado este miércoles Juan Antonio Delgado, diputado de Podemos en la coalición Por Andalucía (que integran otras formaciones a la izquierda del PSOE como IU y Más País, en el Parlamento autonómico) las reiteradas preguntas de la prensa sobre la opinión que le ha merecido el discurso de la vicepresidenta segunda del Gobierno durante la moción de censura propuesta por Vox con el nonagenario profesor Ramón Tamames como candidato.

La moción ha fracasado, al igual que el intento de que Delgado ahondara en su valoración sobre el discurso de Yolanda Díaz, que se ha interpretado como la puesta de largo del programa político de Sumar, el proyecto que, al fin, presentará el próximo 2 de abril en Madrid y con el que pretende concurrir a las próximas elecciones generales.

Ya este pasado domingo, Podemos, formación que dirige Ione Belarra como secretaria general y Pablo Iglesias desde los medios, dio pistas de la frialdad con la que reciben el proyecto de Díaz en Andalucía. Ningún dirigente regional del partido morado acudió al acto que protagonizó la vicepresidenta segunda en Sevilla, al que asistieron unos mil simpatizantes de manera presencial en el Palacio de Congresos mientras otro millar se quedó fuera del recinto, sin butaca. La correa de transmisión del tándem Belarra-Iglesias funciona apenas sin fisuras en Andalucía con sus diputados.

Díaz es consciente del escenario que tiene, de ahí que en Sevilla lanzara mensajes a la conciliación, aunque sin citar nombres: «No nos quieren pensando igual, sino caminando juntas. Es difícil sumar lo distinto de personas que vienen de tradiciones diferentes, pero cuando coincidimos en el 90% del programa, tenemos que estar a la altura, vengamos de donde vengamos».

A diferencia de IU, representada en el acto de Sevilla por su portavoz Inma Nieto y su ex coordinador general, Antonio Maíllo, y de Más País Andalucía, representada por su líder, Esperanza Gómez, por parte de Podemos no estuvo presente ningún dirigente de peso orgánico. No estuvo Martina Velarde, secretaria general de Podemos en Andalucía, por encontrarse en Argentina ni tampoco el propio Juan Antonio Delgado, portavoz de esta formación en el grupo parlamentario. En el corrillo con la prensa este miércoles adujo «razones familiares».

Según deslizan fuentes de Podemos, la organización del acto reservó para los dirigentes del partido morado «tres o cuatro asientos», que ocuparon tres representantes de escasa ascendencia orgánica. Fueron Susana Hornillos, candidata a la alcaldía de Sevilla, la candidata de Valencina y la de San Juan de Aznalfarache. Se da la circunstancia que son tres municipios donde, a día de hoy, la confluencia entre Izquierda Unida y Podemos se da por resuelta.

A diferencia de otras comunidades autónomas, hay un hecho singular en Andalucía: en esta comunidad, Izquierda Unida es la fuerza histórica con implantación en todo el territorio y poder local, con más de 60 alcaldías. Podemos adolece de esta estructura, aunque, por la repercusión mediática, parezca lo contrario.

Hay otro dato significativo, de cara a las generales, Andalucía elige un total de 61 diputados, la comunidad que más escaños reparte entre las distintas candidaturas que se presenten a las generales. Sin Andalucía, se suele decir desde antiguo, no se llega a Moncloa.

El PSOE depende de las izquierdas para Sevilla, Huelva, Granada y Jaén

Frente a los medios, a día de hoy, la cúpula de Podemos no ha desvelado si participará o no del proyecto Sumar, del que las negociaciones para la listas de confluencia de cara a las elecciones municipales del 28M está sirviendo de ensayo y escenificación de las diferencias que desde Madrid se arrastran a los territorios.

Más allá de la lectura que los simpatizantes de este espacio puedan realizar de la conveniencia electoral de esta evidente falta de sintonía, hay otro partido preocupado en extremo por esta situación: el PSOE.

En la actualidad, los socialistas gobiernan en cuatro capitales, Sevilla, Huelva, Jaén y Granada. De ellas, a día de hoy, sólo en la capital hispalense hay un gran acuerdo de las izquierdas, esto es, una lista unitaria para IU, Podemos y Más País, partido que rectificó y se sumó al acuerdo después, según algunas voces por el empeño personal de Íñigo Errejón.

En Huelva también habría acuerdo de IU y Podemos (Más País no tendría peso en esta capital) pero sin embargo las izquierdas siguen sin ponerse de acuerdo en Granada y Jaén. La fragmentación del voto de izquierdas en estas dos capitales, sumado al viento a favor del PP en los territorios gracias a la marca Juanma Moreno, podría dejar sin alcaldía a Paco Cuenca, en Granada, y a Julio Millán, en Jaén. Tampoco hay acuerdo en Málaga, pero parece improbable que ni siquiera la suma de PSOE y todas las izquierdas logren derrocar al veterano Francisco de la Torre (PP) de la alcaldía.

La pérdida de algunas de las capitales sería letal para el PSOE de Andalucía, que adía de hoy controla 6 de las 8 diputaciones y con ellas el pulmón económico de la estructura socialista, que alcanza los dos mil millones de euros en el ejercicio 2023.

Por otro lado, hay un aparente acuerdo en listas comunes de la izquierda en Córdoba -bajo la marca Hacemos Córdoba-, ciudad gobernada por el PP. El caso de Almería es similar y las izquierdas concurren con una marca común. Ocurre lo mismo en otros grandes municipios, como Marbella, donde hay confluencia de las izquierdas pero gobierna el PP.

Caso aparte es el de Cádiz: actualmente gobierna Adelante Andalucía, el partido de Teresa Rodríguez, por el que se presenta David de la Cruz, sucesor de José María González Kichi. En principio, en esta capital, habrá también una misma marca, Izquierda Gaditana, bajo la que concurrirá IU, Podemos, Más País y Ganar Cádiz.

Las negociaciones del 28M, reflejo de las tensiones con Sumar

En declaraciones a la prensa este miércoles, la ministra de Igualdad y dirigente de Podemos, Irene Montero, ha recordado que la integración de Podemos en Sumar pasa por un proceso de primarias: «Ya les hemos dicho que lo que hemos propuesto a Yolanda es que llegue a un acuerdo. El partido que Yolanda está montando junto al PCE o Más Madrid es diferente a Podemos, pero queremos ir juntas a las elecciones y para eso necesitamos un acuerdo, unas primarias que nos permitan ir juntos».

Por extensión, en los territorios, y concretamente en Andalucía, los dirigentes de Podemos evitan pronunciarse sobre los «conflictos internos» que vive el proceso orgánico «de este espacio político», por usar los términos que ha empleado Delgado en la rueda de prensa que ha concedido en el Parlamento andaluz, comparecencia que ha dado en calidad de representante de la coalición, «y no a título personal como diputado de Podemos». La rueda de prensa de este miércoles ha sido la primera que concede en la cámara desde las pasadas elecciones autonómicas, hace nueve meses.

Es fácil perderse en la crónica interna y el serial de episodios que acumula la relación de las distintas facciones que representan, desde el punto de vista teórico, el mismo segmento ideológico. El más evidente fue la negociación para la candidatura de las pasadas elecciones autonómicas, del 19J, que se resolvió in extremis bajo el paraguas de la marca Por Andalucía, que se quedó en 5 diputados.

Aquel proceso, derivó en una candidatura bendecida por Yolanda Díaz encabezada por IU en la que Podemos tensionó la cuerda hasta última hora, tanto que el partido morado no llegó a tiempo al registro y los tres diputados que consiguieron escaño en el Parlamento, legalmente, son independientes dentro del grupo parlamentario donde son mayoría: los otros dos escaños son para Inma Nieto (IU) y Esperanza Gómez (Más País).

Nueve meses después de aquellas elecciones, el diálogo en el seno de este grupo parlamentario (espacio que llegó a tener 17 diputados tras las autonómicas de 2018) no está resuelto y son más que evidentes la falta de sintonía que se dispensan.

«No voy a hablar mal [de IU, de Yolanda Díaz]», ha dicho Juan Antonio Delgado, de Podemos, ante los micrófonos de la rueda de prensa.

Por ahora, no parece que contemple tampoco hablar bien en público.

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