Así fue la presentación del Atlas de la Empresa Comprometida de Euskadi: «Si no mides, no puedes mejorar»

Empresas e instituciones se reúnen en Bilbao bajo el convencimiento de que la sostenibilidad se ha convertido en un "vector de competitividad" y de que el reto de construir un futuro mejor debe implicar a todos, de la sociedad civil a las empresas

Un momento de la intervención de Marcelino Fernández Mallo, director técnico del Atlas de la Empresa Comprometida de Euskadi, acompañado de María Garayo, directora del Atlas de la Empresa Comprometida de Euskadi; Juan García, CEO de Grupo Economía Digital; Asier Aranbarri, director de Innovación Social del Gobierno vasco; y Jabier Larrañaga, director de Empresas de Kutxabank / ED

Un momento de la intervención de Marcelino Fernández Mallo, director técnico del Atlas de la Empresa Comprometida de Euskadi, acompañado de María Garayo, directora del Atlas de la Empresa Comprometida de Euskadi; Juan García, CEO de Grupo Economía Digital; Asier Aranbarri, director de Innovación Social del Gobierno vasco; y Jabier Larrañaga, director de Empresas de Kutxabank / ED

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Bilbao concedió un día soleado en medio del invierno para la presentación del Atlas de la Empresa Comprometida de Euskadi, el proyecto impulsado por Economía Digital y Sofiver como muestra, también, de compromiso: el periodístico, el medioambiental y el de ayudar a construir «un mundo mejor», como exhortó Asier Aranbarri, el director de Innovación Social del Gobierno vasco, quien participó en el acto. La Sala BBK acogió a representantes de empresas e instituciones movidos por la iniciativa de medir y poner en valor los esfuerzos del tejido empresarial vasco por crear riqueza sostenible, entendida bajo los criterios ESG. Lo dijo María Garayo, directora del Atlas, en la apertura del acto: «El objetivo es promover, medir y divulgar la sostenibilidad de las empresas«.

La primera edición del proyecto en Euskadi requirió la verbalización de este compromiso en todos los ámbitos. «Actualmente, no basta con que un periódico sea un periódico. Estamos convencidos de que tenemos que ampliar nuestra función principal, que es la de dar noticias, trabajando codo con codo con otros profesionales», señaló el CEO de Grupo Economía Digital, Juan García, parafraseando a una directiva de Financial Times.

García explicó que el Atlas es un análisis de la implicación en los objetivos que «la propia sociedad se ha dado» y María Garayo remachó: «Estamos viendo que el concepto de sostenibilidad se usa para todo, a veces, sin sentido. En el Atlas abordamos esta cuestión en base a tres principios: es un proceso de transformación económico, que tiene la sostenibilidad y digitalización como palancas; cambia el rol de las empresas, que ya no es solo el desarrollo de su negocio, sino también que contribuyan a la mitigación de los impactos de su actividad; y la sostenibilidad se convierte en un vector competitivo«.

El estudio habita en el proceso de transformación hacia una economía nueva. Lo mira desde una perspectiva multisectorial. Y va de grandes grupos a pymes. Incluso de start-ups que han focalizado su innovación en la sostenibilidad y han querido participar en la primera edición del Atlas, una prueba más de que no solo se habla de medio ambiente, sino también de competitividad y de valor añadido. Porque en el fondo, «si no mides, no puedes mejorar», como dijo Garayo, poniendo en valor el «doble mérito» de las pymes, con menos medios y recursos que las grandes compañías.

El mundo que viene y se nos echa encima

El director técnico del Atlas de la Empresa Comprometida de Euskadi, el economista Marcelino Fernández Mallo, está convencido de que vivimos un «cambio de paradigma». Y esto afecta de lleno a los equipos directivos de las compañías. «El concepto de productividad deja paso al de sostenibilidad. Y esto es un esfuerzo mental a nivel de empresa tremendo. La proximidad gana terreno. La globalización hace tiempo era un dogma y ahora hablamos de la competitividad local, de la gestión local y de la proximidad», argumentó.

Fernández Mallo es claro en su enfoque: «No podemos quedarnos en la visión miope de la sostenibilidad equiparada al medio ambiente», como bien muestra el Atlas y nos recuerda cada informe que emana de la Unión Europea. En el fondo, el estudio de Economía Digital y Sofiver analiza la implicación local de un pacto global. Y es un pacto exigente. «Necesitamos incrementar el foco en el control de las emisiones, que es uno de los meollos de la cuestión. Ya están aquí los grandes objetivos de la UE: en 2030, un 55% de reducción de las emisiones; en 2040, un 90% de reducción de emisiones», recordó el economista.

De izquierda a derecha, Marcelino Fernández Mallo, director técnico del Atlas de la Empresa Comprometida de Euskadi; Jabier Larrañaga, director de Empresas de Kutxabank; María Garayo, directora del Atlas y de la consultora Sofiver; Juan García, CEO de Grupo Economía Digital; y Asier Arambarri, director de Innovación Social del Gobierno vasco
De izquierda a derecha, Marcelino Fernández Mallo, director técnico del Atlas de la Empresa Comprometida de Euskadi; Jabier Larrañaga, director de Empresas de Kutxabank; María Garayo, directora del Atlas y de la consultora Sofiver; Juan García, CEO de Grupo Economía Digital; y Asier Arambarri, director de Innovación Social del Gobierno vasco

No es alarmista el director técnico del Atlas, al fin y al cabo, las empresas vascas analizadas parten de un aprobado, están haciendo las cosas bien, pero insta a acelerar el proceso. No basta con llegar, hay que hacerlo en tiempo y forma.

¿Cómo implicar a la sociedad civil?

La presentación también dejó claro que la sostenibilidad es una tarea de todos, de las empresas a la sociedad civil. «La ciudadanía, en general, no está organizada, no participa en asociaciones u organizaciones, y participa en las empresas hasta cierto punto, con su trabajo. Tenemos que ir bastante más allá, por eso me gusta el concepto de empresa comprometida. Al final, si nos comprometemos todos desde el punto de vista de las instituciones, desde lo social y lo personal, es cuando generamos comunidad. Eso es lo que nos hace falta, crear una verdadera comunidad donde todos tengamos algo que aportar, todos tengamos una visión de conjunto y todos podamos remar en la misma dirección«, razonó Aranbarri.

Y Kutxabank dejó claro que estará ahí para apoyar. “Nos sentimos en la obligación de hacer este acompañamiento y pedagogía con las empresas para poder ayudarlas. Y nos preocupan sobre todo las pequeñas empresas», aseveró Jabier Larrañaga, director de Empresas de la entidad financiera. Su mensaje fue también una determinación del propio banco: «Solo hay una forma de sacar adelante los retos, de forma colaborativa, con las instituciones y las empresas”.

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