Unidad en la presentación del Atlas de la Empresa Comprometida de Euskadi: “Dejemos a las próximas generaciones un mundo mejor”

Las empresas vascas destacan por su compromiso ambiental, la formación de personal y la expansión internacional, pero tienen margen de mejora en igualdad y transparencia, según los resultados de la primera edición del proyecto impulsado por Economía Digital y Sofiver

El CEO de Grupo Economía Digital, Juan García, durante la presentación del Atlas de la Empresa Comprometida de Euskadi

El CEO de Grupo Economía Digital, Juan García, durante la presentación del Atlas de la Empresa Comprometida de Euskadi

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El Atlas de la Empresa Comprometida de Euskadi se presentó este martes en la sala BBK de Bilbao ante un auditorio compartido por representantes empresariales, institucionales y políticos que tienen en común el compromiso con la sostenibilidad y el convencimiento de que la actividad económica debe generar un impacto en el conjunto de la sociedad. Esa determinación está detrás de la alianza entre Economía Digital y la consultora vasca Sofiver que permitió la puesta en marcha de la primera edición del estudio, en el que participaron 47 empresas, que suman una facturación global de 31.060 millones de euros en el año 2022, una cifra equivalente al 39,14% del PIB de Euskadi, y dan empleo directo a 135.115 personas.

El acto de este martes sirvió para presentar los resultados del Atlas de la Empresa Comprometida de Euskadi, que muestra una elevada preocupación del tejido empresarial vasco por la sostenibilidad. De hecho, el 91% de las empresas participantes cuentan con una elevada planificación de la gestión ambiental, mediante la implantación de medidas para minimizar el impacto de su actividad en el medio ambiente. Así lo destacan las cifras expuestas por el economista Marcelino Fernández Mallo, director técnico del Atlas, quien destacó también los esfuerzos de las empresas vascas por implantar procesos de economía circular. El 93% declara que promueve la prolongación del ciclo de vida de los productos; el 71% apuesta por el diseño de productos que sean duraderos, reparables y reciclables; el 70% busca minimizar la generación de residuos y maximizar su valor mediante sistemas de reciclaje eficientes; y el 63% exige a sus proveedores que reduzca el uso de plásticos y materiales no reciclables.

Compromiso periodístico

Juan García, el CEO de Grupo Economía Digital, destacó que el Atlas de la Empresa Comprometida de Euskadi es «un análisis en profundidad de la implicación y el compromiso de las empresas vascas con los objetivos que la propia sociedad se ha marcado». El editor de cabeceras como Economía Digital –uno de los medios digitales nativos de información económica y financiera más leídos de España–, Finanzas o la revista Inversión, señaló que la presentación del proyecto responde también al compromiso periodístico del grupo de medios.

«Decía recientemente una directiva de Financial Times que, actualmente, no basta con que un periódico sea un periódico. Estoy de acuerdo. En el Grupo Economía Digital estamos convencidos de que tenemos que ampliar nuestra función principal, que es la de dar noticias, trabajando codo con codo con otros profesionales para ofrecer a la sociedad herramientas de análisis y escrutinio que aporten datos que objetiven realidades y permitan estructurar la información», expuso.

De izquierda a derecha, Marcelino Fernández Mallo, Jabier Larrañaga, María Garayo, Juan García y Asier Aranbarri / ED

Aprobado, con margen de mejora

El Atlas de la Empresa Comprometida de Euskadi realiza una medición objetiva de los esfuerzos de las empresas para generar riqueza sostenible, entendida bajo los criterios ESG, vertebrando sus conclusiones en cuatro grandes áreas: buen gobierno, medio ambiente, entorno y personas. Las empresas vascas destacaron en esta primera edición por sus resultados en medio ambiente, especialmente por las políticas de reducción de emisiones, la implantación de proyectos de economía circular o el uso de energías renovables.

María Garayo, directora del Atlas de la Empresa Comprometida de Euskadi, apuntó en su intervención que el compromiso con estas áreas es mayor en función del tamaño, pero advirtió que hay un «avance decidido de las pymes» en cada una de las categorías. Además, apuntó a que estos avances se producen «de manera equilibrada» en cada una de las categorías, que obtienen similares puntuaciones en el estudio. La directora del Atlas y socia de Sofiver advirtió que este proyecto no tiene nada que ver con «un ranking de empresas». Al contrario, pretende convertirse en una herramienta útil para poner en valor y extender las mejores prácticas empresariales en sostenibilidad, transparencia o impacto positivo en el territorio y las personas.

En esta línea, Marcelino Fernández Mallo destacó que el Atlas aborda la “sostenibilidad en un sentido amplio, incorporando conceptos como el buen gobierno y la transparencia, la relación con el entorno próximo y la consideración a las personas”.

Respecto a las conclusiones del Atlas, destacó las fortalezas de las empresas vascas en la formación del personal, la expansión en mercados exteriores y la concentración de sus plantillas en Euskadi, además de la planificación de la gestión ambiental y la implantación de la economía circular. Sin embargo, apuntó a la necesidad de mejorar en “transparencia, gestión del agua, integración de las personas con discapacidad, uso del euskera o control de las emisiones contaminantes”, según explicó el economista.

El reto de las cinco ‘ces’ de Asier Aranbarri

El director de Innovación Social del Gobierno vasco, Asier Aranbarri, abordó los retos que suponen para las empresas y la sociedad los objetivos de la Agenda 2030, poniendo en valor lo que denominó las ‘5 ces’: común, contrato, colaboración, compromiso y comunidad.

“Hay una agenda común que nos ayudará a configurar un nuevo contrato social, una reconciliación con la naturaleza”, dijo Aramberri, destacando que en Euskadi se han dado pasos para esta reconciliación. Respecto a la segunda, el contrato, apeló a un nuevo “contrato con las instituciones” para desarrollar una línea de trabajo que está ligada a la tercera pata, la “colaboración público-privada”. El director de Innovación Social advirtió, sin embargo, que este contrato tiene que tener un sentido amplio y también intergeneracional.

Asier Aranbarri, director de Innovación Social del Gobierno vasco, durante su intervención / ED

Necesitamos una sociedad comprometida, con la Agenda 2030 y con los objetivos de desarrollo sostenible y que miremos hacia el futuro y dejemos a las generaciones venideras un mundo mejor. Aunque suene obvio, hay que recalcarlo”, dijo Aranbarri para justificar la importancia que otorga al compromiso y a las empresas comprometidas. “No debe de caer todo el peso en las instituciones, tenemos que incorporar a la sociedad civil, a las empresas”, proclamó.

Finalmente, señaló que también es necesaria una colaboración y organización entre instituciones y contar con más espacios de comunicación. “Hay que incorporar el saber de la sociedad siguiendo una agenda común”, es decir, crear comunidad.

Jabier Larrañaga: “Los retos solo se pueden sacar adelante colaborando”

El responsable de Empresas de Kutxabank, Jabier Larrañaga, aseguró que el banco tiene presente “todos los conceptos que aparecen el Atlas”, algo que está, según dijo, en el origen de la propia entidad financiera. “Los beneficios revierten en la sociedad. El modelo de negocio está muy arraigado y comprometido, ayudamos a que se cumplan proyectos de vida, también proyectos empresariales”, destacó.

El director de Empresas de Kutxabank, Jabier Larrañaga

Larrañaga expuso la labor de Kutxabank en materia de sostenibilidad, con una política integrada por 21 iniciativas que, entre otras cuestiones, permitieron reducir su huella de carbono en un 80%. “Fuimos el primer banco en firmar un contrato de energía renovable”, recordó.

El director de Empresas de Kutxabank advirtió que el cliente valora cada vez más la sostenibilidad, pero matizó que también es un convencimiento de la propia entidad, y no solo de puertas adentro. “Nos sentimos en la obligación de hacer este acompañamiento y pedagogía con las empresas para poder ayudarlas. Y nos preocupan sobre todo las pequeñas empresas. Las pequeñas empresas no tienen los equipos que tienen las grandes y nosotros les tenemos que ayudar para sigan siendo punteras y estén a la cabeza. Solo hay una forma de sacar adelante los retos, de forma colaborativa, con las instituciones y las empresas”, concluyó.

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