Colau se cobra la revancha contra Cabify

El AMB aprueba el reglamento al dictado del taxi, con el que obliga a las VTC a contratar sus servicios con una hora de antelación

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Ada Colau se comprometió en enero con los taxistas de Barcelona a aprobar un reglamento contra las VTC (Uber y Cabify) más restrictivo que el aprobado por la Generalitat de Cataluña.

Ahora, tres meses después de que el colectivo de taxistas diera por buena la promesa de la alcaldesa de Barcelona, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), ente que también preside Colau, da el paso: las VTC no se deberán contratar con 15 minutos de antelación, sino con una hora. 

La normativa ha sido aprobada con los votos del partido de Colau, Catalunya en Comú, junto con el PSC y la CUP. Se han abstenido ERC y Junts Per Catalunya, mientras que Ciudadanos y el Partido Popular han votado en contra. A partir de este martes se abre un periodo de un mes hasta la entrada en vigor.

Claves de la normativa Colau contra Cabify

El aumento de este intervalo de tiempo rompe todavía más el modelo de negocio de las plataformas digitales, que ya sufrieron con el real decreto de la Generalitat. Uber abandonó Barcelona y Cabify se marchó para más tarde volver con una treta legal con la que no cumplir los 15 minutos de antelación y un giro en su modelo de negocio. 

Además, la normativa de precontratación, tal y como está articulada, va dirigida a Cabify. En la documentación consultada, el AMB remarca que la hora de antelación se debe realizar «entre la contratación y la prestación efectiva del servicio».

Texto definitivo del AMB.

¿Por qué esto afecta a Cabify? Porque la plataforma española utiliza un vacío legal del Govern. Burla la normativa autonómica al establecer un contrato anual con los usuarios, en el que los 15 minutos únicamente empiezan a contar a partir de la firma de dicho contrato. Una vez transcurridos, se pueden solicitar los viajes sin ninguna diferencia respecto a la operativa anterior al decreto de la Generalitat.  

«La compañía está a la espera de conocer en detalle el texto del Reglamento una vez sea publicado», explican desde Cabify a Economía Digital. «Cabify quiere sumarse al diálogo con la administración de forma constructiva pero, al mismo tiempo, reitera su posición contraria a cualquier limitación del sector injustificada, desproporcionada y que pueda ser contraria a derecho», añaden.

La nueva normativa de Colau afectará también a plataformas que han aparecido recientemente, como Social Car, que sí cumple con los 15 minutos de espera por cada viaje que contratan los usuarios. 

Camino de los tribunales

La normativa del AMB está condenada a resolverse en los tribunales. Fuentes de la patronal de las VTC, Unauto, explican a Economía Digital que estudian recurrir el texto ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). 

Unauto ya tumbó a Colau ante la justicia hace casi un año. En aquella ocasión, la alcaldesa de Barcelona aprobó un reglamento por el que se debía solicitar una licencia extra VTC, que a la postre estaban limitadas por número, lo que dejaba fuera al grueso de tenedores de licencias que se había incorporado al sector en los últimos meses. 

Una normativa discriminatoria

La normativa no gusta nada a los organismos de competencia. El órgano encargado en Cataluña, la Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO), siempre se ha mostrado reacia a los planes de la administración catalana.

En enero, ante las nuevas movilizaciones de los taxistas, la ACCO fue tajante. En un comunicado, advirtió de que “el establecimiento de la obligación de precontratar el servicio con una anticipación determinada, así como la prohibición de hacer uso de sistemas de geolocalización, supone la introducción de ineficiencias artificiales e injustificadas que, en último término, perjudican a los usuarios”.

Cristian Reche

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