Dia colocó franquicias a encargadas de tienda con números falsos

La cadena de supermercados aseguró durante años que los establecimientos tenían una facturación que duplicaba la que finalmente se tenía

Un cartel promocional de DIA en uno de sus supermercados.

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La mayor parte del foco mediático del juicio contra Distribuidora Internacional de Alimentación (Dia) se la están llevando aquellos accionistas que vieron como su inversión en la cadena de supermercados se desplomaba por los presuntos tejemanejes contables de la cúpula que encabezó su ex consejero delegado, Ricardo Currás. No obstante, el reguero de víctimas que dejó la anterior dirección de la firma se contabiliza por cientos de franquiciados que la firma captó entre 2007 y 2018.

Representados en la Audiencia Nacional por la agrupación Asafras, Economía Digital ha tenido acceso a audios y documentos aportados a la causa dirigida por el juez Alejandro Abascal que explican cómo los franquiciados fueron seducidos con cifras que jamás se cumplieron y presiones sufridas en este caso por trabajadores que ya se desempeñaban en sus establecimientos y las distintas oficinas del grupo.

En una de las conversaciones a la que ha tenido acceso este medio, el supervisor de franquicias F.O.G. admite ante uno de los franquiciados que la vida media de estos asociados “es de dos años”. Y añade: “La cúpula sabía que buena parte de estos franquiciados iba a cerrar; nos lo decía, pero le daba igual, eran números”.

En la misma charla, el inspector detalla lo que era una práctica habitual entre los inspectores hacia trabajadoras –eran la mayoría del personal de tienda del momento— con cierta experiencia en los comercios. “Te venden la moto y ni te enteras, ¿por qué no te coges una franquicia con lo bien que llevas la tienda?”.

Un supermercado de Día

Con los meses, la presión saltó incluso hacia el personal de oficina. En otra conversación con fecha de mayo de 2016 con el inspector V.P., el responsable admite: “En la última época se estaba convenciendo a trabajadores de oficinas a pedir franquicias, a cambio de una buena indemnización. Si no, amenazaban con tener que ir a juicio para la indemnización”.

El problema era que la indemnización jamás llegaba al bolsillo del flamante franquiciado, pues se utilizaba en concepto de aval y de gastos de puesta en marcha de la franquicia. “En los contratos hay cláusulas ilegales, pero la gente no quiere enfrentarse con Dia”, añade V.P.

Promesas de rentabilidad truncadas

Convencer a franquiciados externos cada vez era más difícil, por lo que llegó un momento en que la gran mayoría de locales que se terciarizaban era para acabar en manos de extrabajadores.

En un documento incorporado a la causa firmado por la mercantil Muñoz y Arenas Usera SL, uno de los franquiciados afectados relata que el documento se les entregó apenas dos horas antes del momento de la firma. “No se obtuvo en ningún momento el estudio de viabilidad que este tipo de negocios requiere”, añade.

Además, se les ofrecieron datos que nada tuvieron que ver con los que posteriormente la sociedad pudo comprobar. Así, cuando tuvieron acceso a la cuenta actual del franquiciado, el cuadro aseguraba que el negocio generaba unas ventas de 160.546 euros mensuales. Sin embargo, cuando la firma extrajo la facturación de las máquinas de la tienda se dio cuenta que la media del último semestre había sido de 67.471 euros.

Más allá de la cifra hinchada, el dato es relevante porque las ventas de los seis meses anteriores a la firma del contrato servían como indicador para fijar el alquiler que el franquiciado debía abonar a la cotizada española.

Una vez al frente del establecimiento, los márgenes prometidos jamás se alcanzaban. “Coger una franquicia es una locura, Dia te promete un margen del 13%, pero si no se llega la culpa siempre es del franquiciado”, ironiza V.P. en la misma conversación. “Cuando se enfadan con un franquiciado le bajan el margen”, detalla F.O.G en otra de las conversaciones.

La razón del descuadre acostumbraba a ser la agresiva política de promociones que la cadena de supermercados repetía una y otra vez para atraer público a sus locales. “Del margen prometido te quedas en un 6% y tenemos que asumir todos los gastos operativos”, lamenta un franquiciado en otra de las pruebas facilitadas a la Audiencia Nacional.

Un peritaje revela que Dia adeudaba 64.266 euros a una sociedad franquiciada

El documento presentado por Muñoz y Arenas Usera SL también defiende que el prometido 13% que revelaba la cuenta actual del franquiciado jamás llegó. La estrategia de seducir a los compradores con productos a pérdidas no funcionó: los clientes adquirían los bienes rebajados, pero hacían caso omiso a las referencias que sí podían ofrecer ganancias a los asociados.

“Dia no abonaba la totalidad de las ofertas y cupones que se generaban en la tienda. Con números reales; de una venta de 6.500 euros, Dia abonaba en concepto de cupones y ofertas el 2% de la venta cuando el porcentaje está en un mínimo del 12%”, añade el mismo texto.

Un segundo documento incluso pone cifras a las cantidades que Dia adeuda a uno de los franquiciados en particular. Firmado por la firma Silva & Asociados Asesores Financieros SL a petición de la mercantil Inspleria SL, el peritaje realizado sostiene que la compañía hoy propiedad de Mikhail Fridman adeuda 64.266 euros a la sociedad franquiciada.

DIA no ha querido hacer valoraciones

La mayor parte de esta cantidad (44.918 euros) corresponde al pago de cupones que nunca llegó. Y eso que la relación de franquicia cumplió prácticamente a la perfección los plazos marcados por la cúpula que lideraba Ricardo Currás: un año, diez meses y cierre.

Contactada por este medio, DIA opta por no hacer comentarios ni valoraciones. «La compañía es respetuosa con los procedimientos abiertos y no hace comentarios a este respecto», afirmaron al respecto.

Un modelo que ahora cambia

Las pruebas aportadas por Asafras respaldan el relato de que DIA no supo cuidar de sus franquiciados, como así fueron demostrando algunas sentencias concretas que también adelantó este medio. La última resolución conocida fue en un juzgado de Cataluña, donde la compañía fue obligada a pagar 125.495 euros y otros 10.000 euros en reconocimiento de daños morales.

Ahora DIA ha cambiado recientemente su modelo de franquicia. Con el objetivo de captar 500 franquiciados nuevos en tres años, todos ellos en España, la firma promete ahora que duplicará la rentabilidad, mejorará la tesorería e introducirá facilidades en la gestión diaria de la tienda, con financiación de determinados costes y formación para el franquiciado.

La compañía anunció en un evento telemático con distintos medios de comunicación su nueva fórmula pero no hizo autocrítica al antiguo modelo. Iván Martín Martín, Director de Logística y Franquicias DIA España, únicamente reconoció que el nuevo esquema «es mejor» y que el antiguo era un método con «complejidades» en los pagos.

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