El ‘caso Pitiusa’ pasa factura a los detectives privados

Las agencias calculan una merma de 20% en los encargos tras el escándalo de la red ilegal de informantes

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Cuando el caso Pitiusa, la red de informantes ilegales investigada por el juzgado de instrucción número 7 de Barcelona, saltó a los medios de comunicación en mayo pasado, afloró una inquietud común entre los clientes y empresas que contratan agencias de detectives : ¿Puede tener consecuencias el encargo de una investigación privada?

Los demandantes, en especial los que no están habituados a contratar este tipo de servicios, han comenzado a exigir garantías de que las investigaciones cumplen escrupulosamente con la legislación y que no tendrán problemas judiciales.

Daño de imagen

“Hacen más preguntas de lo normal. Piden cuál va a ser el protocolo de trabajo y qué pautas se van a utilizar. Aunque los clientes frecuentes, que ya conocen la metodología, siguen contratando los servicios igual que antes”, explica José María Oliver, socio de Detectives Oliver y presidente de la asociación de Detectives Privados de Catalunya.

La entidad calcula una reducción de un 20% de los encargos a raíz de la repercusión mediática del caso Pitiusa, que ha salpicado a un número importante de detectives privados y a sus redes de informantes en ayuntamientos, la Seguridad Social y el ministerio de Hacienda y que vigiló hasta a la hermana de la Princesa de Asturias.

El Colegio de Agencias de Detectives de Catalunya asegura que, más que un perjuicio económico, el colectivo ha sufrido un gran daño de imagen. “No creo que haya una pérdida económica directa pero sí quedan perjudicadas las agencias sino también todos los detectives privados en conjunto”, asegura Enrique Arranz, presidente del Colegio de Agencias de Detectives de Catalunya.

20.000 euros por informe

Pese a ser un sector que, a primera vista, pudiera resultar beneficiado de la conflictividad económica, el mercado de los detectives privados ha sufrido una reducción de pedidos. “Nosotros no hemos padecido esa situación porque somos una empresa atípica en el mercado. Somos una especie de agentes de detectives de lujo. Facturamos 3 millones de euros anuales y llevamos más de 1.000 casos”, asegura Francisco Marco, director general de Método 3.

La agencia ha recibido un aumento de casos de empresas y profesionales que investigan ocultación de bienes. “Antes venían por fraudes. Ahora vienen para saber dónde está el dinero. Si hay que investigar cuentas en paraísos fiscales, por menos de 20.000 euros no nos movemos”, asegura Marco.

La empresa, para despejar dudas a sus clientes, ofrece un contrato en el que explica que todos sus métodos son legales y exime a los solicitantes de cualquier responsabilidad civil individual. La agencia, que llegó a experiementar ritmos de crecimiento de 20% en años de prosperidad, mantiene a 32 detectives en Madrid, Barcelona, Buenos Aires y Santo Domingo.

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