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El cava se vuelve a enfrentar a un boiciot. Sin embargo, esta vez son los propios independentistas los que piden el no consumir los productos de determinadas empresas de cava, una de las industrias más potentes de Cataluña. Un llamamiento que coincide esta Diada con la Feria de Consumo Estratégico en Barcelona, un acto organizado por la ANC que pretende formentar la compra de productos catalanes frente a los españoles. 

Según adelanta este miércoles El Confidencial, el Sindicalistes per la República (SxR) ha lanzado un mensaje en el que señala: “pedimos que los trabajadores y trabajadoras no consuman productos de las grandes ‘marcas mafiosas y especuladoras del cava”.

En el mensaje también detallan la lista de empresas a las que hacer boicot. Entre ellas, señalan que una de las empresas es Jaume Serra, “una empresa de Murcia, del Grupo García Carrión”. La segunda es Freixenet, “una multinacional de Alemania”. Y la tercera, Codorníu, “en manos de un fondo de inversiones americano”. Freixenet y Codorniu son las mayores empresas de cava catalanas y con mayor presencia a niver internacional, aunque han dejado clara su postura de «no apoyo» al independentismo. 

El grupo independentista pide, al mismo tiempo, “que se consuman productos de la denominación de origen Corpinnat o empresas que paguen a los vinicultores un precio justo”. Así, han distribuido un cartel con los logotipos de las marcas que han de consumir los catalanes: Gramona, Llopart, Nadal, Recaredo, Sabaté i Coca, Torelló, Can Feixes, Júlia Bernet y Mas Candí.

Marcar distancia con el independentismo

Codorniu trasladó su sede a La Rioja en octubre de 2017, tras el 1-O, viendo la poca seguridad política y jurídica que podría haber en Cataluña. Por su parte, Freixenet decidió no trasladar la sede social, pero su cúpula directiva (especialmente Josep Lluís Bonet, copresidente de la empresa) se posicionó siempre en contra del secesionismo.

Desde la Asamblea Nacional Catalana (ANC), se considera que los grandes productores de cava se aprovechan de la sobreproducción de uva este año. Y apuntan al Gobierno español como el causante de los bajos precios  y la sobreproducción. “Una vez más, nos encontramos ante decisiones políticas ajenas que perjudican directamente la economía catalana y afectan tanto a productores como a consumidores”, alertan desde la ANC.

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