Freixenet apuesta por el prosecco: triplicará la producción

El líder del cava saltará de 5 a 15 millones de botellas de prosecco al año pero tranquiliza a la plantilla: "El cava sigue siendo el producto estrella"

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“Con el prosecco, Freixenet aspira a llegar a nuevos públicos y atraer al consumidor más joven con el fin de acercarlo al mundo de los espumosos”, asumen desde la empresa. Las dificultades para que el consumidor inexperto se acerque al cava obliga al líder del sector a buscar alternativas para adaptarse a la nueva realidad: debe vender prosecco para captar a estos clientes. Por ello, triplicará el número de botellas producidas en los próximos dos años.

El consejero delegado de Freixenet, Pedro Ferrer explicó en la presentación de la campaña de Navidad que en 2020 aspira a poner al mercado unos 15 millones de unidades frente a los 5 millones que se producen en la actualidad. “El objetivo es saltar del 5% que el prosecco representa ahora mismo en la división de espumosos a un volumen que ronde el 15%”, cuantificó.

El vino se producirá en la región italiana de Véneto, donde el grupo Henkell Freixenet ya cuenta con bodegas, algo que ha despertado el temor de la plantilla, que duda de que la apuesta del conglomerado sea por el cava y por Sant Sadurní d’Anoia.

La empresa responde: «En el Reino Unido, el primer mercado de Freixenet Prosecco, el volumen de esta bebida ha sido parecido al incremento del cava», sostiene. Y da otro ejemplo: en Finlandia, Freixenet logró ser la primera marca española de espumosos y también la primera de ​prosecco».

Freixenet también elevará la producción de cava desde los 95 millones hasta los 100 millones de botellas

Con el nuevo año arrancarán las primeras operaciones conjuntas entre ambas empresas en Estados Unidos y el Reino Unido bajo el nombre de Freixenet Mionetto –la marca de prosecco más vendida del mundo— y Freixenet Copestick, respectivamente. El espumoso italiano también aterrizará en España en esta campaña navideña. «Si acabamos el año con un crecimiento del 2% o el 3% en el mercado doméstico, que el año pasado aportó 100 millones de ingresos, estaremos muy satisfechos», cifró el ejecutivo.

La compañía se esfuerza en destacar que no abandona su vocación cavista, pues también quiere elevar el volumen de botellas por cosecha desde los 95 millones hasta los 100 millones en el mismo bienio. «Nuestra apuesta es por el territorio», quiso aclarar Ferrer.

La importancia de los espumosos en el nuevo Freixenet crecerá debido a las ventas previstas en las bodegas de vino tranquilo que el grupo tiene en Galicia y Ribera del Duero, que pasarán a manos de la familia Ferrer en los próximos meses. Así, la categoría de sparkling wine disparará el 65,1% que supuso en el ejercicio 2016/2017, el último con las cuentas depositadas ante el Registro Mercantil.

La apuesta por Sant Sadurní de Freixenet

Pero la nueva Freixenet también debe convencer a la plantilla de que el cava será el músculo principal de la flamante empresa. «A pesar de las buenas palabras, queremos tener la certeza de que Sant Sadurní d’Anoia seguirá siendo la plaza principal», advierten desde Comisiones Obreras, el sindicato mayoritario.

El primer paso será la aprobación del convenio colectivo para los años 2018 y 2019. Tras varias reuniones a lo largo del mes de septiembre, las conversaciones se enfriaron, algo que inquietó a la plantilla. 

«El proceso está siguiendo un camino de normalidad», explican desde la empresa ante la reunión que este viernes encarará a los representantes de los trabajadores con Pedro Ferrer; el director financiero, Thomas Scholl; y el director de marketing y ventas, Bernd Halbach.

Carles Huguet

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