Gas Natural usa a la OCDE como moneda de cambio en Colombia

Gas Natural acude a la ONU porque espera una resolución más rápida sobre Electricaribe que la del Banco Mundial

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Gas Natural ya ha abierto la vía judicial con la ONU para recuperar Electricaribe o, en su defecto, lograr una compensación de al menos 1.000 millones de dólares. Ahora empieza un periplo de al menos dos años en el que el acuerdo con Colombia se prevé difícil. Pero hay una brecha para la esperanza: las ganas de Juan Manuel Santos de entrar a formar parte del selecto club de la OCDE.

Colombia inició en 2013 las conversaciones para entrar en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y se espera que la decisión final se tome antes de fin de año. Es una oportunidad para el país y un anhelo de su presidente, pero casos como los de Gas Natural –que no es el único que tiene en cartera Santos– dificultan su entrada en el club.

Fuentes del sector explicaron a Economía Digital que Gas Natural mira con interés la posible entrada de Colombia en la OCDE ya que puede jugar a su favor. Pese a la denuncia, las conversaciones siguen abiertas, y creen que para evitar la mala imagen que da la expropiación de Electricaribe de cara a entrar en el club de países más desarrollados, Santos puede terminar cediendo. Confían más en la presión del OCDE que en los movimientos del gobierno de Mariano Rajoy o de la Unión Europea.

Colombia quiere entrar en la OCDE pero los casos de expropiaciones le juegan a la contra

Pese a esta vía, en la compañía que preside Isidro Fainé son conscientes de que no será nada fácil. Cuentan con que, en el proceso ante el organismo arbitral de la ONU, Colombia desplegará su estrategia, jugando sucio si es necesario, para desacreditar a Gas Natural. Además de retrasar al máximo el proceso y denunciar mala gestión –algo que ya ha hecho reiteradamente–, Colombia prepara una campaña para ensuciar el nombre de la empresa española en el país.

Tras la intervención, las autoridades colombianas ya iniciaron una investigación contra directivos de Electricaribe vinculados a la empresa española, con el fin de intentar mezclarlos con casos de corrupción. Gas Natural espera que esto continúe y se intensifique, llamando a declarar a sus hombres en el país. Si pudiesen probar algún tipo de corrupción, podrían justificar la expropiación.

Santos cambió el acuerdo de paz por Electricaribe

Las fuentes consultadas apuntan también a otro factor que hace difícil el acuerdo: la paz con las FARC. Un día antes de anunciar la liquidación de Electricaribe, el Senado colombiano aprobó la ley que sella la paz con la guerrilla de las FARC. Santos fracasó en el referéndum pero pudo cumplir su objetivo con leyes que, por los pelos, logró aprobar.

Para culminar este proceso necesitaba los votos de los representantes de la costa caribeña, una región muy poblada. Y los logró, a cambio de entregarles Electricaribe. El malestar entre la población de la zona, después de años de problemas por la falta de soluciones a los problemas de la eléctrica, generaron un caldo de cultivo a favor de la expropiación. La liquidación era justo lo que los políticos de la zona pedían.

Para Santos, el conflicto con Gas Natural es un mal menor para conseguir el que era su gran objetivo de la legislatura, y por el que pasará a la historia: la paz con las guerrillas. Por ello, es poco probable que dé marcha atrás. Otra historia sería si el expresidente Álvaro Uribe ganase las elecciones, pero todavía queda más de un año para los próximos comicios.

Electricaribe tiene un agujero de 1.300 millones por el fraude y la morosidad que sufre

El tiempo también corre a favor de Gas Natural en cuanto a la gestión de Electricaribe. Durante los cuatro meses de intervención, previos a la expropiación definitiva, los dos hombres de Santos que llevaban la gestión de la eléctrica se dieron cuenta de las dificultades del día a día con el problema de la morosidad y el fraude que sufre, que le han generado un agujero de 1.300 millones de euros.

Pocos días antes de anunciar la liquidación, el actual presidente de Electricaribe, nombrado por Santos, fue así de contundente: “Hay que cambiar la cultura del no pago, dando ejemplo desde los entes gubernamentales”. Con más meses de gestión, el problema se agrava, y más que lo hará cuando, en un mes, la empresa se quede sin caja para pagar a los proveedores.

Este baño de realidad puede jugar a favor de Fainé, que pese a todo mantiene las negociaciones con Santos para buscar una solución extrajudicial.

Al menos, dos años de arbitraje

Mientras todos estos factores juegan en una u otra dirección, Gas Natural ya ha puesto en marcha la vía del arbitraje internacional. Lo ha hecho por el Uncitral (ONU) en vez de por el Ciadi (Banco Mundial) porque, aunque son vías idénticas, la de las Naciones Unidas está algo menos saturada. La propia Colombia tiene actualmente tres conflictos en el Ciadi y uno –que ahora serán dos– ante el Uncitral.

No obstante, la denuncia todavía no se ha presentado. Lo que se ha presentado ha sido un aviso arbitral, el paso previo necesario. Ahora habrá que nombrar a los tres jueces que decidirán: uno lo nombrará Gas Natural, otro Colombia y el tercero lo pactarán. Si, como es previsible, no llegan a un acuerdo, será la ONU quien decida. Se estima que en entre uno y dos meses esté formado el colegio arbitral, y será entonces cuando la compañía presentará la demanda arbitral y concretará la indemnización que pide.

Una vez denunciada, el periodo mínimo que suelen tardar estos conflictos son dos años. De hecho, la ONU es algo más rápida que el Banco Mundial, por el hecho de que tiene algo menos de trabajo, pero el plazo estimado es de entre dos y tres años. Aunque todo es relativo y si Colombia juega a estirar el proceso para retrasar el posible pago indemnizatorio, hacer una previsión de fin del conflicto se entrevé difícil. 

Xavier Alegret

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