Gas Natural espera llegar a un acuerdo con Sonatrach antes de que la justicia emita un fallo definitivo

La multinacional catalana reconoce que las negociaciones con la nueva cúpula argelina son “más favorables”. En los próximos tres años se apretarán el cinturón para reducir su deuda en 3.000 millones

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El cambio en la cúpula directiva de la gasística argelina Sonatrach se ha convertido en la pieza clave para desencallar el conflicto con Gas Natural. “Con el antiguo equipo que gestionaba Sonatrach las negociaciones fueron muy duras e insuficientes a todas luces. Ahora tienen un carácter más favorable y podemos llegar a entendernos”, ha afirmado el consejero delegado del grupo barcelonés, Rafael Villaseca. El presidente, Salvador Gabarró, también se ha mostrado “confiado” en conseguir un acuerdo.

Esperan pactar “antes de que terminen las actuaciones judiciales […]. A lo largo del primer semestre”, en palabras de Villaseca. Una previsión que confirma el calendario que anunció durante la presentación de resultados del grupo, realizada en febrero. Eso sí, el consejero delegado continúa recelando de la solución negociada. Durante el encuentro con los medios celebrado antes de la junta general de accionistas, los directivos de Gas Natural han evitado comentar ninguna cifra que pudiera dar pistas sobre los precios que se están pactando con Sonatrach. Villaseca se ha limitado a señalar que, al final, deberán comprar el gas argelino a un precio “de acuerdo con la realidad oligárquica del mercado”.

El desencuentro con la empresa, que suministra el 30% del gas de la compañía catalana, se está estudiando en el Tribunal Federal de Ginebra. Gas Natural tenía todas las expectativas fijadas en esta resolución judicial, ya que la primera medida cautelar concedida fue suspender el laudo dictaminado por un tribunal de arbitraje francés. El verano pasado, la justicia internacional falló a favor de Sonatrach. El grupo barcelonés tenía que desembolsar unos 1.400 millones en concepto de incrementos de precios en el suministro de gas desde enero de 2007. Ahora esperan ahorrarse esta cantidad, que está provisionada en las cuentas del grupo.

Tres años de austeridad

Gabarró ha anunciado que a 14 de abril “está completada la integración entre Gas Natural y Fenosa”. Tras la unión de las dos empresas energéticas, se abre una nueva etapa para la compañía que se puede resumir en una palabra: austeridad. Villaseca ha recordado que el plan estratégico hasta 2014 contempla rebajar la deuda actual hasta los 13.500 millones de euros. Es decir, recortar más de 3.000 millones “con los fondos y las sinergias que generemos y cobrando el déficit de tarifa que se nos debe por ley”.

No harán más desinversiones -“casi hemos terminado el plan que teníamos”, ha dicho-, pero tampoco se embarcarán en nuevas aventuras hasta que los mercados no vuelvan a crecer. Según su estimación, a partir de 2013.

Cuando pasen dos años, Gas Natural quiere crecer en sus dos divisiones (gas y electricidad) en la zona mediterránea y la cuenca atlántica. Villaseca ha explicado que acompañará al ministro de Industria, Miguel Sebastián, en su próxima visita a Colombia porque están interesados “en suministrar gas en Bogotá y electrificar el Caribe”. Asimismo, ha reconocido que han puesto el foco en la gasística helénica DEPA. “No se ha iniciado ningún concurso público para privatizarla, por esto no estamos preparando ninguna oferta”.

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