Hawkers quema 380.000 dólares en los despachos de EEUU

Alejandro Betancourt destinó 380.000 dólares desde 2017 a gastos de lobby para Hawkers en Estados Unidos, donde se ha enfrentado con la justicia

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

No todas las cifras de Hawkers, la marca de gafas de sol creada por cuatro jóvenes de Elche y financiada por el empresario venezolano Alejandro Betancourt, son un misterio. Uno de los gastos que sale a la luz es el que la compañía ha destinado durante su expansión. No a través de la contratación de personal, sino a negociar con las personas más influyentes para estar bien posicionados.

Economía Digital ha comprobado a través de los registros de lobbys en Estados Unidos, consultados en la secretaría de registros públicos del Senado y en la Cámara de Representantes, que Hawkers se ha dejado aproximadamente 380.000 dólares en gastos de representación en los despachos norteamericanos desde su registro oficial como lobby.

Su representante ha sido Ballard Partners, uno de los grupos de presión más cotizados en Washington. La relación de la firma estadounidense, que representa a compañías de primer nivel como Amazon, con Betancourt ha llamado la atención de muchas voces del sector.

Primero, porque una empresa como Hawkers tiene relevancia, pero no la suficiente como para estar representada por un lobbysta de tal nivel; segundo, porque Hawkers no se ha registrado como lobby en ningún otro país, y tercero porque la figura de Betancourt y la procedencia de su fortuna ha levantado ampollas en Estados Unidos.

El empresario de 40 años ha sido señalado por ser uno de los mayores beneficiados del chavismo. Ha recibido 12 de los 14 mayores contratos energéticos durante el régimen bolivariano, pese a no ser un empresario con gran experiencia en el sector.

De hecho, su trayectoria le ha llevado junto a su primo, Pedro López Trebbau, con quien comparte diferentes proyectos, ante el juez federal del Distrito sur de Nueva York, después de que el ex embajador de Venezuela en Estados Unidos, Otto Reich, les acusara de delitos de fraude electrónico, difamación, crimen organizado y conspiración.

La acusación, que llegó en 2010, no obstante, se resolvió favorablemente para Betancourt, que salió victorioso ante los tribunales. La resolución judicial fue contundente contra Reich, a quien se le acusó de «denigrar el sistema judicial y político en Venezuela».

Hawkers gasta más que Uber en hacer de lobby

La firma de gafas de sol ha destinado durante el periodo analizado más dinero que Uber, la compañía californiana que aspira a ser líder mundial en el transporte privado y que destinó 210.000 dólares para gastos de lobby siendo también cliente de Ballard Partners.

Hawkers, además, ha contado durante este tiempo con Dan Mc Faul como representante. Se trata de un lobbysta bien conectado con la Casa Blanca. Fue miembro del equipo de transición presidencial del entonces presidente electo Donald Trump y trabajó en el equipo de nombramientos. Se encargó también de reclutar y examinar candidatos potenciales para la administración, específicamente para el departamento de defensa, el de servicios armados y el de la comunidad de inteligencia.

Los pagos de Hawkers [consultar aquí] se han realizado trimestralmente y son cifras estimadas. Los contratos analizados, que van desde finales de 2017  — Hawkers se registró como lobby en noviembre de ese año — hasta el cierre del pasado año, reflejan ingresos de Ballard Partners por valor de entre 150.000 dólares y 80.000 dólares en cada periodo.

No es la primera vez que Betancourt se reconoce como lobby en Estados Unidos. Los mismos registros consultados reflejan que entre 2013 y 2014, cuando todavía no era máximo accionista de Hawkers, el empresario venezolano contrató a Volkok Law Group para que representara a su empresa energética Derwick Associates, de la que es presidente y fundador.

Hawkers: sin despacho de lobby en España y en Europa

Hawkers tiene presencia en Estados Unidos. La compañía de Betancourt ha cosechado grandes relaciones en el país norteamericano, donde ha llegado a patrocinar nada más y nada menos que a Los Angeles Lakers. En esa ciudad Hawkers ya no patrocina al equipo de Lebron James, pero sí cuenta con un pequeño equipo de trabajo.

Fuentes internas de la compañía inciden en que el papel de lobby en Estados Unidos no tiene nada que ver con el que se lleva a cabo en Europa, de ahí que Hawkers no esté registrada como grupo de presión en el registro de transparencia de la Comisión Europea ni en el de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC). 

«Ser un lobby en Estados Unidos está a la orden del día. El objetivo es estar mejor conectado, buscar nuevas fuentes de financiación y, en definitiva, tener más influencia. También lo es tener un acceso más rápido y ágil a información privilegiada del mercado, como informes de consultoras de referencia», explican.

En Europa, siguiendo la versión de las mismas fuentes,la meta es distinta. » Se trata de conseguir una regulación mucho más favorable», explican. Como ejemplo señalan a otras startups españolas, como Cabify y Glovo, que dependen actualmente en gran medida de cómo evolucione la legislación.

Hawkers, sin nuevas cifras a la vista

Hawkers ha vivido un crecimiento exponencial desde su nacimiento. Se ha convertido en una de las marcas de sol de referencia entre los jóvenes españoles y con la llegada de Betancourt se previeron unas expectativas superiores. 

El empresario inyectó 50 millones de euros en la compañía, con el objetivo de dar el salto al mundo offline —antes solo vendía a través de internet— y al internacional, así como afianzarse como una de las tres marcas con mayor presencia en el mercado.

De momento ya está presente en mercados como el italiano, el inglés, el asiático, donde vende de la mano de Alibaba, y se ha convertido en la primera firma de retail que vende por Twitter. Pero de un tiempo a esta parte se han desatado las dudas y la incertidumbre sobre el rumbo de la compañía. 

Han ido abandonando el barco miembros fundadores en la compañía y a principios de año se conoció un cambio de calado: Hawkers revelaba a su consejero delegado en medio de rumores sobre un posible incumplimiento de los objetivos marcados (quería facturar 100 millones al cierre del pasado año).

Desde entonces la compañía no ha trasladado más cambios relevantes. Las últimas cifras de ventas que se conocen son de 2016 y pertenecen a Play Hawkers, la mercantil que anota las ventas de su marca principal. Registró pérdidas netas de 4,04 millones de euros, frente a los 1,02 millones de beneficio del ejercicio anterior.

Pero no son las cifras actuales ni las de todo el grupo. En España, Hawkers está dentro del paraguas de Saldum Ventures, en el que se engloban otras marcas que el grupo comercializa (Wolfnoir o Miss Hamptons, por ejemplo), y fuera del mercado nacional (Hongo Kong o México) las cifras no están disponibles.

Cristian Reche

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp