Los sindicatos de Orange cargan contra el cambio de CEO en España

UGT teme que la pandemia sirva como pretexto para castigar a la plantilla, ya preocupada por el momento que vivía el sector de las telecomunicaciones

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Jean-François Fallacher​ volaba a Madrid este fin de semana, meses después de conocer que sería el nuevo consejero delegado de Orange en España desde este 1 de septiembre. Al directivo, que se estrenaba en la capital con una carrera por el famoso Parque del Retiro, le espera un ambiente tenso en las oficinas de La Finca, en Pozuelo de Alarcón. Los sindicatos ya han avisado de su preocupación por el cambio de la dirección a mitad de curso y sobre todo por la situación que la pandemia del coronavirus puede provocar en la compañía de telecomunicaciones.

«A nadie es le puede escapar que la situación económica está viéndose impactada de manera dramática por la pandemia. Y Orange no es una excepción», avisaba UGT el pasado viernes en su boletín interno [consultar aquí].

La primera preocupación se debe a que en el mes de abril los sindicatos ya pidieron a la dirección que se replantearan los objetivos —algunos, como ciertas revisiones salariales, están ligados los resultados de la compañía—, porque la pandemia los iba a condicionar. En su opinión, «es absurdo mantener objetivos y estrategia como si no pasara nada». 

Cambio de «entrenador» en mitad del curso

La llamativa queja de UGT llega por la decisión de cambiar a su consejero delegado, Laurent Paillassot. El francés, que se despidió este lunes de la plantilla de Orange, según explicaron fuentes internas a Economía Digital, sale de la compañía sin especificar cuál es su futuro.

«Un cambio de consejero delegado en mitad de este reto no parece la mejor de las decisiones», trasladan desde UGT. «Ya sabemos qué pasa cuando un equipo que se está jugando los títulos cambia al entrenador», añaden.

Laurent Paillassot. Orange

Todas las miradas apuntan ahora a Jean-François Fallacher, hasta el momento CEO en Polonia, donde ha conseguido que la filial de Orange en el país crezca en ingresos durante ocho trimestres consecutivos. Las cifras le avalan: Orange Polska es la teleco líder, con más de 15 millones de clientes de móvil y 4 millones de clientes de banda ancha fija. 

Fallacher ha tenido un gran resultado durante su etapa como CEO de Orange en Polonia

El nuevo consejero delegado en España tiene como reto mantener a la filial española como la segunda operadora por facturación en la industria de telecomunicaciones española, en un momento en el que Vodafone — la tercera—  empieza a remontar tras reposicionarse en el mercado y MásMóvil se prepara para dar un nuevo salto tras la opa de los fondos KKR, Providence y Cinven.

Con todo, queda una reunión pendiente con los sindicatos. Fuentes sindicales trasladan que todavía no hay una fecha concreta marcada en el calendario para que se celebre la cita, pero sí esperan que sea a mediados de mes.

El coronavirus en el sector de las telecomunicaciones

El traspaso de poderes en Orange llega en un momento marcado por la crisis sanitaria del coronavirus, que ha impactado de distinta forma en las principales empresas estratégicas del mundo.

La pregunta clave es si las empresas de telecomunicaciones pueden beneficiarse ahora de la situación epidemiológica para devolver al sector a un crecimiento sostenido en los ingresos. Y es que la industria vive momentos difíciles por la ferocidad que existe, al contar con tantos competidores y con un horizonte marcado por la necesidad de invertir en 5G para seguir prestando servicio. 

La situación de Orange es peculiar. La filial en España ha revelado en sus resultados que sigue sin mejorar en sus números vitales. Los ingresos permanecen estancados y el negocio residencial pierde cada vez más peso. Su flota de salvación, por contra, es el negocio mayorista, apoyado en la cesión de su red a otros operadores (MásMóvil y Euskaltel, por ejemplo).

El resultado, traducido en cifras, es una caída en el volumen de ingresos en la primera mitad de este 2020 del -6,8%, en comparación con el mismo periodo del año anterior (145 millones de euros menos). El descenso, anunciado durante este verano, se produjo en la mayoría de sus líneas de negocio, como la contribución de los clientes convergentes (-2,8%), los de móvil (-11,5%), y los de fijo (-6,1%).

Los próximos meses serán claves. La compañía debe defender su posición en el mercado y no retroceder. Para ello, desde los últimos meses se ha decidido reforzar las marcas low cost como República Móvil para no perder más cuota de mercado, pero la compañía debe permanecer atenta al riesgo de canibalización que puede producirse entre sus propios clientes.

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Cristian Reche

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