Nespresso castiga las cuentas de Nestlé en España

El gigante alimentario recortó sus beneficios a un tercio en 2017 y vio como caían todas sus líneas de negocio a excepción de la de chocolates

Un hombre pasa delante de una estantería de café Nespresso, en una tienda de la firma Nestlé, en Vevey (Suiza). EFE/Laurent Gillieron

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A Nestlé España se le atragantó el 2017. La filial española del gigante de la alimentación cerró el año con unas ventas de 1.925,4 millones de euros, algo menos del 1,43% que los 1.953,6 millones de 2016. El recorte llegó precisamente a través del negocio principal de la firma en el país: el café, un sector en auge en el que la multinacional suiza no logró aguantar el envite de la competencia.

Las cuentas depositadas en el Registro Mercantil revelan que la división de «café, té e infusiones» recortó su facturación desde los 857,4 millones hasta los 838,5 millones de euros a pesar de contar con marcas como Nespresso, Nescafé y Dolce Gusto. En 2015, la rama había alcanzado la cifra de 880 millones de euros. Así, la caída es del 4,7% en dos años.

Un portavoz de la compañía resta importancia a la categorización interna para explicar la rebaja de las ventas.

Sin embargo, fuentes del sector explican a Economía Digital que la empresa sufre especialmente en la venta de cápsulas para sus máquinas de café. «La irrupción de L’Or como café de calidad les está haciendo daño», explican. La marca propiedad de el grupo Jacobs Douwe Egberts (JDE) acabó en 2017 con la única diferencia que le separaba de Nespresso: eliminó el plástico de las dosis y lanzó una gama de aluminio para conservar mejor el café y sus aromas.

Nestlé tuvo que subir precios a pesar de la nueva competencia

A pesar de la aparición, JDE todavía mira desde la distancia a Nestlé. Como informó este medio en marzo, facturó 208 millones en España el año pasado. De la cifra, aproximadamente 50 millones obedecieron a la venta de cápsulas.

Según Kantarel gasto en café por persona alcanzó los 61,90 euros en 2017, el 5,9% más que en el año anterior. El alza del sector provocó que hasta 15 firmas compitan por un mismo producto: «La aparición de innumerables marcas en la guerra del café con precios mucho más competitivos, aunque casi siempre de menos calidad, también ha hecho daño», añaden las mismas voces. 

Además del incremento de la competencia, Nestlé se vio obligada a aumentar precios de algunos productos debido al incremento de costes de algunas materias primas, «resintiéndose así la demanda», admitió en un comunicado en marzo.

Aun así, la empresa destaca en su memoria interna que continua como líder de la categoría cafetera con «el lanzamiento de nuevos sabores para Dolce Gusto y la evolución positiva de Nespresso, innovando a lo largo de todo el ejercicio con nuevas máquinas y variedades».

Sólo el chocolate salva los números de Nestlé

Pero el café no es el único quebradero de cabeza para Nestlé. Mayor impacto tuvo el descenso en la categoría de «preparados alimenticios homogeneizados y alimentos dietéticos», que engloba productos como las pizzas Buitoni y el tomate Solís y que cayó desde los 497,2 hasta los 449,3 millones. La división de «otros productos alimenticios» también perdió: desde los 211,6 millones hasta los 149,3 millones.

De hecho, la división del negocio que maquilló el descenso generalizado fue la de «cacao, chocolate y productos de confitería», que escaló desde los 307 millones hasta los  401,6 millones de euros; un ascenso que acelera la tendencia del año anterior, pues las ventas en 2015 habían sido de 294,8 millones. La rama de aguas creció desde los 80,2 hasta los 86,5 millones.

A nivel geográfico, las ventas en España también retrocedieron desde los 1.377,1 millones hasta los 1.346,6 millones de euros. Las exportaciones avanzaron lentamente desde los 575 millones hasta los 578 millones.

Los beneficios de Nestlé se reducen a un tercio

La caída de ventas terminó por traducirse en un recorte del beneficio, que se quedó en 115 millones de euros, el 66% menos que en 2016. No obstante, la cifra del año anterior llega distorsionada por «un dividendo extraordinario que no se produjo en 2017». La comparación con 2015 si es beneficiosa para Nestlé, pues hace dos ejercicios, las ganancias fueron de 94 millones.

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