¿Qué ha sucedido en el seno de la inmobiliaria de los ricos catalanes?

Metrópolis prescinde de Xercavins como máximo ejecutivo y anula el contrato que mantenía con él. Una auditoría resuelve las diferencias contables entre el directivo y el consejo, que cifra en 1,6 millones de euros

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Los movimientos internos en el seno de la inmobiliaria barcelonesa Metrópolis han sido uno de los temas más debatidos por el mundo empresarial barcelonés durante el verano. Las explicaciones oficiales dadas sobre la retirada de Josep Maria Xercavins del día a día del grupo y la decisión de paralizar las inversiones han dado pábulo a todo tipo de especulaciones sobre los acontecimientos que llevaron a propiciar los cambios. Las diferencias contables en la resolución del contrato entre Xercavins y Metrópolis tienen que ver con las incógnitas suscitadas.

De acuerdo con la versión oficial, lo que se ha producido es una simple reordenación del negocio. Metrópolis deja de invertir porque sus activos inmobiliarios ya están maduros y de lo que se trata es de ocuparse de su gestión. La empresa, propietaria de edificios en diferentes ciudades, ha encargado a Pere Bosch la dirección general después de suspender el contrato que mantenía con Josep Maria Xercavins, hasta la fecha presidente de la comisión ejecutiva, además de accionista.

“El coste de Xercavins era muy alto, y ahora la empresa ya no está invirtiendo, eso lo hace la filial. Por tanto no podía seguir pagándose esa alta retribución”, relata un consejero de la empresa. “El primer contrato estaba hecho de manera que yo percibía un fee por mi trabajo”, señala el propio Xercavins a Economía Digital.

Auditoría encargada

Cuando el consejo de administración decide prescindir de los servicios de Xercavins se producen los problemas: el presidente Javier Ferrero se muestra disconforme con la liquidación propuesta y encarga una auditoría, refrendada por el resto de consejeros, que muestra que el contrato establecido con el directivo y las liquidaciones presentadas arrojan un saldo favorable a la empresa de 1,6 millones de euros. Se debe, según fuentes conocedoras de la auditoría, a comisiones sobre operaciones mal aplicadas y gastos indebidamente justificados.

“Cuando pasan 17 años es muy difícil saber si una comida era para hacer una venta o no. Es normal, se trata de diferencias en la identificación de algunos gastos”, justifica uno de los accionistas y miembros del consejo de administración. El propio Xercavins niega que exista cualquier tipo de discrepancia en la gestión de los fondos de la compañía. “No ha pasado nada. Sigo en Metroinvest, por los años de los años”. En su opinión, lo que ha sucedido es que se han unificado dos contratos, el de Metrópolis y el de Metroinvest, generando una única relación contractual.

Comisiones y gastos irregulares

Sin embargo, otras fuentes del consejo de administración mantienen una interpretación diferente de los hechos, que han revelado a esta publicación. De acuerdo con esta versión, Ferrero se habría empecinado en solicitar una auditoría para alejar a Xercavins del núcleo del negocio. Esa auditoría habría detectado las irregularidades en gastos, comisiones y justificaciones que habrían forzado la salida del ejecutivo. “Ha devuelto el dinero para evitar el ruido y asumiendo que había hecho algo mal. Ahora se le mantiene pero a finales de año perderá cualquier poder ejecutivo. Su amistad con Enrique Lacalle y el Conde de Godó le han permitido evitar el escándalo”, argumenta el mismo consejero.

El directivo de Metrópolis ha pasado a encargarse de la gestión de Metroinvest Assessment, un fondo de inversión en el que participa la propia Metrópolis además de otros clientes de la división de banca privada de La Caixa. Tanto el director general de la caja de ahorros, Juan María Nin, como el director general adjunto ejecutivo, Juan Antonio Alcaraz, aceptaron convertirse en prescriptores de Metroinvest entre los clientes que forman su cartera de grandes patrimonios.

“El mandato que he recibido del consejo es cerrar Metroinvest y venderlo”, confirmó Xercavins a ED.

Un grupo con historia

La compañía es un vehículo de inversión de un grupo de grandes fortunas catalanas entre las que se encuentran Lluís Bassat (Bassat &Ogilvy), Emilio Cuatrecasas (Bufete Cuatrecasas), Jordi Clos (Derbi Hotels), Javier Ferrero (Nutrexpa), Antonio Vila Casas (Almirall) y Carmen Godia (Abertis), entre otros. Incluso el editor José Manuel Lara formó parte del sanedrín de empresarios fundadores del grupo en los 90, junto a Caixa Catalunya y Agrupació Mútua. En 2010, la firma obtuvo unos beneficios de 6,6 millones de euros.

Josep Maria Xercavins Lluch acumula un historial empresarial nada desdeñable. En la época de esplendor financiero de finales de los 80 ejercía como director regional de Banesto. Eran los mismos años en los que Mario Conde era el todopoderoso presidente del banco. Tras una salida compleja, con diferentes asuntos judiciales abiertos, Xercavins se dedicó al negocio inmobiliario gracias al acomodo recibido de parte de las grandes fortunas catalanas.

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