Yamaha también deja de producir en España

Otra multinacional asiática cerrará su fábrica catalana después de las retiradas de Honda, Sony y el riesgo existente con Sharp.

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Sucedió igual cuando CiU abandonó el Govern de la Generalitat y el primer tripartito de Maragall estaba tomando las medidas al mobiliario: Philips y Samsung anunciaron por sorpresa su retirada del mercado catalán. Ahora es Yamaha España, fabricante de motocicletas, la que ha tomado la decisión de cerrar su factoría de Palau-solità i Plegamans sorpresivamente, según han publicado algunos medios de comunicación, pero dentro de una estrategia que hacia meses que se venía preparando, según ha podido confirmar esta publicación.

La dirección europea del grupo ha ordenado clausurar la planta de producción catalana por razones que escapan a su funcionamiento interno. “Son razones políticas, desean concentrar la fabricación en Francia”, asegura Joan Carles Gallego, secretario general de CCOO en Catalunya, quien opina que la retirada del grupo no se justifica en argumentaciones industriales.

Más de 400 afectados

Yamaha cuenta con una plantilla de entre 400 y 440 trabajadores. Fuentes de la compañía consultadas por Economía Digital atribuyen el cerrojazo a la caída de las ventas de motocicletas en Europa, que ha sido del orden del 47% en los últimos tres años. Descenso que se vería agravado, en el caso concreto del mercado español, con los cambios legislativos sobre la edad a la que pueden conducirse estos vehículos.

Entre los trabajadores y sus representantes sindicales ha sorprendido la decisión en la medida en la que el grupo había reforzado su plantilla en los últimos tiempos tras recibir la producción de dos motocicletas de gran cilindrada que hasta hace un año se ensamblaban en la factoría italiana del grupo. Cerrada esa instalación industrial, Palau-solità i Plegamans había recibido el encargo de su producción.

“Lo que estaba haciendo la fábrica vallesana es acumular stock. Las motocicletas tienen un ciclo de ventas muy estacional, se comercializan sobre todo en el buen tiempo y especialmente en el verano”, justifican medios próximos a la compañía nipona.

Desde hace unos meses, la dirección europea de Yamaha había dado instrucciones para preparar el cierre. En diciembre pasado, Jorge Lasheras, el hombre fuerte del grupo en España durante 22 años, abandonó el cargo de presidente de la filial con un discurso que alertaba de las dificultades del mercado y se refería a la sobrecapacidad instalada en el centro del Vallès.

Baker & Mckenzie representa a la empresa

El encargo de desarrollar el cierre lo ha recibido el bufete Baker & McKenzie. Justamente en este despacho trabaja desde hace poco tiempo Eri Nemoto, la ejecutiva que en los 80 ayudó a la implantación de muchas de estas multinacionales niponas en Catalunya. Nemoto, que ocupa el cargo de directora de desarrollo de negocio, se ocupará, junto a otros socios del despacho, de este cierre, trabajo que viene preparando desde hace ya algunas semanas.

Los términos del cierre de la factoría serán comunicados mañana al conjunto de la plantilla del grupo. A partir de ese momento se iniciarán los contactos negociadores. Fuentes sindicales consultadas recuerdan que otro caso similar, vivido en la misma localidad vallesana, el cierre de Samsung, marcó un hito en las condiciones laborales en las que se produjo la desinversión, con indemnizaciones récord para los empleados afectados.

La marcha de Yamaha prosigue a los cierres de los últimos años de Panasonic, Samsung, Honda y más recientemente Sony. Otro multinacional nipona de gran consumo, Sharp, está amenazada de un proceso similar, según ha reconocido la propia empresa en los últimos meses.

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