El Banco de España certifica el retraso en la llegada de los fondos europeos a las empresas

El supervisor reduce el impacto del Plan de Recuperación en la economía el año que viene y lo traslada a 2024

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, y la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en una imagen de archivo.

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El ritmo al que los fondos europeos vinculados al Plan de Recuperación están llegando a la economía real, a las empresas y los ciudadanos, es menor del que esperaba el Banco de España (BdE). Esto influye en el vigor económico del producto interior bruto (PIB) y es una de las razones por las que el BdE ha revisado a la baja el crecimiento que espera del PIB en 2023.

En el informe sobre proyecciones macroeconómicas publicado este miércoles, el organismo señala que «los datos disponibles sobre el ritmo de ejecución de las convocatorias del programa NGEU (Next Generation-EU) llevan a revisar a la baja el gasto estimado para 2022 y 2023, y ligeramente al alza el de 2024».

Las previsiones que el supervisor bancario tenía en junio apuntaban a que el gasto público financiado con fondos europeos alcanzaría el 2% del PIB en 2022 y en 2023, si se sumaban los recursos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) y los de React-EU. Sin embargo, en la actualización de estas proyecciones, en ambos casos, el gasto se sitúa por debajo del 1,5% del PIB. En la misma línea, el Banco revisa al alza el incremento de gasto público previsto para 2024.

Estos cambios contrastan con las previsiones sobre el impacto macroeconómico de las inversiones del Plan que tiene el Gobierno. Según el último informe de ejecución del Plan de Recuperación, Moncloa estima que el impacto será del 1,7% del PIB este año y del 1,8% del PIB en 2023. En 2024, el impacto sería del 1,1%. Es decir, el Ejecutivo defiende que los años en los que se concentrará el impulso del Plan serán 2022 y 2023.

La reducción de las expectativas por parte del Banco de España es significativa, el organismo calcula que a finales de este año habrán llegado 11.778 millones de euros de las convocatorias a la economía real. La cifra es un 40% más baja que la que esperaban en junio, cuando cifraban los recursos en 20.000 millones de euros. Según los datos del Ministerio de Asuntos Económicos, se habrían autorizado pagos por valor de 18.826 millones de euros hasta septiembre de este año.

Ampliar el plazo de ejecución

Pese al retraso que constata el supervisor bancario, el Banco de España cree que es «prematuro» afirmar o descartar que el Plan de Recuperación se vaya a ejecutar por completo en las fechas fijadas por la Comisión Europea. En cualquier caso, instan a Bruselas a ampliar el plazo, fijado actualmente en 2026, para que se puedan ejecutar todos los fondos.

«Convendría ampliar los plazos para la gestión de estos proyectos»

«Si pensamos que la inversión en cambio climático y transición digital es un factor estructural que acompañará la economía española y economía europea y tenemos en cuenta presiones inflacionistas, convendría ampliar los plazos para la gestión de estos proyectos», defendió el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán.

Con todo, el organismo no muestra preocupación en la puesta en marcha de los proyectos asociados al Plan de Recuperación y considera que es más importante que los fondos se asignen correctamente. «Si el retraso se está produciendo por una mejor asignación, pues bienvenido sea», indicó Gavilán.

Recorte del PIB

«La ejecución de proyectos asociados al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) del NGEU se está desarrollando con un cierto retraso con respecto a las proyecciones de junio. Esto se traduce en una contribución más reducida al crecimiento económico en el corto plazo y más elevada hacia el final del horizonte de proyección», explica el documento del Banco de España.

En esta línea, el supervisor ha rebajado al 1,4% el crecimiento del PIB previsto para el próximo año, una cifra que es siete décimas inferior a la que pronostica el Gobierno. «La ralentización económica global, la crisis energética, las elevadas presiones inflacionistas, el endurecimiento de las condiciones financieras, la incertidumbre y el deterioro de la confianza limitarán el grado de dinamismo del PIB en los próximos trimestres», señala el informe de proyecciones.

El consumo es otro de los factores que incide en este recorte en el crecimiento del PIB de 2023.  El BdE cree que en el próximo año, el índice armonizado de precios al consumo (IAPC) medio será del 5,6% y no será hasta 2024 cuando se sitúe en el 1,9%. El supervisor también ha revisado al alza la inflación subyacente en 2023, del 2,2% que calculaba en junio, al 3,5% de ahora.

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