Banco de España advierte del elevado coste fiscal del gasto militar y sus efectos sobre los bancos

Los expertos del instituto emisor ha indicado que el efecto de los aranceles del país norteamericano "será heterogéneo" entre países en función de sus relaciones comerciales

Archivo – Fachada del edificio del Banco de España situada en la confluencia del Paseo del Prado y la madrileña calle de Alcalá.

El Banco de España ha avisado de la acumulación de riesgos geopolíticos para la estabilidad financiera, además de haber puesto el acento en el «elevado coste fiscal» que tendrá el aumento del gasto militar previsto en los países europeos.

«El deterioro del contexto geopolítico ha sido identificado como el principal riesgo para la estabilidad financiera por el análisis del propio Banco de España y por la mayoría de los expertos consultados»; recoge el Informe de Estabilidad Financiera de primavera que ha publicado este martes el organismo.

Según ha explicado el director general de Estabilidad Financiera, Daniel Pérez Cid, la mayoría de los riesgos geopolíticos depende mayoritariamente de la trayectoria que tomen las políticas de Estados Unidos. Esto se debe a que gran parte de la incertidumbre emana de decisiones que ha adoptado ese país en los meses recientes.

«Las políticas de la nueva Administración de Estados Unidos, sobre las que persiste una elevada incertidumbre, han comenzado a mostrar un impacto diverso sobre la actividad y las condiciones financieras a nivel global», recoge el documento elaborado por Banco de España.

Los expertos del instituto emisor ha indicado que el efecto de los aranceles del país norteamericano «será heterogéneo» entre países en función de sus relaciones comerciales. A este respecto, España estará en el rango de menor incidencia por su menor exposición comercial a Estados Unidos.

Siguiendo con las políticas estadounidenses, Banco de España también ha detectado que si el país decide mantener una política fiscal expansiva, eso plantearía riesgos para las condiciones macrofinancieras globales. También elevaría los riesgos al alza sobre la inflación, lo que podría propiciar el endurecimiento de su política monetaria.

«La incertidumbre sobre las políticas de Estados Unidos afecta también a la regulación financiera. La relajación de la normativa podría estimular la actividad económica global a corto plazo y generar presiones competitivas sobre las entidades financieras sujetas a otras jurisdicciones, donde podrían surgir incentivos a corto plazo para desregular igualmente», avisa también Banco de España.

Gasto militar y otros riesgos

Por otra parte, los conflictos en Oriente Próximo y entre Rusia y Ucrania mantienen su potencial de escalada a pesar de las iniciativas diplomáticas para su contención, según el organismo. Si esta escalada se produjera, afectaría negativamente a las condiciones económicas mundiales, a través de disrupciones en las cadenas globales de suministro.

El informe recoge que la UE ha anunciado amplios programas de expansión del gasto militar para atender las mayores necesidades de defensa. «Este aumento del gasto público, que podría conllevar un cierto impulso a la actividad de cara al futuro, implica un elevado coste fiscal», ha avisado Banco de España.

Sobre la financiación de este nuevo gasto militar, la entidad considera que hacerlo mediante deuda se traduciría en una menor capacidad futura para que la política fiscal pudiera absorber otras perturbaciones y podría desplazar la financiación destinada al sector privado. Por su parte, el aumento de la presión fiscal para financiar estos gastos evitaría incrementar el endeudamiento público, pero tendría un «efecto negativo más inmediato sobre la actividad».

Fuera de los riesgos geopolíticos y el gasto militar, Banco de España también ha identificado como riesgo las valoraciones elevadas que existen en los mercados financieros.

«Las valoraciones de los activos financieros con riesgo siguen en niveles altos a pesar de la incertidumbre geopolítica y de la corrección de los mercados tras las medidas arancelarias anunciadas por la nueva Administración de Estados Unidos en abril», detalla.

Estas valoraciones podrían «ser frágiles», al implicar todavía previsiones «muy favorables» de la evolución macroeconómica y de los beneficios empresariales. Cualquier cambio en las perspectivas de los inversores se podría ver amplificado si los intermediarios financieros con baja liquidez o elevado apalancamiento realizan ventas aceleradas de sus activos.

Asimismo, se han identificado una serie de riesgo macroeconómicos, como un menor crecimiento global por el incremento de las incertidumbre respecto a las políticas económicas. En todo caso, se espera que España prolongue en los próximos trimestres su trayectoria de crecimiento –aunque a ritmos más moderados–, si bien se enfrenta a «evidentes riesgos a la baja» en un contexto internacional «muy complejo».

A nivel macro, también se ha identificado como riesgo la posibilidad de que se produzca una divergencia en la política monetaria de las principales economías avanzadas. Esto se ve en que el Banco Central Europeo (BCE) seguirá bajando tipos, según las previsiones, mientras que la Reserva Federal de Estados Unidos apunta a mantener el precio del dinero estable a corto plazo.

En último lugar, los ciberriesgos también se identifican como una «prioridad» para el sector financiero. «Aunque el potencial disruptivo de los ciberriesgos en la operativa de las entidades es alto, su traslación a una crisis de estabilidad financiera no es evidente. El canal más plausible a través del cual los ciberriesgos podrían acabar desencadenando una crisis sistémica sería el de provocar una crisis de liquidez generalizada», señala Banco de España.

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