BBVA advierte que el ladrillo español es menos rentable que en la UE por la burocracia y la ley del Suelo

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El sector de la construcción fue la joya de la economía española antes del estallido de la burbuja inmobiliaria y ahora, en plena crisis de la vivienda, todos los ojos vuelven a estar puestos en el ladrillo. Sin embargo, la España de 2025 difiere mucho de la España de 2007 y las empresas no cuentan con el mismo músculo ni con los mismos incentivos para construir.

De hecho, el sector de la construcción español adolece de una baja rentabilidad (medido en ROE, rentabilidad del capital propio) en comparación con las grandes economías europeas. Un factor que no solo lastra el crecimiento y la inversión, sino que agrava la crisis de vivienda al restar atractivo a construir y, sobre todo, aumenta el precio final de las casas al trasladarse gran parte de ese riesgo al propio cliente final.

Según los cálculos del BBVA Research en su último Informe España, publicado la pasada semana, si la construcción de países como Alemania, Francia o Italia (en promedio de los tres) tiene una rentabilidad del 15%, la de España se queda por debajo del 6%. Nueve puntos de brecha que lastra la inversión en el sector. Y no es la única rama productiva rezagada en esta variable: las manufacturas (12% en las potencias europeas frente al 8% en España), la información (16% versus al 10%)… Solo en la hostelería la rentabilidad se sitúa en parámetros cercanos (14% frente al 12% de España).

«Una de las razones por las que pensamos que, a pesar del crecimiento económico, ha habido debilidad en la recuperación de la inversión tiene que ver con la baja rentabilidad de los sectores económicos», señaló el jefe de Análisis Económico de la entidad, Rafael Doménech, en la rueda de prensa de presentación del documento.

¿Cuáles son las razones de que la construcción española tenga la tercera parte de la rentabilidad de sus pares? Los analistas de BBVA apuntan a una fundamental. «En el sector de la construcción es muy importante el tiempo», indicó el director del BBVA Research y economista jefe del banco, Jorge Sicilia. «A tiempos mayores de poner el suelo a disposición de construir, lo normal es que la rentabilidad se vea afectada«, insistió.

A eso habría que sumarle una serie de disrupciones vividas en los últimos años. Fundamentalmente, el aumento de los precios de las materias primas después de que Rusia invadiera Ucrania y, además, la escasez de mano de obra «que hace que los costes laborales aumenten de manera importante en un entorno donde este es un sector de muy baja productividad», abundó el jefe de economía para España, Miguel Cardoso.

Una de las vías para tratar de ganar algo de rentabilidad es, dijeron los expertos, acelerar los plazos para que las obras no se eternicen y así evitar que los suelos estén demasiado tiempo en los balances de las empresas. La reforma de la Ley del Suelo que, entre otras cosas, pretende evitar inseguridades jurídicas, sería un paso en esa dirección, aunque no hay una mayoría en el Congreso (singularmente, de PP y PSOE) que permita dar el aventón necesario para que la norma salga adelante. El Gobierno la ha llevado dos veces a la Cámara baja y en las dos ocasiones ha sido rechazada.

En el lado positivo, la reactivación del sector de la construcción ya estaría apoyando gran parte del crecimiento económico. En concreto, según BBVA, este año ya supondrá más de 0,5 puntos porcentuales del alza del 2,5% del producto interior bruto (PIB) prevista para este año. Pero es que, para el que viene, serán 0,6 puntos del 1,7% de avance proyectado. Es decir, un tercio.

«El crecimiento de la demanda y algunas de las medidas anunciadas para acelerar el aumento de la oferta permitirán que la inversión en vivienda aumente su contribución al avance de la actividad. La expansión de este componente de la demanda interna podría alcanzar el 4,1 % en 2025 y el 6,8 % en 2026. El incremento de los precios está actuando como catalizador de la inversión en el sector y se constata una aceleración en los visados de obra nueva», apunta el Informe España.