El Banco de España no sospechó de Bankia, según el ex jefe de supervisión

Asegura que no vio nada raro hasta tres meses después de la salida a bolsa, aunque fueron apreciaciones personales

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Los supervisores del Banco de España recelaban de la viabilidad de Bankia antes de que se conociera públicamente que la dirección de Rodrigo Rato lidiaba con un agujero de 2.979 millones de euros. Así lo ha reconocido el ex director general de supervisión del regulador, Jerónimo Martínez Tello, ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu.

Asegura que tuvo dudas tres meses después de que la entidad empezara a cotizar y siete antes de que se interviniera, con una posterior inyección de 20.000 euros de capital. Pero las incertidumbres de Matínez Tello nunca prosperaron ya que sólo surgieron “a título personal”. Ni la institución destinada a fiscalizar a la banca en España ni la CNMV pusieron objeciones a Bankia.

Las objeciones de Deloitte

El ex directivo indicó que sus sospechas se recrudecieron cuando Deloitte puso reticencias tanto a la valoración que Bankia hacía de su matriz, el Banco Financiero de Ahorros (BFA), como a la viabilidad de sus créditos fiscales. Los auditores empezaron a enmendar las cuentas de Rato en el primer trimestre de 2012.

De hecho, las cuentas del ejercicio 2011, donde se apuntaban unos beneficios de 309 millones, se aprobaron finalmente en marzo sin el visto bueno del Deloitte. Precisamente, las que arrojaron los casi 3.000 millones de pérdidas al ser reformuladas por el equipo dirigido por José Ignacio Goirigolzarri.

Martínez Tello ha reiterado que el hecho que precipitó la caída de Bankia fue el informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) de ese año en el que se apuntaba a la necesidad de tomar las riendas del banco sin dilación para fortalecer el balance.

El rechazo de Goirigolzarri

El directivo ha negado tener conocimiento sobre los presuntos encuentros entre el ministro de Economía, Luis de Guindos, y los presidentes de Banco Santander, Caixabank y BBVA para abordar la situación de Bankia y negociar la salida de Rato. Sólo ha relatado que habló con el máximo responsable del banco el 3 de mayo, víspera de la presentación del segundo plan de saneamiento, y que el banquero le confesó que existían “problemas” para que Goirigolzarri aceptara el puesto de consejero delegado que se le ofrecía. Sin más detalles.

Ha añadido que en ese momento la entidad ya necesitaba incluso 10.000 euros para salir a flote y no los 7.000 que Rato cifró.

Economía Digital

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