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España tira a la basura cada año 7,7 millones de toneladas de alimentos

España, el séptimo país europeo que más desperdicios de alimentos genera anualmente, tiene el reto pendiente de reducir el malgasto de comida en los hogares

El alto volumen de desperdicio de alimentos se ha convertido en una de las tareas pendientes de España en sus objetivos para acercarse hacia un modelo económico más sostenible. 

Cada año acaban en la basura cerca de 7,7 millones de toneladas de productos comestibles, lo que ha situado al país como el séptimo miembro con peores números de toda la Unión Europea según datos de Too Good To Go, desde donde apuntan que es una cantidad que “equivale a 170 barcos como el Titanic amontonados uno encima del otro.”

El bloque comunitario ya ha colocado este fenómeno como una de sus prioridades en su estrategia para transformar el sistema agroalimentario junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Aunque la industria tiene un fuerte impacto en el abandono de los productos alimentarios, la capacidad de actuación de los consumidores a título particular todavía es muy grande. El 40% de los alimentos que acaban en la basura en España proviene directamente del consumo en el hogar. 

Los españoles tiran el 18% de la comida que compran

En los últimos años el problema no ha hecho más que acentuarse. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación informó de que las familias contribuyeron a este fenómeno con el abandono de 1.364 millones de kilos de alimentos a lo largo del año 2020, lo que supone casi 40 puntos por encima del año anterior.

El impacto de este problema en términos medioambientales y a nivel de desigualdad ha llevado al Gobierno a poner en marcha en los últimos años diferentes campañas para fomentar el consumo responsable y acabar con el desperdicio de alimentos. Sus datos apuntan a que se ha ido reduciendo progresivamente la cantidad que acaba en la basura, pero el reto es mayúsculo.

A escala global este problema se magnifica. Cada año se abandonan 1.300 millones de toneladas de comida en todo el mundo. Paralelamente, hay más de 1.000 millones de personas que pasan hambre como consecuencia de su nivel de pobreza. Todos podrían alimentarse solo con los residuos que genera Estados Unidos y Europa. 

¿Cómo acabar con la lacra del desperdicio de alimentos?

Los expertos llevan años ideando una respuesta para acabar con este drama alimenticio. La realización de estudios, las acciones de sensibilización, las normativas de cada país o el desarrollo de nuevas tecnologías que favorezcan el consumo responsable se han convertido en los pilares de esta estrategia.

La multinacional Uniliver ha elaborado una guía práctica para ayudar a las familias a reducir sus desperdicios. El documento funciona de modo cronológico con tres grandes pasos que te ayudan a planificar el menú semanal de tus comidas, a ajustar las cantidades para cocinar y a reutilizar los productos sobrantes.

El manual incorpora recomendaciones sobre cada tipo de alimento, métodos para ordenar los productos en función de las prioridades o consejos para interpretar las etiquetas en el supermercado. La caducidad y la fecha de consumo preferente juegan dos papeles muy importantes para no vernos abocados a tirar los productos.

Llevarte a casa la comida sobrante del restaurante o escoger los alimentos en función de su impacto medioambiental también son dos claves importantes. El arroz, por ejemplo, tiene un efecto tres veces mayor sobre su entorno que la producción de cereales o patatas.

Educación y concienciación contra el desperdicio de alimentos

Además de dar a conocer su Guía Contra el Desperdicio Alimentario, Unilever ha puesto en marcha junto con la organización sin ánimo de lucro Ambientech una iniciativa para impulsar la lucha contra el desperdicio alimentario entre los jóvenes.

En concreto, ambas entidades desarrollan herramientas educativas online dirigidas a estudiantes de secundaria de toda España con las que esperan llegar a miles de alumnos a través de 7.000 escuelas.

El objetivo de este proyecto es concienciar a los estudiantes para reducir estas cifras entre las nuevas generaciones. También proporcionar a los centros educativos material didáctico para que los alumnos aprendan sobre la importancia económica, social y medioambiental de reducir el desperdicio alimentario.

Reducir el desperdicio en los hogares y en la restauración

En el marco de esta iniciativa, y a través de marcas como Hellmann’s, la compañía ayuda a los consumidores a gestionar el desperdicio de alimentos, tanto en los hogares como fuera del hogar, gracias a su alianza con Too Good To Go.

También en el campo de la restauración la división culinaria Unilever ha puesto en marcha la web app StopMermas, un herramienta gratuita que permite a los profesionales de la restauración tener un diagnóstico personalizado de las mermas —las pérdidas de alimentos por deterioro o que se producen durante la manipulación, conservación o preparación— que se producen en sus negocios.