Fedea alerta de «atonía» en la recuperación de la economía española

La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) señala que la "atonía del PIB", al crecer más la economía que el empleo efectivo, plantea dudas sobre la intensidad de la recuperación

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La crisis no se puede dar todavía por concluida, sobre todo en algunos de los sectores más afectados por la Covid en los últimos meses, y se da una «atonía» en el PIB que plantea algunas dudas sobre la intensidad de la recuperación, que el Gobierno calcula que puede llevar a un crecimiento del 6,5% este año y el 7% el próximo, pese a los interrogantes de las principales instituciones.

Aunque la senda iniciada en marzo de «fuerte crecimiento» del empleo efectivo se ha mantenido en el tercer trimestre, tal y como constata la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), persiste la «debilidad» de ciertos sectores y ello pone en cuestión la intensidad de la recuperación, influida también por factores como la inflación y la crisis energética y de materias primas.

Estos son sobre todo los más afectados durante la crisis, como el turismo, la hostelería y el entretenimiento, y también las comunidades insulares por su dependencia a estos sectores, que siguen registrando unas tasas de ocupación efectiva entre un 10% y un 20% por debajo de los niveles previos a la pandemia.

La «atonía» del PIB

En su último ‘Boletín de seguimiento de los aspectos económicos de la crisis de la Covid’, Fedea apunta que genera una «cierta incertidumbre» sobre el ritmo real de la recuperación la «atonía del PIB«, ya que «parece estar creciendo en los últimos trimestres a un ritmo claramente inferior al del empleo efectivo».

El dato es, sin embargo, difícil de interpretar, según admite la fundación, que señala que podría deberse simplemente a la dificultad de medir correctamente el ‘output’ en las circunstancias actuales o a que su indicador de empleo no recoge variaciones en horas medias de trabajo.

Otra posibilidad es que podría indicar, en parte, que las restricciones impuestas al despido están obligando a mantener en plantilla durante al menos seis meses a trabajadores «en principio redundantes», lo que «tiende a reducir la productividad aparente del trabajo».

La tasa de desempleo efectivo baja hasta el 16,1%

Con todo, Fedea destaca que la econoía se aproxima mucho ya a los niveles de empleo anteriores a la crisis, tanto en el agregado como en la mayor parte de los sectores y regiones. Su indicador agregado de empleo asalariado efectivo aumentó en 2,6 puntos entre junio y septiembre de 2021, cerrando el período con un valor de 99,4 que prácticamente devuelve a los niveles de 2019.

Otros indicadores que muestran también un «comportamiento positivo», durante el mismo período, son el paro, que se redujo en más de 350.000 personas, la afiliación aumentó en 160.000 efectivos y el número de trabajadores en ERTE se redujo hasta casi la mitad, cerrando septiembre en unas 240.000 personas.

Todo ello ha hecho que la tasa de desempleo efectivo se haya reducido en estos tres meses en 2,5 puntos, hasta el 16,1%. También tienden a normalizarse los indicadores de uso del tiempo y los ingresos públicos, al tiempo que tanto los ingresos tributarios como las cotizaciones sociales se sitúan ya por encima de los niveles pre-pandemia, con niveles de recaudación acumulada hasta agosto que superan a los de 2019 en torno a un 3%.

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