La guerra a la temporalidad de Sánchez logra los primeros resultados

La Inspección de Trabajó forzó el cambio de temporal a fijo de 195.000 contratos de 970.000 en 2018, la cifra más alta en los últimos 12 años

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La alta temporalidad es uno de los problemas del mercado laboral español. Pese a que una parte de los contratos temporales se debe a trabajos estacionales como el turismo, otros no están justificados. De hecho, en 2018, dos de cada diez cambio de contrato de temporal a fijo lo provocó la Inspección de Trabajo al detectar fraude. 

Así, se transformaron a indefinidos más de 970.838 contratos, de los que unos 194.295 fueron impulsado por la Inspección de Trabajo. Esta cifra es la más alta en los últimos 12 años y coincide con el cambio de gobierno, de Mariano Rajoy a Pedro Sánchez, según publica El País.

Buena parte de esta transformación, tanto en números absolutos (en 2017 hubo 102.000 conversiones menos) como en porcentaje (pasa del 11,9% al 20%) se debe al plan de choque contra el abuso de los eventuales puesto en marcha por el Gobierno.

La primera acción del plan de Inspección contra la temporalidad consistió en el envío masivo de cartas

La primera acción de ese plan consistió en el envío masivo de cartas en las que se advertía a las empresas de que había indicios de fraude en la contratación temporal que hacía y que de no convertirlos en indefinidos recibirían una visita de la Inspección. Esto provocó una primera oleada de transformación de 61.445 contratos temporales en contratos indefinido.

Cuando se firma un contrato temporal debe existir una causa justificada como la formación de un trabajador o cubrir una baja, entre otras, pero las empresas abusan de los mismos por el menor coste. 

Así, no está permitido que un puesto de trabajo estructural lo cubra un empleado eventual. Pero pasa en el mercado laboral a diario, tanto en empresas privadas como en las administraciones públicas.

Mayor papel de la Inspección de Trabajo

En los últimos años se ha intensificado el control de la Inspección de Trabajo para detectar la temporalidad injustificada y forzar la conversión de los contratos temporales a indefinidos.

Hace 10 años las transformaciones instadas por la policía laboral tras detectar fraude suponían el 5% del total frente al 20% logrado en 2018. Aún así, el 27% de asalariados a finales de 2018 eran temporales, una tasa creciente desde que empezó a crearse empleo.

De hecho, el 25,9% de los contratos firmados hasta marzo de 2019 no superan los siete días pese a que el Gobierno subió la penalización por temporalidad. Pedro Sánchez aprobó en diciembre mediante decreto ley una reforma para penalizar más los contratos con duración efectiva igual o inferior a cinco días.

El decreto ley, que se aprobó con la revalorización de las pensiones, incluyó un incremento de la cuota empresarial por contingencias comunes hasta el 40%, frente al 36% que había hasta el momento.

ese a que estas medidas entraron en vigor el pasado 1 de enero, la tasa de temporalidad para los contratos de menos de una semana se mantiene en el mismo nivel del año anterior.

Así, entre enero y marzo de 2019 el 25,9% de los nuevos contratos de trabajo no superaron la semana de duración, es decir, uno de cada cuatro contratos firmados. En total, 1,3 millones del total de los 5,1 millones nuevos, según los últimos datos publicados por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

Por su parte, Bruselas ha advertido a España en varias ocasiones sobre la alta tasa de temporalidad, incluyéndolo entre los países europeos con desequilibrios económicos en su último informe.

Economía Digital

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