El Prat, limitado sin la ampliación: Barajas aporta un 70% más de pasajeros intercontinentales

El aeropuerto catalán está muy bien conectado con las principales ciudades europeas, pero carece de muchas destinaciones fuera del continente

Vistas del aeropuerto de Barcelona. Foto AENA

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En el aeropuerto de El Prat cabe lo que cabe y está a punto de llegar a su límite. Sin la discutida ampliación, la infraestructura barcelonesa va a tener problemas para absorber el creciente tráfico aéreo, mientras su operativa fuera de la Unión Europea seguirá cojeando frente a otros grandes aeródromos, como el de Madrid-Barajas. El aeropuerto de la capital casi duplicó al catalán en número de pasajeros intercontinentales el pasado 2023.

Según datos de Aena analizados por el Ministerio de Transportes, el aeropuerto madrileño transportó a 20,8 millones de pasajeros hacia destinos ajenos a la comunidad europea, la mayoría intercontinentales, entre enero y noviembre de 2023. Por el contrario, el Josep Tarradellas se quedó apenas en 12,4 millones de viajeros, un 67% menos.

Durante este periodo, volaron por los aeropuertos españoles casi 75 millones de personas originarias o con destino fuera de las fronteras europeas, por lo que un tercio de este tráfico se generó en Madrid, frente al 16% que atrajo Barcelona. El tercer aeródromo gestionado por Aena con más tráfico intercontinental es el de Málaga, con poco más de 7 millones de personas hasta noviembre.

Un 30% menos de vuelos

En los primeros 11 meses del pasado 2023, las aerolíneas operaron hasta 104.657 vuelos desde Madrid hacia destinos fuera de la Unión Europea. En Barcelona, se alcanzaron las 73.386, un 29% menos que en la capital. En cualquier caso, ambos aeródromos tienen margen de mejora, teniendo en cuenta que siguen gestionando un 9% y un 8% menos de vuelos extracomunitarios que antes de la pandemia.

La diferencia entre la operativa intercontinental de ambos aeropuertos se debe, básicamente, a la presencia, o no, de una aerolínea con una potente oferta de largo radio. Iberia y Air Europa tienen su principal base en Barajas, desde donde despliegan una importante oferta internacional, destacando América. En total, desde Madrid se puede llega a 80 ciudades fuera de Europa sin hacer escala.

Por el contrario, la única aerolínea de largo radio basada en el Prat es Level, la low cost de IAG, todavía incipiente. Barcelona ha alcanzado las 50 rutas intercontinentales en 2023, de los cuales unas 20 en el continente americano. Se trata de una cifra récord, pero, aun así, el segundo aeropuerto con más tráfico del país está peor conectado con el resto del mundo en comparación con otros aeródromos europeos.

Según un análisis elaborado por GPA a través de datos de MiDT Sabre, la oferta de asientos internacionales en el aeropuerto catalán es inferior al de otros aeródromos europeos con capacidad similares, como el de Bruselas, el de Múnich o el de Milán. Por ejemplo, la infraestructura belga tiene una importante oferta de destinos africanos –unos 40-, siendo África la asignatura pendiente tanto de Madrid como de Barcelona, donde la oferta es residual más allá del mediterráneo.

«Máxima conectividad internacional»

El Prat está muy bien conectado con destinos de corto y medio radio e incluso supera a Barajas en número de pasajeros europeos, pero, si Barcelona quiere atraer viajeros e inversiones procedentes de multinacionales asiáticas, americanas o africanas, va a necesitar incrementar su oferta de vuelos intercontinentales. Y para ello, necesitará la ampliación: “En breve podemos llegar a la máxima conectividad intercontinental que el aeropuerto puede operar en la actualidad”, dijo Eva Valenzuela, la directora del aeródromo en diciembre.

El Josep Tarradellas tiene ciertas limitaciones técnicas para los vuelos de largo radio, cuyos aviones son de grandes dimensiones y necesitan pistas más largas para despegar. Por eso, Aena planteó una inversión de 1.700 millones de euros para alargar la pista corta del aeródromo en 350 metros, una propuesta que rechazó el Govern por su impacto ambiental.

Mostradores de facturación de Vueling en el Aeropuerto de El Prat. EFE/Andreu Dalmau
Mostradores de facturación de Vueling en el Aeropuerto de El Prat. EFE/Andreu Dalmau

Desde entonces, la sociedad civil catalana y el tejido empresarial han ido presentando propuesta, pero ninguna ha calado y está en manos del ejecutivo catalán y español encontrar una solución para atraer estos vuelos a la capital catalana. Se dieron hasta finales de año para encontrar una propuesta que satisficiera a ambas partes.

Esta semana, el Comité de Desarrollo de Rutas Aéreas (CDRA), una organización público-privada que tiene como objetivo atraer nuevos destinos a El Prat, presentó su plan estratégico para los próximos dos años, en el que incluye una lista de destinos intercontinentales prioritarios. Entre 40 ciudades, el CDRA destacó Hong Kong, Shanghái y Lima, tres ciudades que ya conectaban con Barcelona antes de la pandemia, así como la inclusión de Deli y Tokio.

Marc Sanglas, secretario de Movilidad e Infraestructuras del departamento de Territori de la Generalitat y presidente del CDRA, aseguró que El Prat puede asumir estas rutas sin la ampliación, pero si la voluntad es seguir sumando rutas internacionales, a la larga se va a necesitar modificar la operativa o la infraestructura.

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