ACS, Acciona, Ferrovial y OHLA pujan por el contrato del tranvía de Tarragona de 150 millones

Las grandes constructoras luchan por liderar el ambicioso proyecto del tranvía del Camp de Tarragona, una obra clave para la movilidad y el desarrollo regional

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Montaje realizado por Economía Digital.

ACS, Acciona, Ferrovial y OHLA son las cuatro grandes empresas que se disputan el contrato de más de 150 millones de euros para la construcción del nuevo tranvía del Camp de Tarragona, uno de los proyectos de infraestructura más relevantes de la región.

Este contrato, promovido por los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), busca conectar las localidades de Cambrils, Vila-seca y Tarragona mediante un moderno sistema de tranvía que impulsará la movilidad sostenible en la zona y ofrecerá una alternativa eficaz al tráfico rodado.

El concurso, dividido en dos lotes, ha captado la atención de las principales compañías constructoras del país, que ahora se enfrentan a una feroz competencia por hacerse con la adjudicación.

El proyecto contempla dos fases bien definidas. La Fase 1 abarca la construcción del tramo entre Cambrils centro y el Centro Operativo de Vila-seca, mientras que la Fase 2 se extiende desde el Centro Operativo de Vila-seca hasta Vila-seca Estació.

Florentino Pérez, presidente de ACS.

Ambas fases implican no solo la instalación de las vías, sino también la construcción de plataformas, la urbanización del entorno y la incorporación de sistemas de última tecnología.

Entre los grupos más destacados se encuentran las UTEs de Acciona, Copcisa e Istem, así como la aparición de ACS en dos UTEs diferentes: una bajo Dragados y otra con Vías y Construcciones.

Además, Ferrovial se presenta junto a Copisa, y OHLA con Agrupación Guinovart Obras y Servicios Hispania y Construcciones Rubau.

Estas combinaciones de fuerzas apuntan a cubrir las exigencias técnicas y financieras que impone la Generalitat de Cataluña, la cual premia que haya empresas de origen catalán en las licitaciones.

El proyecto será cofinanciado con fondos de la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), lo que resalta la importancia de la obra en términos de desarrollo regional y cohesión territorial.

El nuevo tranvía del Camp de Tarragona se perfila como una infraestructura clave para mejorar la movilidad en una de las zonas más dinámicas de la región.

Con el crecimiento de la población y la expansión de las áreas urbanas, este proyecto tiene como objetivo ofrecer una solución eficiente y ecológica al creciente número de desplazamientos entre las localidades del Baix Camp y la capital tarraconense.

Mapa del tranvía.

Además, la conexión del tranvía con el resto de la red de transporte público permitirá mejorar la accesibilidad y reducir la congestión en las carreteras de la región.

La construcción de esta nueva infraestructura proporcionará numerosos puestos de trabajo directos e indirectos, tanto en la fase de obra como en la posterior operación y mantenimiento del tranvía.

ACS y las demás, a por las grandes oportunidades

El contrato para la construcción del tranvía del Camp de Tarragona, con un valor estimado de 150 millones de euros, representa una oportunidad clave para las grandes constructoras españolas ACS, Acciona, Ferrovial y OHLA.

A través de diversas uniones temporales de empresas, estos gigantes del sector están luchando por asegurar su participación en una obra que no solo mejorará la movilidad en la región, sino que también impulsará el uso de tecnologías innovadoras y sostenibles en el ámbito de la infraestructura.

El presidente de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa. Foto: Europa Press

Con la licitación cerrada desde finales de octubre de 2025, la competencia promete ser reñida, y el proyecto se perfila como un hito en el desarrollo del transporte público en Cataluña.

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Un comentario en “ACS, Acciona, Ferrovial y OHLA pujan por el contrato del tranvía de Tarragona de 150 millones

  1. Estimados editores de Economía Digital,

    Me dirijo a ustedes como lector, con especial interés en la actualidad económica, para comentar el artículo «ACS, Acciona, Ferrovial y OHLA pujan por el contrato del tranvía de Tarragona de 150 millones». Es encomiable que cubran una licitación de esta magnitud, crucial para el futuro de Tarragona. Sin embargo, en aras de la precisión informativa que siempre debe caracterizar a un medio de prestigio como el suyo, detecto un par de omisiones y una inexactitud que considero necesario señalar.

    El titular y el cuerpo del artículo centran la atención en cuatro grandes constructoras, omitiendo la participación de una Unión Temporal de Empresas (UTE) de peso. Es crucial destacar que FCC Construcción (una de las mayores constructoras españolas) participa en una UTE junto a COMSA, GARCÍA RIERA y SYNEOX RAIL.

    La ausencia de FCC no solo es una falta de rigor en el listado de competidores, sino que también implica pasar por alto al inversor detrás de la compañía. Como bien saben, el empresario mexicano Carlos Slim, accionista principal de FCC, es una figura central en el panorama de las grandes infraestructuras a nivel global. Su omisión en el listado o en el contexto visual de la portada resta contexto a la verdadera dimensión de los actores que concurren.

    Un punto de su artículo que merece una rectificación urgente es la afirmación de que las bases del concurso «valoran positivamente la parte de empresas catalanas».

    Tras una lectura exhaustiva del Pliego de Cláusulas Administrativas Particulares (PCAP) que rige esta licitación, puedo confirmar que esta afirmación es rotundamente falsa. Los criterios de adjudicación se centran, como es habitual en obras públicas de esta envergadura, en la experiencia del jefe de obra, el equipo técnico, y diversos aspectos puramente técnicos y económicos de la propuesta. No existe ninguna cláusula que otorgue puntos o valoración adicional por el origen o el carácter catalán de las empresas licitadoras.

    En la era de la intoxicación y la desinformación, la responsabilidad del periodismo económico es máxima. Los lectores, y más aún el mercado, necesitan información fidedigna y contrastada.

    La diferencia entre una información basada en rumores y una confirmada por los documentos oficiales (como el PCAP) o las fuentes empresariales directas es la que define la calidad de un medio. La magnitud de un contrato de 150 millones de euros exige un estándar de rigor absoluto.

    Por todo ello, ruego encarecidamente a la redacción de Economía Digital que proceda a la rectificación de la información publicada, tanto en lo que respecta a la relación completa de licitadores (incluyendo la UTE de FCC) como a la mención errónea de los criterios de valoración del concurso. Solo así se garantiza la credibilidad necesaria para informar sobre la actualidad económica de nuestro país.

    Atentamente.

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