El Banco de España advierte que la canibalización de precios pone en riesgo los objetivos renovables del Gobierno
El organismo estima que los precios mayoristas se abaraten un 50%, reduciendo los ingresos de las renovables y poniendo en peligro los incentivos de inversión
España debe avanzar en sus compromisos de energía renovable para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones marcados por Bruselas, pero aún queda mucho por hacer y diferentes baches en el camino. Uno de ellos es el de la «canibalización de precios» que se da en una de las tecnologías que más ha crecido en los últimos años, la fotovoltaica.
Así lo recoge el último análisis del Banco de España (BdE) sobre el impacto de las energías renovables en el precio del mercado mayorista de la electricidad (‘pool’), donde las productoras ponen a la venta la energía que generan para que las comercializadoras eléctricas la compren.
El Gobierno aumentó sus objetivos de inversión para el despliegue de renovables que recoge el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2023-2030. El PNIEC, que debería haber sido enviado a Bruselas el pasado junio, apunta como objetivo una capacidad fotovoltaica instalada de 76 GW, desde los 39 GW anteriormente fijados.
Según los datos del operador del sistema eléctrico Red Eléctrica, actualmente España cuenta con una potencia instalada de esta tecnología de casi 28 GW, por lo que habría casi que triplicar la capacidad actual de aquí a 2030 para cumplir con el ambicioso plan fijado. Pero el complejo funcionamiento del mercado eléctrico puede, paradójicamente, suponer un riesgo para el desarrollo renovable.
Los ingresos eólicos y fotovoltaicos caen, produciendo una «canibalización de precios»
De la investigación realizada, el organismo extrae que los precios del ‘pool’ han ido descendiendo a medida que las energías renovables ganaban peso. Tanto es así que el organismo estima una reducción adicional de los precios de hasta en un 50% en 2030 respecto a la media observada en el último año.
No obstante, paralelamente, los ingresos percibidos por los productores eólicos y, sobre todo, fotovoltaicos han descendido de manera notable en los últimos cinco años.
«Si descomponemos la contribución de cada una de las fuentes renovables disponibles, vemos que la mayor parte del ahorro se produce por la generación eólica, en parte debido a su mayor peso en la generación total. Sin embargo, la contribución de la energía fotovoltaica ha crecido notablemente en los dos últimos años a consecuencia del aumento de la capacidad instalada«, reza el documento.
En esta línea, los períodos de mayor producción eólica y solar son cada vez más tramos en los que los precios horarios de la electricidad son más bajos. «A consecuencia de ello, la remuneración media que reciben dichas tecnologías es sustancialmente menor que los precios medios anuales de la electricidad», advierte el BdE.
Así, el análisis refleja la caída de los ingresos desde el año 2019, cuando la remuneración para los productores de energía solar era del 100% sobre el precio medio de la electricidad en el mercado mayorista. En cambio, en la primera mitad de 2024 los ingresos han caído hasta el 60% sobre el precio medio del ‘pool’.
Este proceso por el que las compañías que venden energía reciben menos ingresos que el precio medio anual que marca el mercado se denomina como «canibalización de precios» y, según el BdE, «podría comprometer la cobertura de los costes fijos de instalación de estas tecnologías y el incentivo a dichas inversiones».
El problema del desequilibrio entre eólica y fotovoltaica
En este contexto se da otra circunstancia reseñable en cuanto al desigual avance de la energía eólica y la solar. La primera tecnología va más rezagada en su implantación a lo largo del país, mientras que el auge de la fotovoltaica la ha hecho crecer a mayor ritmo, hinchando una burbuja que ha terminado por pinchar este año.
El Banco de España destaca los beneficios de la suma de las dos para los precios del ‘pool’, dado «el carácter no lineal del impacto de la generación renovable en el precio de mercado», ya que «la coincidencia de ambas hace que el ahorro sea mayor que la suma de las contribuciones de cada una«.
De este modo, la complementariedad entre ambas fuentes es «el resultado del carácter no lineal de la contribución de las energías renovables a la reducción del precio de la electricidad». Por tanto, destaca el banco, en los períodos en los cuales coinciden la generación eólica y fotovoltaica, estas fuentes tienden a desplazar por completo a la tecnología marginal.
Esto hace que el efecto conjunto sobre el precio sea mayor que la suma de los efectos individuales que se producirían si solo una de esas energías renovables hubiera contribuido a la generación eléctrica. Así, un aumento de la generación solar y eólica del 20% al 30% tiene un impacto relativamente reducido sobre el precio mayorista, pero si el aumento es del 50% al 60%, la reducción esperable es cercana al 25%.