El BdE advierte de la caída de la solvencia de la banca española y le pide más provisiones

Solo Sabadell y Unicaja mejoraron su ratio de CET1 en 2022 y el Banco de España alerta que la media española se sitúa a la cola de Europa

El Gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, comparece en el Senado con motivo de la tramitación del proyecto de Presupuestos para 2023, este martes en Madrid. EFE/ Fernando Villar. Fraude Préstamos

El Gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. EFE/ Fernando Villar

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Los bancos españoles sufrieron con dureza en bolsa las crisis del Silicon Valley Bank (SVB) en Estados Unidos y de Credit Suisse en Europa pese a los insistentes mensajes que llegaban, desde todos los frentes, de que las entidades eran solventes y su situación nada tenía que ver con la de los bancos caídos. Pero lo cierto es que, aunque su fortaleza era suficiente para superar dicha tormenta, su salud tampoco es de hierro, como alerta el Banco de España ahora que el temporal americano-suizo ha pasado. 

El BdE advierte en su Informe de Estabilidad Financiera de primavera, publicado este miércoles, que la solvencia de los bancos españoles sigue a la cola de Europa y encima descendió en 2022, por lo que les recomienda que incrementen más las provisiones, una mala noticia para sus accionistas, pues el nuevo impuesto a la banca de Pedro Sánchez, cuyo impacto se verá en los inminentes resultados del primer trimestre, ya lastrará los dividendos. 

La ratio de CET1, el indicador que se usa para medir la solvencia, de la banca española descendió en 25 puntos básicos en 2022, según el regulador gobernado por Pablo Hernández de Cos. El problema es que el sistema bancario español tiene el CET1 más bajo de Europa, así como el resto de indicadores de solvencia y calidad de los activos, como indica un informe del Banco Central Europeo de principios de año: con un 12,48%, es la mitad que Estonia, el líder continental, y se sitúa lejos de la media de 15% en la que están Alemania, Francia e Italia. 

Por entidades, Unicaja tiene el mayor ratio –como explica el BdE, es más fácil mantenerlo alto en los bancos pequeños porque tienen menos activos– y, junto a Banc Sabadell, fueron las dos únicas entidades que incrementaron su CET1 en 2022, hasta el 13%, por el 12,54% del banco catalán. Caixabank (12,8%), BBVA (12,61%), Santander (12,09) y Bankinter (11,9%) sí que vieron descender este indicador de solvencia.  

Los riesgos de la banca española

Todos los bancos cumplen con holgura las exigencias del BCE, situadas entorno al 8%, pero aun así, el Banco de España lo ve como una amenaza pese a que su análisis general de las entidades es positivo. “La situación favorable actual no prevendría un deterioro de la rentabilidad o la solvencia si se materializaran los riesgos macro-financieros identificados, en particular sobre los costes de financiación”, advierte.  

Los riesgos a los que se refiere se reducen a tres: las consecuencias de la guerra de Ucrania, la inflación y el incremento de los costes de financiación. Por sus posibles consecuencias negativas en la economía y el sector financiero, cree que “en el contexto actual, las entidades deben llevar a cabo una planificación prudente de provisiones y capital para afrontar posibles pérdidas inesperadas futuras”. 

El BdE admite que los problemas de SVB y Credit Suisse “desencadenaron turbulencias” y que, aunque tenían sus propias dificultades, distintas a las entidades españolas, sus crisis “aumentan los riesgos de un incremento de los costes de financiación y de tensionamiento de la liquidez”. La banca nacional puede mitigar estos riesgos gracias a una elevada liquidez y la cobertura del fondo de garantía de depósitos, según el regulador español. 

El coste de financiación preocupa a De Cos

El incremento de los costes de financiación son una constante en el informe del BdE, muestra clara de que le preocupa por varios motivos: porque ya ha empezado a producirse a causa de las subidas de tipos del BCE y porque está empezando a repercutir en la economía, y no solo en el encarecimiento del crédito, sino también en la contracción. 

El año pasado, el crédito a familias y empresas bajó un 0,7%, dato que contrasta con los dos años anteriores. El descenso fue más pronunciado para las empresas (1,5%) que para particulares (0,2%), si bien tuvo mejor comportamiento el crédito al consumo que las hipotecas. En el primer trimestre de este año, pese a que aún no dispone de datos, el Banco de España estima que la tendencia a la baja siguió por el endurecimiento de los criterios de concesión de crédito. 

“Las turbulencias financieras globales iniciadas en marzo de 2023, que han afectado particularmente al sector bancario, elevarían el riesgo de un aún mayor debilitamiento de la demanda y la oferta de crédito”, recoge el informe de la institución que gobierna Pablo Hernández de Cos.

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