La Caixa y los fondos de Naturgy firman un acuerdo de estabilidad para frenar los rumores de venta

La salida de los fondos de inversión CVC y GIP comprometería la estabilidad accionarial y daría alas a otros grupos que estudian con atención los movimientos

Naturgy

Sede operativa de Naturgy en Barcelona. EFE/Toni Albir

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CriteriaCaixa, el mayor accionista de Naturgy perteneciente al hólding empresarial del grupo La Caixa, y los otros tres accionistas mayoritarios de la energética, CVC, IFM y GIP, han accedido a firmar en el acta del consejo de administración que todos siguen comprometidos con las líneas estratégicas a 2025 de Naturgy.

Según adelanta Expansión, el motivo de presionar para una firma en estos términos es frenar los rumores de venta que circulan en torno a que alguno de los cuatro accionistas mayoritarios podrían monetizar una parte o toda su participación en Naturgy por las abultadas plusvalías que acumulan.

Estabilidad accionarial

El rumor se cierne sobre todo sobre los dos fondos de inversión, CVC y GIP, que atesoran, cada uno, el 20% de la compañía, junto al 27% de CriteriaCaixa y el 13% de IFM. La salida de los dos primeros comprometería la estabilidad accionarial y daría alas a otros grupos que estudian con atención los movimientos corporativos que se están produciendo en todo el sector energético. En concreto, los interesados serían el grupo francés TotalEnergies y Repsol, que ya fue uno de los principales accionistas de Naturgy y ahora quiere convertirse en una empresa multienergía.

GIP y CVC pasaron a formar parte del accionariado de Naturgy en 2016 y 2018, respectivamente, a 19 euros por acción y adquiriendo el capital que antes ocupaba Repsol y quitando parte al Grupo La Caixa. Durante estos años, GIP ha acumulado casi 2.900 millones de plusvalías a precios actuales y CVC casi 2.500 millones, entre dividendos cobrados y revalorización de las acciones.

Aprovechar el Proyecto Géminis

Lo que se sospecha es que ambos fondos tenían pensado aprovechar el proceso de escisión anunciado en febrero, el Proyecto Géminis, para efectuar, al menos parcialmente, la monetización. El problema es que este proyecto de escisión en dos compañías, una para negocios regulados y otra para no regulados, está congelado por la crisis energética derivada de la invasión rusa de Ucrania y el rechazo del Ministerio para la Transición Ecológica, entre otros motivos regulatorios.

En concreto, la ministra del ramo, Teresa Ribera, consideró que este proyecto «no es una operación que, en estos momentos, sea conveniente», tanto por motivos de estabilidad y de garantías para «determinadas actividades reguladas» como para el «aprovisionamiento en condiciones y precios razonables». Según la ministra, la escisión pondría en riesgo los objetivos estratégicos de transición energética que el Consejo de Ministros impuso al aprobar la entrada del fondo australiano IFM en el grupo energético.

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