Caixabank, Sabadell y BBVA mandan la artillería pesada contra Calviño

Goirigolzarri, Torres y Oliu, se reúnen con Nadia Calviño con la intención de dinamitar el nuevo impuesto que el Gobierno quiere cobrar a la banca

Nadia Calviño, vicepresidenta económica del Gobierno. EFE

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José Ignacio Goirigolzarri, Carlos Torres y Josep Oliu, presidentes de Caixabank, BBVA y Banc Sabadell, se reunirán este viernes con Nadia Calviño en el ministerio de Economía con la intención de dinamitar el nuevo impuesto que el Gobierno quiere cobrar a la banca y con el que pretende recaudar 3.000 millones de euros en dos años. 

La vicepresidenta del Gobierno se verá las caras con los bancos del Ibex en una cita a la que también acudirán los responsables de las patronales bancarias AEB, CECA y UNACC, además del presidente de Unicaja, Manuel Azuaga y el consejero delegado de Santander, José Antonio Álvarez. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, también ha sido invitado. 

Economía envió una misiva esta misma semana a las primeras filas del sector bancario “sin una agenda definida”, explican fuentes financieras. Aunque después del revuelo causado tras el anuncio de Pedro Sánchez por el impuesto extraordinario que quiere cobrarles, todos tienen claro cuál será el Leitmotiv del encuentro.  

El nuevo impuesto fue anunciado el martes de la semana pasada públicamente y de manera totalmente inesperada para los bancos, que a día de hoy, siguen sin conocer los detalles, tal y como aseguraba este jueves la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, en la presentación de resultados.  

La medida se ha tomado “sin el menor aviso, debate o reflexión”, y a su juicio no tiene justificación económica alguna. La ejecutiva se preguntaba “¿Por qué el sector debe asumir ahora este impuesto extraordinario? Si la banca ya está gravada con el impuesto de sociedades, y paga más que ningún otro sector de la actividad económica».

Y en este sentido aseguraba que, hasta la fecha, no ha oído ningún argumento «sensato» por parte del Gobierno que justifique su aplicación. Ante esta situación de incertidumbre, los banqueros confían en que este viernes la vicepresidenta del Gobierno de detalles sobre el nuevo tributo.

Pero fuentes cercanas al Gobierno recuerdan que esta no es competencia de Nadia Calviño, sino de María Jesús Montero, la ministra de Hacienda. El impuesto, de hecho, se presentará en el Congreso con el consenso de los partidos políticos que lo van a registrar (PSOE y Podemos) y una vez llegue al Parlamento, se explicará a la banca.

Los planes del Gobierno pasan por que esté aprobado antes de que acabe el año para su aplicación inmediata y aseguran que, todavía no se pueden dar detalles porque está trabajando técnicamente el ministerio de Hacienda en ello. Lo que supone un revés para el sector financiero, que no podrá sacar nada en claro del encuentro de este viernes.

Uno de los objetivos de la reunión, añaden estas fuentes, es hablar de la inclusión financiera en las zonas rurales, valorando qué medidas se han aplicado después del protocolo que la banca firmó el pasado mes de febrero y repasando los pasos ya dados en la inclusión de mayores y personas con discapacidad.  

Calviño comparecerá tras la reunión

Incluso está previsto que la vicepresidenta del Gobierno comparezca tras la reunión para explicar los temas tratados en este encuentro, pero no para hablar del impuesto, insisten, cuyo desarrollo corresponde a Hacienda; Calviño dejará a la banca con las mismas dudas con las que asisten al encuentro.

Dudas, que han impedido incluso que el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, pueda dar una opinión clara sobre el asunto. Este mismo jueves, tras la reunión de política monetaria, aseguraba que «es difícil opinar cuando no conoces los detalles del impuesto». Y por tanto, “nuestra opinión no puede ser completa». 

Sin embargo, el vicepresidente del BCE subrayaba la importancia de que cualquier gravamen que pueda ser aplicado a la banca no puede tener un efecto perjudicial en la solvencia del sector y se debe evitar un endurecimiento de las condiciones financiación para los hogares y empresas. 

El impuesto tiene su razón de ser en la subida de tipos de interés que se ha producido este jueves por primera vez desde 2011. El Ejecutivo entiende que los bancos van a obtener resultados millonarios por prestar el dinero más caro, algo que el sector rechaza con firmeza. 

La banca defiende que se trata de una normalización monetaria después de tantos años de tipos negativos y recuerdan que el BCE ha tomado esta medida para combatir la inflación, que está disparada por la guerra de Ucrania y sus consecuencias pero no por la actuación de los bancos.  

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