Prisa dilapida con Cebrián tres cuartas partes de su valor en bolsa

El Grupo Prisa encadena la enésima crisis bursátil y pone en riesgo los dos euros por acción. El editor de 'El País' vale hoy en bolsa solo 160 millones

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“Mi objetivo principal es lograr la definitiva estabilidad accionarial del grupo, mantener su institucionalidad pública, y preparar las bases de ulteriores desarrollos, una vez solucionados los problemas relacionados con la todavía excesiva deuda que mantenemos”. La frase es de Juan Luis Cebrián, el día en que asumió la presidencia ejecutiva del Grupo Prisa, en 2012. Habían pasado cinco años desde la muerte de Jesús de Polanco y, también, del inicio del relevo en la dirección del grupo mediático.

Los cambios en la cúpula llegaron quizás en el peor momento para la compañía. Desde la primavera de 2007, pocos meses antes del fallecimiento del patriarca familiar, las acciones de Prisa comenzaron un declive sin freno. Los efectos de las crisis globales –financiera y de los medios de papel– coincidieron con el particular vía crucis de la deuda del grupo editor de El País. El pasivo de la compañía superaba en 2008 los 5.000 millones tras la compra de la extinta Sogecable (dueña de Canal+ y después rebautizada como Prisa TV). Hoy, en un contexto diferente y con la gran banca y Telefónica metidos ya en su accionariado, Prisa vive de nuevo un momento especialmente delicado.

Hace exactamente dos semanas el consejo de administración presidido por Cebrián rechazó todas las ofertas por la editorial Santillana, su activo más valioso a día de hoy. Desde entonces, la acción de Prisa se ha desplomado cerca de un 40%. Si la comparativa se lleva unos meses más atrás, desde el anuncio de la puesta en venta de su negocio editorial -mediados de noviembre del pasado año–, la fotografía es todavía más desoladora: los títulos del grupo cerraron este viernes ligeramente por encima de los dos euros (2,05), frente a los 5,9 euros que lucía hace ocho meses (-65%).

Necesidad de liquidez

Aunque la deuda actual del dueño de marcas como Cadena Ser, As o Cinco Días es muy inferior a la de hace una década, los problemas financieros del grupo siguen sin resolverse. Al cierre del último ejercicio, el pasivo de Prisa ascendía a 1.486 millones de euros, 956 de los cuales habrán de devolverse en diciembre de 2018, fecha de vencimiento del segundo tramo del crédito bancario que salvó al grupo un lustro atrás.

La deuda de Prisa: al cierre de 2016 la deuda del grupo ascendía a 1.486 millones de euros, 956 de los cuales habrán de devolverse en diciembre de 2018

Para más inri, la compañía volvió a los números rojos en 2016, con unas pérdidas de 67,9 millones, frente a los beneficios (5,3 millones) de un año antes, agravando la delicada situación de caja que afronta el grupo. 

El castigo tras el rescate del Popular

Pero cuando algo va mal, siempre es susceptible de empeorar. Algo así deben haber pensado en los últimos días los accionistas de Prisa. Tras el rescate y posterior absorción de Banco Popular, los inversores han castigado con especial virulencia a las sociedades con altos ratios de deuda. Así, los títulos del grupo mediático se dejaban este pasado jueves un 15% de su valor. Una tendencia que continuaba este viernes, con una nueva caída del 8%, que pone en riesgo los dos euros de cara a las próximas sesiones.

Valoración de 160 millones

La tormenta deja a Prisa en mínimos de los últimos años. Y a una distancia sideral de cuando la todopoderosa dueña de El País se estrenó en el parqué, coincidiendo con el estreno de mileno. Entonces, junio de 2000, los títulos del grupo debutaron en bolsa a 3.460,83 pesetas (20,80 euros), otorgándole una capitalización bursátil de 757.273 millones de pesetas. Al cambio, 4.551 millones de euros.

Tras la caída del Popular, los mercados han castigado con especial virulencia a Prisa, que al cierre de este viernes ve peligrar los dos euros por acción

Hoy los mercados valoran al conglomerado mediático en algo más de 160 millones de euros. A años luz, por ejemplo, de la valoración que el equipo de Cebrián otorgó a Santillana cuando la sacó al mercado: 2.000 millones. La comparativa con la fecha en la que el empresario madrileño tomó definitivamente las riendas del grupo también es elocuente. En diciembre de 2008 el consejo de administración de Prisa eligió por unanimidad a Cebrián como presidente de su comisión ejecutiva, el salto previo al sillón de presidente. En aquel momento, el conjunto de las acciones de la compañía sumaban un valor de 618 millones, cerca de cuatro veces más que tras el último revolcón bursátil.

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