Equatorial Coca-Cola Bottling Company, el imperio de los Daurella en África que factura 700M

La familia de empresarios tiene cerca de 160 millones de clientes en el país africano, donde opera en 13 países

Un lineal de Coca-Cola. EFE/Miguel Toña

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No es ningún secreto que la familia Daurella controla un imperio intercontinental con su concesión para embotellar y distribuir los productos de Coca-Cola por toda Europa y, desde hace un par de años, también por el sudeste Asiático y Oceanía. Coca-Cola European Partners es un gigante mundial controlado por la famosa familia de empresarios, a través del holding Olive Partners, que comparten con los Gómez-Trenor y el empresario José Ignacio Comenge.

Pero la empresa tiene otra gran corporación vinculada al mundo Coca-Cola más desconocida. El clan familiar también tiene la licencia para trabajar con el famoso refresco en 13 países africanos a través de Equatorial Coca-Cola Bottleing Company (ECCBC), un grupo que factura cerca de 700 millones de euros anuales.

“El sistema embotellador decidió que debía de consolidarse. Estudiamos el bloque del este y decidimos ir a África”, dijo recientemente Mario Rotllant, consejero del grupo y copresidente de Cobega, en un encuentro organizado por Foment del Treball para fomentar la inversión de empresas catalanas en Marruecos. En comparación a gigantes como CCEP u otros monstruos como la Mexicana Coca-Cola FEMSA, ECCBP es una compañía más modesta, pero no deja de ser una pieza más del gigantesco engranaje del sistema Coca-Cola.

Refundado en los 90

El grupo con sede en Cataluña, pero con actividad en África, se constituyó en noviembre de 1997 como una sociedad holding, mediante la aportación de los accionariales de The Coca-Cola Export Corporation y Cobega, la patrimonial de los Daurella especializada en el sector de la alimentación, a través de la cual controlan su participación en CCEP, así como los derechos de distribución de los productos Nespresso en España. La filial de The Coca-Cola Company posee el 26% del capital de la embotelladora africana, mientras que la familia catalana controla el 74% restante.

Aun así, sus orígenes se remontan incluso antes. La compañía empezó a operar en 1989 en Guinea Ecuatorial, y más tarde se fue expandiendo por otros países, incluyendo Guinea Conakry, Mauritania, Cabo Verde, Guinea Bissau y Gambia. Fue en 1997, cuando se refundó como un grupo destinado a asentar una plataforma de crecimiento en nuevos territorios como Ghana, Marruecos y Argelia.

La presidenta de Coca Cola European Partners, Sol Daurella. Foto David Fernández-EFE

A día de hoy, ECCBC está presente en 13 naciones africanas y tiene 11 fábricas donde trabaja con 44 productos de unas 24 marcas. Su línea de producción y distribución se reparte en cinco categorías de productos: refrescos, agua, bebidas energéticas, zumos y cervezas. En total, cuanta con una cartera de más de 160 millones de clientes, operando en 250.000 puntos de venta y con cerca de 2,088 billones de transacciones al año.

Todo esto le convierte en uno de los principales grupos del sector de las bebidas en el continente africano. Dentro del mundo Coca-Cola comparten el continente con la embotelladora Coca-Cola Beverages Africa, ubicada en Sud África.

2022, un año complejo

Según las cuentas anuales de 2022, las más recientes disponibles en el Registro Mercantil, el grupo facturó 703 millones de euros, un 37% más respecto al ejercicio anterior, a causa tanto del “buen comportamiento de las ventas en los principales mercados donde opera” como de la “estabilidad de sus divisas respecto al euro”, tal y como afirma la corporación en la memoria.

Además, ECCBC destacó el impacto significativo de las nuevas sociedades incorporadas en 2022 en Argelia y Marruecos. En ese ejercicio, Cobega pagó 145 millones de euros por el 59,3% de las empresas argelinas Skkikda Bottling, Algeria All Drinks y Sociéte des Boissons de l’Ouest Algérien, y 113 millones por el 100% de la compañía marroquí Atlas Bottling Company. El objetivo de la empresa era consolidar su presencia en ambos mercados.

Aun así, el grupo no se libró de las turbulencias macroeconómicas y de la importante subida de costes que marcó la operativa del sector de la alimentación y las bebidas en 2022. El gigante africano entró en pérdidas y se dejó 11 millones de euros, frente a los 22 millones de beneficios del año anterior, por la escalada de los precios.

Concretamente, en 2022 los gastos de aprovisionamiento de la embotelladora se elevaron hasta los 393 millones de euros, un 50% más que durante el ejercicio anterior. El 96% de estos costes provienen de los gasto en materias primas. Todo esto mermó el resultado de explotación del grupo de los 49 millones de euros registrados en 2021 hasta los 40,9 millones anotados en 2022. Por su parte, los gastos financieros se dispararon en 10 millones de euros, alcanzando los 17,7 millones, lo que sumado al impuesto sobre beneficios dejó al grupo de capital catalán en pérdidas.

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