La paradoja del coche eléctrico ‘made in Spain’: fabrica poco, pero vende aún menos

España exporta vehículos electrificados y sigue importando diéseles por la falta de demanda

Un coche eléctrico cargándose.

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España fue en 2021 el segundo productor de vehículos de Europa, por lo que no es de extrañar que las exportaciones den salida a la mayoría de la fabricación, también entre los modelos eléctricos. La industria española aún está lejos de la electrificación total, con únicamente Stellantis, Mercedes y el fabricante de lujo Hispano-Suiza trabajando en modelos cero emisiones. Aun así, la mayoría de estas unidades made in Spain se deben de exportar por falta de demanda nacional.

Según fuentes del sector, España sigue importando vehículos diésel, los más contaminantes, procedentes de países como Alemania y Países Bajos, donde no tienen salida por la alta cuota de mercado de los electrificados. Mientras, los fabricantes nacionales exportan los eléctricos e híbridos como modelos de ocasión al resto del continente por la falta de demanda en España. “Nos estamos convirtiendo en el estercolero de los vehículos alemanes y holandeses. A lo mejor se debería de penalizar esta exportación”, afirman las mismas fuentes.

Según la actualización más reciente publicada por Anfac, la patronal de las fabricantes de coches, hasta octubre en España se han fabricado 97.351 vehículos eléctricos, un 5% del total, mientras que solo se han matriculado 28.355 unidades. Dado que las importaciones y las vendas nacionales de modelos eléctricos quedan entremezcladas en estos informes, es difícil determinar qué porcentaje de estos casi 100.000 coches se quedan en España y cuáles salen de las fronteras.

El Citroën C4, el único en el top 10

Lo único claro es que el Citroën C4, fabricado en la planta de Stellantis de Madrid, es el único turismo ensamblado en España dentro del top de eléctricos más vendidos en el país. Se sitúa en cuarta posición, con 1.215 unidades matriculadas hasta octubre, el 5% del total. El Peugeot 2008 y el Opel Corsa, ambos del conglomerado holandés y producidos en sus centros de Vigo y Figueruelas, respectivamente; quedan fuera del top 10. El resto de modelos de fabricación nacional son coches de lujo o furgonetas, dos tipologías que no están disgregadas por modelos en los datos publicados por la patronal.

El coche eléctrico más matriculado este 2022 en España es el Modelo 3 de Tesla con 2.337 unidades, casi el 10% del total. Le sigue la versión eléctrica del Fiat 500, con 1.587 turismos, el doble que en 2021.

Hay que tener en cuenta, también, que la crisis de los semiconductores ha convertido a fabricantes asiáticos como Kia, Toyota y Hyundai, en los principales vendedores de vehículos en España este 2022, desbancando a los tradicionales grupos europeos como Volkswagen, Stellantis o Renault. Aunque no se escapan de la crisis, las empresas de Asia tienen más facilidades para abastecerse de semiconductoras. En este sentido, las importaciones están generando una gran parte de las matriculaciones este año, también en los modelos que funcionan con carburantes.

El sector pide incentivos

La automoción lleva meses reclamando una política más activa por parte del Gobierno para acelerar la implementación de la movilidad eléctrica en España y dar salida a la producción propia. El principal talón de Aquiles es el retraso en el despliegue de la infraestructura de recarga, que echa para atrás a los compradores por miedo a quedarse sin combustible en los trayectos largos.

Más recientemente, el ejecutivo de Pedro Sánchez ha tumbado seis enmiendas a los Presupuestos Generales del Estado de la patronal para impulsar una reforma fiscal destinada a incentivar la compra de eléctricos y puntos de recarga. Se trata de medidas llevadas a cabo en Portugal y Alemania, sin las cuales la automoción ve difícil un rápido crecimiento de la cuota de coches verdes.

Mientras las diferentes fabricantes siguen adelante con sus planes para electrificar sus plantas, dado que a partir de 2035 la Unión Europea prohibirá la venta de coches con emisiones contaminantes dentro de sus fronteras. España tiene 12 años para consolidar su mercado si no quiere exportar todos estos modelos.

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