El declive de Desigual: vende un tercio que en 2014

La compañía ganó 3 millones de euros en 2021 y deja atrás los números rojos de 83 millones del primer año de la pandemia. Los ingresos no despegan a pesar de la reapertura de tiendas

El presidente y fundador de la firma de moda Desigual, Thomas Meyer. EFE/Alejandro García

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Desigual vende hoy un tercio de la ropa que comercializaba en 2014. Hace menos de una década, la compañía rozaba los 1.000 millones de euros de ingresos. Mientras, en 2021 la facturación fue de 371 millones, apenas el 3,4% más que el año anterior, marcado por el cierre de tiendas por los confinamientos, y muy lejos de los 963,5 millones de sus máximos. La empresa sí logró dar la vuelta a la cuenta de resultados y obtuvo unos beneficios de 3 millones frente a las pérdidas de 83 millones del ejercicio 2020.

La firma fundada por Thomas Meyer tiene camino por recorrer hasta volver a sus máximos. La organización quiere dejar atrás el objetivo de los 1.000 millones de ingresos que se fijó hace años. «El objetivo es ahora ser relevante, no puedo decir si seremos una empresa de 1.000 millones, 800 millones o 600 millones”, dijo en una comparecencia ante los medios de comunicación celebrada pocos días antes del primer estado de alarma en España.

El objetivo pasa por volver a influir, adaptándose a las nuevas tendencias. Y según los gurús, el futuro pasa por confeccionar una moda más sostenible que nunca. De esto Meyer sabe un rato: el origen del gigante no es otro que una tienda de ropa de segunda mano. «El stock de tejanos se nos acumulaba por lo que decidimos crear una cazadora que logramos colocar en varias tiendas multimarca».

Sin embargo, las cifras todavía no responden al cambio de rumbo de Desigual. Desde los máximos que tocaba en 2014 hasta 2021, la textil perdió el 62% de su facturación. «Primero hay que ser relevante –su obsesión– y luego ya será el momento de volver a crecer», añadía entonces. La travesía se topó con la pandemia y la hizo más larga de lo esperado. La organización ya asumía un 2019 y un 2020 complicados, pero las ventas apenas remontaron el pasado ejercicio.

La reapertura gradual de 2021 –las tiendas todavía estuvieron cerradas durante varias semanas en los principales mercados europeos– solo hizo que las ventas crecieran un 3,4% frente a 2020. Volvió a avanzar el negocio online que creció un 16% y ya supone 116 millones de los ingresos totales de 371 millones de euros. En la campaña comparable, la cifra había sido de 360 millones.

El recorte de metros cuadrados fue una de las razones por las que se truncó la remontada. Tiene camino por recorrer tras años de retroceso. La tendencia negativa comenzó en 2014, cuando la empresa ganó 134,8 millones de euros. La cifra fue decayendo año a año: 65,2 millones en 2015, 71 millones en 2016, 47 millones en 2017, 3 millones en 2018 y un rebote hasta los 7,5 millones en 2019. El retroceso no fue sólo de los beneficios. Las ventas también reflejaron los síntomas del agotamiento de los consumidores: desde los 963,5 millones que facturó en 2014 se pasó a los 589 millones millones de euros del año prepandemia.

Durante el año, la empresa mantuvo su política de cierre de tiendas y apostó por la innovación en el negocio digital. «El año 2021 fue un año de aceleración de proyectos, de crecimiento digital y un fuerte avance en la optimización de la red de tiendas que nos ha permitido volver a beneficios en el plazo que habíamos previsto», celebró Alberto Ojinaga, director general de Desigual.

A pesar del descenso de la facturación, Desigual no se vio obligada a endeudarse para equilibrar su cuenta de resultados. La firma de moda cerró 2021 con una caja positiva de 103 millones de euros. «Mantenemos una estructura financiera sólida que nos permite poner en marcha proyectos estratégicos clave para la nueva etapa de crecimiento de la compañía», explicó la sociedad en un comunicado.

Desigual recupera terreno en 2022

La compañía invirtió 33 millones de euros a lo largo del año pasado para «sentar las bases del crecimiento en 2022». Y, por el momento, lo logra. En el primer trimestre de 2022 las ventas crecieron un 15%. «Esperamos crecer a doble dígito durante todo el año a pesar de que el contexto económico ha sido complejo», añadió Ojinaga. Su aspiración, volver a expandirse una vez superada la pandemia.

Además de reformular las colecciones y sumar nuevos ingresos con la aceleradora de startups Awesome Labs, la compañía también aspira a asentarse en los beneficios con el recorte de costes que supone la nueva jornada laboral de 4 días, implementada en otoño de 2021. La empresa aprobó el recorte del 13% de las horas de trabajo a cambio de una reducción salarial del 6,5%.

Carles Huguet

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