Duro Felguera: la difícil tarea de ser juez mercantil en Gijón con miles de familias asturianas en el alambre
En Asturias, miles de familias están pendientes de la decisión que el Juez tome sobre la situación concursal de Duro Felguera
Empleados de Duro Felguera protestan en Gijón en noviembre de 2020. EFE
No debe ser fácil ser juez mercantil cuando de tú decisión dependen empleos de personas con las que te cruzas a diario en tú ciudad. En Asturias, miles de familias están pendientes de la decisión que tome el Juzgado Mercantil número tres de Gijón respecto a Duro Felguera.
La compañía ha agotado esta semana los plazos otorgados para negociar un plan de reestructuración que evite su entrada en concurso de acreedores y, previsiblemente, su liquidación.
Si el juez no atiende a la solicitud del grupo de disponer de algo más de tiempo para seguir negociando, hasta el próximo 31 de julio, se pondrá punto y final a más de cien años de historia industrial en Asturias. Así como al empleo de 1.500 personas, unas 4.000 sumando los trabajos indirectos que genera Duro Felguera.
Duro Felguera solicitó a finales de 2024 preconcurso de acreedores tras provisionar 100 millones por un litigio en Argelia
«Los sindicatos están por ahora tranquilos, creen que habrá acuerdo, no piensan que sea posible que el juez no acceda a dar algo más de tiempo para seguir negociando», dicen fuentes consultadas por este diario cercanas a Duro Felguera.
«Si hubiera concurso la gente se echaría a la calle, te lo aseguro, protestas como no había desde los ochenta», comentan. El Juzgado tiene hasta el miércoles para comunicar su decisión.
A finales del pasado año, un litigio en Argelia por un contrato llevó a Duro Felguera, que arrastra una situación crítica desde hace cerca de diez años, a provisionar 100 millones de euros.
La compañía no tuvo más remedio que solicitar al Juzgado su entrada en preconcurso de acreedores en diciembre, ante la perspectiva de una próxima situación de insolvencia.
La entrada en preconcurso permite a una compañía negociar durante un periodo de tres meses, ampliable, una reestructuración, estando blindada en ese periodo de la posibilidad de que un acreedor pueda instar el concurso.
El Juez a cargo del caso de Duro Felguera otorgó en marzo a la compañía una dispensa de otros tres meses para seguir negociando, ante la falta de acuerdo entre accionistas, acreedores, la Sepi y otros organismos públicos para reestructurar las cuentas.
El jueves pasado finalizó ese periodo -el apagón del 27 de mayo retrasó un día el proceso judicial-, sin que la compañía haya logrado un acuerdo definitivo.
La multinacional asturiana informó que ha presentado ante el Juzgado Mercantil «solicitud de extensión extraordinaria» para mantener las negociaciones hasta el próximo 31 de julio.
Y aseguró al regulador del mercado español, la CNMV, que contaba para ello con la «conformidad necesaria de los acreedores que puedan resultar afectados por la reestructuración».
En su comunicación a la CNMV, Duro Felguera indicó que realizaba dicha solicitud con apoyo en el artículo 607 de la Ley Concursal. Pero no está claro que la Ley Concursal contemple el beneplácito que pide la empresa.
Duro Felguera lleva cerca de 10 años en una situación crítica, investigada en la Audiencia Nacional por presuntos sobornos en Venezuela
La Ley 16/2022, de 5 de septiembre, de reforma del texto refundido de la Ley Concursal, indica en su Preámbulo que se regula la posibilidad «de prorrogar, por una sola vez, los efectos de la comunicación por un periodo adicional de tres meses (…)».
El artículo 607 dice que, antes de que finalice el periodo de tres meses a contar desde la comunicación de apertura de negociaciones con los acreedores, es posible «solicitar del juez la concesión de prórroga de los efectos de esa comunicación por un periodo de hasta otros tres meses sucesivos a la ya concedida«.
Quizá, en algún recoveco, exista en la Ley Concursal alguna posibilidad de que el Juez pueda decidir ampliar el periodo de prórroga de tres meses que contempla el texto normativo; o de que pueda ser flexible en sus decisiones ante un caso crítico como el de Duro Felguera. Pero explícitamente no parece que lo incluya.
«La Sepi está dispuesta a reducir los intereses que cobra a Duro Felguera para evitar el concurso», aseguran fuentes conocedoras de las negociaciones, que recuerdan que el asunto del litigio en Argelia está encauzado.
También señalan que el organismo público, lo que no va a hacer, es capitalizar deuda, cambiar deuda por acciones del grupo. «La Sepi no se lo puede permitir; si lo hiciera vendrían detrás otras muchas compañías pidiendo lo mismo», dicen.
«Es necesario un poco más de tiempo para fijar el principio de acuerdo alcanzado, también se aplicaría un ERE y se inyectarían unos 30 millones de euros, y se contaría con un préstamo ICO«, añaden.
«Uno o dos meses más, es lo que se está pidiendo al juez, nada más, no puede ser que no lo acepte», inciden. Pero por Gijón ya corre el rumor de que el magistrado no ve encaje legal para una nueva prórroga.
Duro Felguera, cerca de diez años en crisis
Duro Felguera lleva cerca de una década negociando refinanciaciones al límite con sus acreedores; acometiendo sucesivas ampliaciones de capital y cambios en el consejo de administración; casi diez años afrontando arbitrajes millonarios, deudas de cientos de millones con administraciones públicas, o un presunto caso de sobornos a políticos de Venezuela por el que está siendo investigada en la Audiencia Nacional desde 2017.
El impacto de la crisis del Covid estuvo a punto de dar la estocada final a la compañía, cuyos orígenes se remontan a mediados del siglo XIX, cuando Pedro Duro Benito levantó la Sociedad Metalúrgica de Langreo, en la parroquia de La Felguera, que se convirtió en uno de los pulmones industriales de España del siglo XX.
Duro Felguera fue la segunda compañía, tras Air Europa, en recibir el rescate de la Sepi
Las ayudas públicas concedidas por el Gobierno a empresas estratégicas afectadas por la crisis generada por la pandemia, salvaron a Duro Felguera. La multinacional asturiana fue la segunda compañía española, tras Air Europa, en percibir la ayuda requerida al fondo de rescate de la Sepi.
El organismo dependiente de Hacienda tardó solo 75 días en examinar y aprobar el rescate de Air Europa -475 millones-, y 193 días en sacar adelante el de Duro Felguera -120 millones-. En analizar y dar el visto bueno a las solicitudes de otras 28 compañías, la Sepi tardó de media 355 días.
La designación de un nuevo consejo de administración, la ayuda de la Sepi y la entrada en el grupo como principales accionistas de los mexicanos Grupo Prodi y Mota-Engil dio algo de aire a Duro Felguera. Pero no ha sido suficiente.
El grupo ha vuelto a registrar pérdidas y en noviembre fue cesado el anterior consejero delegado, Jaime Argüelles. Poco después el grupo solicitó entrada en preconcurso de acreedores.
Más de cien años de historia industrial, miles de familias, también el Gobierno -el concurso de Duro Felguera cuestionaría su rescate por parte de la Sepi- aguardan a la decisión que tome el juez estos días. Tremenda papeleta la del magistrado.