El ‘gafe’ de Tarragona con el turismo: apostó por Ucrania y Polonia como alternativa a Rusia

Tarragona tenía dudas sobre si el turismo ruso iba a ser tan potente en 2022 como lo fue antes de la pandemia porque su vacuna, Sputnik, no está homologada y decidieron acercarse a los polacos y ucranianos para reactivar el turismo

Varios vecinos recorren un mercado del centro de Reus. EFE/ Susanna Sáez

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Tarragona había puesto el foco este año en atraer turistas de Ucrania y Polonia, “dos países grandes, centroeuropeos y con ganas de viajar”. Se vislumbraba que podría ser un buen mercado, incluso se estaba promocionando y había contactos entre los operadores y el Aeropuerto de Reus para hacer vuelos directos, revela Xavier Guardià, portavoz de la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de la provincia (FEHT). Y todo esto antes de que estallara la guerra.  

En la provincia había dudas sobre si el turismo ruso iba a ser tan potente en 2022 como lo era antes de la pandemia porque su vacuna, Sputnik, no estaba homologada por Europa para viajar y aunque se estaba negociando, “no sabíamos cómo iba a acabar”.  

Decidieron entonces apostar por dos países cercanos, Ucrania y Polonia, donde la economía crecía a buen ritmo y se observaban “las necesidades culturales y de ocio” que tenían sus ciudadanos. Pero el conflicto lo ha cambiado todo. “Polonia tendrá resaca de país vecino”, si bien, está recibiendo todo el peso de la gente desplazada desde Ucrania. Mientras que este último país está totalmente paralizado y afectado por el conflicto. 

“Si una guerra no es buena noticia para nadie, menos para nosotros”, la confianza con Rusia se ha perdido y dos mercados en pleno crecimiento y muy atractivos se han visto gravemente afectados, indica. En consecuencia, intentarán atraer más turistas británicos, franceses, alemanes, irlandeses y holandeses. 

La iniciativa parte de Turespaña, la Agencia Catalana de Turismo y representantes del sector turístico de Costa Daurada (donde se encuentra FEHT), quienes han puesto en marcha un plan para mitigar la caída del turismo ruso en España, como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania. 

Antes de la pandemia, Tarragona era la provincia española más visitada por los rusos, concretamente la Costa Dorada. Y Cataluña, en general, concentraba el 60% de los turistas procedentes de este mercado que visitaban España. Según datos aportados por la Agencia Catalana de Turismo, en 2019 visitaron Cataluña 795.000 turistas rusos que gastaron 1.160 millones de euros y generaron un gasto medio por turista de 1.142 euros, situándose como el quinto mercado internacional que más ingresos dejó en la región. A nivel España (según datos del INE) 1,3 millones de turistas rusos viajaron a nuestro país ese año y gastaron 2.000 millones de euros, es decir, en Cataluña se concentró el 58% del gasto.  

“La particularidad del visitante ruso es que se mueve mucho, no se queda en el hotel, le gusta la playa, pero además le interesa la cultura, los monumentos, conocer la gastronomía y el vino. Tiene iniciativa y gasta más”, explica Xavier Guardià. Por este motivo, ya vieron un fuerte impacto de las cifras durante los dos últimos años con motivo de la pandemia. Las restricciones supusieron un desplome en 2020 de los ingresos, que se redujeron a 113 millones de euros, con una ligera recuperación en 2021.  

Las previsiones para 2022, antes de la guerra, eran aún muy restrictivas. Los asientos programados desde el febrero y hasta diciembre desde Rusia a España se limitaban a algo menos de 168.000 plazas, un 85% menos de lo programado en 2019. “Había dudas respecto a si iba ser o no un año de recuperación de turismo ruso, aunque contábamos con una parte. Al final, el mercado ruso tenía ganas de salir, como todos, lleva dos años sin moverse y nuestro destino, España, Cataluña, y más concretamente la Costa Dorada, siempre ha generado mucho interés allí”, añade el de FEHT.  

A partir de ahora todo lo que suceda con Rusia “es una incognitica”. No solo hay dudas sobre cuándo acabará el conflicto y de qué manera, también cómo evolucionará su economía y cómo serán las relaciones con Europa. En este sentido, recuerdan que el turismo ruso ya tuvo un fuerte descenso en el año 2015 a causa de varios factores de carácter político y económico, pero luego se recuperó. Y entienden que como Turquía es el principal destino de turismo ruso, “si hay movimiento se irán ahí”. 

De momento, Tarragona se centrará en potenciar la llegada de turistas españoles, que suponen el 50% de las pernoctaciones en la provincia, además de los franceses y británicos, que concentran otro 20%. “Un destino turístico maduro como es Costa Dorada tiene muchos mercados, pero en épocas de crisis vas jugando para intentar sacar adelante una buena temporada”. Esto ocurrió con la crisis financiera de 2008, recuerda, “los españoles se movieron menos y hubo más ingleses”.  

El plan para mitigar el impacto de la caída del turismo ruso puesto en marcha por Turespaña y la Agencia Catalana de Turismo para esta temporada de verano buscará aumentar la cuota de mercado en países donde el litoral tarraconense ya es un destino conocido. Entre las medidas anunciadas destacan, dos campañas de publicidad digital que se pondrán en marcha entre abril y junio en el metabuscador TripAdvisor y en la OTA Expedia, con el objetivo de captar viajeros y posicionar a los destinos más afectados, “con especial énfasis en Costa Daurada”.  

Además de viajes con prescriptores, prensa, influencers o agentes de viajes, y una potente campaña con contenidos exclusivos en los perfiles de las redes sociales de Turespaña. 

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