Escándalo en ciberseguridad: BeDisruptive afronta una fianza de 6,65 millones por presunta estafa
La empresa saltó a la primera línea mediática en 2023 tras el fichaje de la exvicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, que dejó la política para integrarse en el equipo directivo de la consultora
Comentarios
La firma BeDisruptive, consultora española especializada en ciberseguridad, atraviesa momentos complicados especialmente tras la decisión judicial que le obliga a consignar una fianza solidaria de 6,65 millones de euros, junto con sus directivos y socios fundadores, ante la investigación por presuntos delitos de estafa y falsedad documental según avanzó Cinco Días.
El auto del Juzgado de Instrucción número 38 de Madrid, fechado el 20 de noviembre de 2025, busca asegurar las eventuales responsabilidades económicas derivadas del proceso penal iniciado tras varias denuncias de entidades financieras e inversores.
La empresa saltó a la primera línea mediática en 2023 tras el fichaje de la exvicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, que dejó la política para integrarse en el equipo directivo de la consultora.
Sin embargo, el crecimiento fulgurante de la compañía se vio truncado por el impago de préstamos bancarios y nóminas, generando una situación de insolvencia que llevó a BeDisruptive a declarar el concurso voluntario de acreedores y, posteriormente, a la liquidación de sus activos.
El crédito vencido e impagado ascendía a más de 65 millones de euros en noviembre de 2024, con una deuda total superior a 90 millones de euros frente a bancos, fondos de inversión y la sociedad público-privada Cofides.
De la quiebra a las acusaciones de estafa
BeDisruptive fue fundada en 2016 bajo el nombre Disruptive Consulting como una boutique de servicios de ciberseguridad, con presencia en España y proyección internacional.
La compañía logró captar financiación de entidades relevantes como Sabadell , BBVA y CaixaBank , además del fondo público-privado Cofides.
El auge vino acompañado de una política de comunicación agresiva y el anuncio de importantes contratos internacionales, incluyendo una supuesta licitación del Gobierno de Costa Rica que iba a impulsar el desarrollo global de la empresa.
La denuncia, presentada por Beka Finance, señala que los responsables de BeDisruptive habrían aportado documentación falsa para conseguir financiación, haciendo creer a los prestamistas que la compañía mantenía un saldo de 120 millones de euros en un banco italiano y estaba a punto de cerrar contratos millonarios.
El informe policial y las pesquisas judiciales indican que el certificado bancario habría sido emitido desde un dominio simulado y que la cuenta utilizada como garantía fue clausurada en 2020, pese a que la empresa la presentó como vigente entre 2023 y 2024.
El magistrado del caso justifica la medida cautelar para evitar un posible delito de insolvencia punible y asegurar la viabilidad de cualquier futura reparación del daño económico.
Destaca que los investigados se negaron a declarar y señala indicios de engaño reiterado en la conducta de los gestores, que habrían obtenido financiación con base en hechos manifiestamente falsos. Si la compañía no deposita la fianza en cinco días, se procederá al embargo de bienes para cubrir la suma exigida.
Impagos y pérdida de confianza
La compañía, que llegó a formar parte de los principales actores en servicios avanzados SOC (Security Operation Center) y soluciones para infraestructuras críticas, terminó en proceso de liquidación tras la acumulación de impagos y la pérdida de confianza.
El concurso de acreedores fue solicitado por la banca y apoyado por la propia empresa en un intento de regularizar la situación, aunque sin éxito ante el alto volumen de deuda y la imposibilidad de reestructuración.
La querella penal interpuesta por los bancos fue inicialmente remitida a la Audiencia Nacional, que decidió no investigar al no apreciar repercusiones en la economía nacional que justificaran su competencia en el caso.
El proceso judicial se centra ahora en los tribunales ordinarios de Madrid. El crédito vencido afecta no solo a las entidades financieras sino también a decenas de trabajadores, proveedores y otros inversores que confiaron en la solvencia y proyección internacional de BeDisruptive
