Iberdrola hace la mayor apuesta española por la eólica marina pese al riesgo regulatorio

La denominada eólica 'off shore' será clave en España, aunque por el momento hay demasiada incertidumbre sobre su futuro inmediato

Iberdrola

El pte. de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán

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La eólica marina por fin parece que despega en España. Aunque lo hace bajo un contexto de máxima incertidumbre regulatoria. Pese a ello, hay importantes empresas que quieren coger la delantera. El principal ejemplo en España es Iberdrola. La energética presidida por Ignacio Sánchez Galán tiene el mayor número de proyectos ya en desarrollo público. 

Así ha trascendido esta semana en la presentación del ‘Libro Blanco de la Industria Eólica Marina’ elaborado por Deloitte para la Asociación Empresarial Eólica (AEE), y que ha sido prologado por la ministra de Industria, Reyes Maroto. En la exposición de las principales ideas por parte del director general de la organización Juan Virgilio Márquez, se ha puesto hincapié en las empresas que ahora mismo tienen proyectos ya en desarrollo público. 

Sin ir de manera conjunta a dichos proyectos, la empresa que de forma individual más está invirtiendo, y arriesgando, es Iberdrola. La energética tiene avanzados los proyectos de San Borondón (Canarias) con 240 MW; San Brandán (Galicia) con 500 MW; y San Cibrao (Galicia) con 500 MW. A esto se suma otros proyectos que se están iniciando, pero que todavía están en fases muy prematuras. 

El problema de esta apuesta de Iberdrola, así como del resto de promotores, es que existe una gran incertidumbre regulatoria que preocupa a todo el sector. La hoja de ruta desarrollada por la administración establece un desarrollo de 3 GW para 2030. Pero el tiempo no juega a favor. 

Los planes para desarrollar eólica marina, que debe ser flotante en el caso español por la peculiaridad geográfica de sus costas, tiene unos plazos de ejecución estimados en 8 años. Así, el plazo ya es muy ajustado. Sobre todo, porque en estos momentos ni siquiera ha salido a consulta pública cuestiones regulatorias como los planes de ordenación (POEM); las subastas; o la cuestión esencial de los puntos de conexión a la red. 

Máxima incertidumbre para las empresas 

El calendario aproximado que asumen como un éxito dentro de la patronal eólica es que a finales de este año salgan las consultas públicas, y para antes de mediados de 2023 esté la regulación disponible. Sobre todo, la subasta de potencia que permita saber la tipología de parques eólicos que se podrán desarrollar, y los precios que podrán tener en la venta de energía. 

De esta forma se podrá dar una seguridad total a los proyectos que ahora mismo hay en marcha. Y es que, cabe recordar, que todos los promotores que en estos momentos tienen desarrollada su inversión en la eólica marina española tan solo está sostenida por el papel. Es decir, no hay la certeza absoluta -aunque sí parcial por los análisis previos-, de que las zonas donde están los proyectos sean los elegidos en el POEM. 

La necesidad aprieta 

Según estiman desde AEE, es urgente disponer de un marco regulatorio actualizado y de una planificación concreta en el medio y largo plazo, que active en los próximos meses los trabajos de desarrollo de los parques que estarán en funcionamiento en 2029. Los trabajos de desarrollo implicarán puestos de trabajo en ingeniería, estudios, planificación industrial, consultoría ambiental, prestación de servicios desde las comunidades costeras, generando además un componente de empleo inducido muy significativo. 

De esta forma, asumen desde la principal organización eólica de nuestro país, España no puede desaprovechar las ventajas que tenemos por nuestra geografía, estructura industrial y experiencia del sector eólico. Las industrias que se verán beneficiadas gracias al desarrollo de eólica marina componen un tejido industrial competitivo (naval, obra civil, astilleros, puertos, etc.) que verán incrementar su actividad como el ‘Libro Blanco’ muestra en su análisis.  

El desarrollo de la eólica marina conlleva un efecto tractor para la economía del país. No se puede perder más tiempo y aprovechar que España cuenta con las condiciones y factores necesarios para desarrollar una potente industria eólica marina, que ayude a acelerar la transición energética hacia fuentes renovables eficientes y limpias, y contribuya a generar una electricidad más barata y sostenible, aseguran desde la asociación. 

Raúl Masa

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