Lizarran y la sombra de burbuja: más restaurantes pero menos ventas

El grupo de restauración Comess cerrará 2018 con una facturación de 125 millones, lejos de las expectativas anunciadas en enero

El 2018 del grupo de restauración Comess se quedó lejos de lo esperado. El operador de la marca Lizarran vio como sus ventas se quedaron en 125 millones de euros; lejos de las cifras previstas a pesar de incrementar la red de restaurantes tanto en España como a nivel internacional.

Los números hechos públicos por la empresa se quedan a 25 millones de los 150 millones de ingresos prometidos durante el pasado mes de enero. Además, la compañía tampoco cumplirá su objetivo de aperturas pues, con 40 nuevos establecimientos, le faltarán 10 locales para alcanzar el crecimiento esperado.

Tampoco logró su meta en creación de empleo. Si se había propuesto generar 550 puestos de trabajo en 2018, se tuvo que conformar con 500.

De este modo, parecen lejanas las palabras del presidente de Comess Group, Manuel Robledo, el pasado mes de marzo, cuando anunció que el objetivo en el siguiente trienio era disparar los ingresos el 150% tras cerrar el ejercicio 2017 con una facturación que rozaba los 150 millones de euros.

El lado positivo del 2018 de Lizarran

A pesar de las cifras, el directivo trató de destacar el «desarrollo internacional» de la empresa con el aterrizaje en México y Japón.

«Ha sido un año muy importante para nosotros, pues hemos crecido a nivel nacional con nuevas marcas y a nivel internacional con Lizarran», destacó Robledo. 

Además, Comess lanzó en 2018 la marca Casa García y adquirió los derechos de masterfranquicia de Pieology –una nueva pizzería– The Counter, The Build y Coldstone Creamery.

Economía Digital

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