Los beneficios de los fabricantes de coches en España se desplomaron un 80% por la pandemia

Las ventas descendieron casi un 13% hasta los 59.987 millones de euros. Las ventas todavía están un 30% por debajo de los niveles 'precoronavirus'

La fábrica de Seat en Martorell. EFE

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

La factura del coronavirus a la industria de la automoción española ya tiene cifras. Los fabricantes afincados en España sufrieron un descenso de las ventas del 13% hasta los 59.987 millones de euros y un desplome de las ganancias de casi el 80% hasta los 189,9 millones. En 2021, los volúmenes están lejos de la pandemia y las matriculaciones son todavía un 30% inferiores a las que había antes de la explosión de la pandemia.

La patronal de fabricantes Anfac presentó este martes el informe anual sobre la evolución del sector. La campaña 2020 no se puede desligar de la Covid-19, que obligó a cerrar las fábricas durante varias semanas y segó las ventas tanto por la bajada de persiana de los concesionarios durante el primer estado de alarma como por la incertidumbre económica que acompañó al año hasta su fin.

«Los datos son el reflejo del durísimo impacto que la crisis del coronavirus tuvo sobre la industria. El cierre de toda la cadena de valor durante casi dos meses queda reflejando en estas caídas de ventas y de producción históricas», lamentó el director general de la asociación, José López-Tafall.

Con la crisis existente, las inversiones en el país bajaron un 31% hasta los 1.930 millones. El dato eso sí está alineado con los aproximadamente 2.000 millones de inversiones medias que ha habido en el último lustro.

La crisis de los microchips es igualmente profunda

Si 2020 fue un año marcado por el coronavirus, 2021 es el ejercicio de la falta de semiconductores. López-Tafall lamentó como a la crisis sanitaria la ha sucedido la escasez de microchips, que ha obligado a cierres temporales en las plantas españolas y a recurrir de nuevo a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).

Anfac calcula que en septiembre se comience a regularizar la falta de piezas, aunque admite que el problema se prolongará probablemente hasta el año que viene. No será hasta el último trimestre de 2022 cuando se pueda dar por olvidado el contratiempo.

De este modo, la crisis de los microchips ya iguala la factura de la del coronavirus en la producción de vehículos. La fabricación en España cayó un 19% hasta mayo frente a 2019, el mismo retroceso que tuvo en todo el año pasado. «Mayo fue un mes especialmente malo, el descenso fue del 28%», comparó López-Tafall.

La organización no se atreve a avanzar previsiones de producción para 2021 y 2022 precisamente por la incertidumbre motivada por la escasez de semiconductores.

Carles Huguet

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp