El acuerdo comercial entre EEUU y la UE libra al automóvil de un golpe de 6.300 millones

La Comisión Europea logra el compromiso de rebajar los aranceles a los coches al 15% general si abre el mercado común a determinadas exportaciones estadounidenses, como productos pesqueros o cárnicos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. ECONOMÍA DIGITAL

El acuerdo entre Estados Unidos y la Unión Europea para evitar una guerra comercial entre ambos bloques ha evitado el peor de los escenarios para el sector de la automoción europeo, gravado desde abril con un arancel del 25% y una tasa efectiva del 27,5%. Los derechos de entrada para los coches fabricados en los Veintisiete serán del 15%… pero solo si la Comisión inicia los trámites para abrir el mercado común a productos agroalimentarios procedentes de Estados Unidos.

La Unión Europea exportó vehículos a Estados Unidos por valor de 50.889 millones el pasado 2024. La diferencia entre aplicarle el 27,5% de arancel o el 15% fijado una vez comiencen a tramitarse las proposiciones legislativas (que la UE se ha comprometido a hacer antes de que termine el mes), supone unos 6.300 millones de euros de diferencia a la cuantía del año pasado. Aunque no tiene en cuenta los efectos que un encarecimiento de la importación de vehículos tendrá en el mercado americano.

La automoción es uno de los principales motores de la industria europea y representa un sector clave en países como Alemania, que concentra el grueso de las exportaciones, con más de 32.000 millones de ventas a Estados Unidos. Si bien las exportaciones de vehículos españolas son limitadas (en torno a 400 millones), la cadena de valor de componentes y piezas es fundamental para el tejido productivo español, por lo que un encarecimiento (y potencial enfriamiento) a nivel europeo tiene claras consecuencias en nuestro país.

De hecho, los últimos datos de comercio exterior publicados por el Ministerio de Economía, de junio, ya arrojan una caída de las ventas en el sector del automóvil del 8,9%, tanto en automóviles (-8,4%) como en componentes (-10,3%). Si hace un año el saldo comercial era positivo, con más ventas por valor de 4.845,2 millones hasta junio, esa diferencia se ha reducido a más de la mitad en el primer semestre del año, hasta los 2.140,5 millones.

El acuerdo conocido este jueves pone negro sobre blanco el pacto político que alcanzaron el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a finales del mes pasado en Escocia, donde acudió la líder alemana durante una visita a un campo de golf privado del magnate norteamericano.

El pacto establece un arancel máximo del 15% para la gran mayoría de productos provenientes de Europa, pero fija tarifas reducidas para determinados productos, como a recursos naturales no disponibles como el corcho, todas las aeronaves y piezas de aeronaves, medicamentos genéricos y sus ingredientes, y precursores químicos.

Tampoco se gravará por encima de ese 15% a productos como los productos farmacéuticos o los semiconductores, uno de los principales temores del Ejecutivo comunitario.

Peor suerte han corrido las bebidas espirituosas, uno de los productos clave que la Comisión Europea quería introducir dentro de los aranceles mínimos (con ventas por valor de 8.900 millones el año pasado) pero que, de momento, no ha conseguido vencer las resistencias de la Casa Blanca.

De acuerdo con los datos de 2024 publicados por Eurostat, Europa vendió a Estados Unidos 77.500 millones de euros en productos médicos y farmacéuticos, 42.300 millones en medicamentos y 38.900 millones en coches y vehículos de motor.

Al otro lado, se importaron 42.100 millones en productos petrolíferos, 33.000 millones en medicamentos y 26.800 millones en motores no eléctricos.

La Unión Europea cerró 2024 con un superávit comercial con Estados Unidos de 198.200 millones, una de las principales razones por la que la administración estadounidense decidió la imposición de los mal denominados «aranceles recíprocos».

«Este no es el fin, es el principio», dijo el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, en rueda de prensa desde Bruselas para presentar el detalle del acuerdo comercial. El responsable comunitario insistió en la importancia de este acuerdo, negociado casi a contrarreloj, en tanto que «atrae confianza, estabilidad y refuerza» el lazo con Estados Unidos. Sin este pacto, la única respuesta habría sido la guerra comercial y, insistió, «la escalada política no beneficia a nada». «No es teórico: son casi cinco millones de puestos de trabajo europeos y pymes en peligro», zanjó.

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