Los hospitales recurren a medicinas equivalentes para reducir costes

Los responsables de compras se quejan de que muchos fármacos tienen precios excesivos

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Los hospitales del Consorci de Salut i Social de Catalunya, unos 20 centros que no dependen directamente de la Generalitat, utilizarán la compra de medicamentos equivalentes para reducir el coste de los fármacos de laboratorio. El Consorci ha justificado sobre bases técnicas y científicas la adquisición de medicamentos que, aunque no tengan el mismo principio activo, han sido validados para tratar las mismas enfermedades.

La incorporación del equivalente de la marca comercial Eporatio rebaja hasta en un 30% el precio de otros medicamentos equivalentes como el Eprex, utilizados en pacientes con anemia. La primera opción tiene un coste de 31,31 euros para 20.000 unidades internacionales, mientras que el Eprex tiene un coste de 89,97 euros por 40.000 unidades internacionales.

Costes desorbitados

Farmaindustria, la federación que agrupa los laboratorios considerados como ‘creadores’ ha demandado a la Generalitat por avalar la compra de este tipo de productos, ya que considera que “no cuentan con los mismos principios activos y tienen indicaciones terapéuticas diferentes”.

La demanda de Farmaindustria revive, aunque con nuevos matices, una vieja batalla judicial: la de los laboratorios “innovadores” contra los de los genéricos que suelen aprovechar algún resquicio en la formulación para intentar introducir medicamentos hasta 10 veces más económicos.

Sistema de patentes

Los hospitales, cada vez con menos recursos, intentan comprar al menor coste y los equivalentes terapéuticos serán su nuevo caballo de batalla. “Muchos fármacos tienen precios desorbitados que los hospitales no pueden pagar. Los laboratorios tienen beneficios abusivos, casi obscenos y habrá que idear nuevas fórmulas para intentar bajar estos precios”, explica una fuente cercana a los centros de salud concertados.

La nueva medida ha sido bien recibida por los fabricantes de genéricos y por buena parte del sector médico en los hospitales. “Si la autoridad reguladora dice que es un equivalente, es que se trata de un equivalente. Farmaindustria recurre habitualmente a la deformación e incluso a la mentira, en ocasiones con fuerte componente demagógico, cuando trata de defender sus privilegios resultantes del sistema de patentes”, explica Joan Ramon-Laporte, director de la Fundació Institut Català de Farmacologia.

Economía Digital

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