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Galán compra un millón de acciones de Iberdrola en plena expansión del grupo en EE UU y Reino Unido
El presidente de la eléctrica desembolsó más de 15 millones de euros en la ampliación de capital
Archivo – Ignacio Sánchez Galán En Nueva York
Ignacio Sánchez Galán ha comprado un millón de acciones de Iberdrola en plena expansión de la compañía en Estados Unidos y Reino Unido. El presidente del grupo energético ha desembolsado más de 15 millones de euros para reforzar su participación en la compañía en mitad de la ampliación de capital de 5.000 millones para financiar su crecimiento en redes en los países anglosajones.
Según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) consultados por este medio, el máximo directivo de Iberdrola ejecutó la compra el pasado 23 de julio, cuando la compañía lanzó y culminó con éxito la ampliación de capital anunciada.
La operación se llevó a cabo a un precio unitario de 15,38 euros por acción, lo que supone un desembolso de 15,38 millones de euros para Ignacio Sánchez Galán.
Además, el presidente de la energética ha recibido otras 317.097 acciones como parte de la retribución flexible vía dividendo aprobado por la junta general de accionistas de Iberdrola.
Se trata del mayor accionista a título individual de Iberdrola, con un paquete accionarial de 17 millones de títulos. A precios actuales del mercado, la cartera de Galán está valorada en unos 261 millones de euros.
Iberdrola, a la conquista de las redes de EEUU y Reino Unido
El refuerzo del directivo en Iberdrola se produce en mitad de la estrategia expansiva del grupo por conquistar las redes de Estados Unidos y Reino Unido, para la cual realizó una ampliación de capital de 5.000 millones la semana pasada.
La compañía llevó a cabo esta operación para acometer las «históricas oportunidades de inversión» en redes eléctricas en países de alta calificación crediticia y regulación atractiva, mientras preserva su solidez financiera y su política de dividendos.
Se trata de países con marcos estables, «predecibles e incentivadores» y con rating crediticio A, en los que la multinacional lleva poniendo el foco los últimos meses.
Según explicó Iberdrola, la operación tendrá impacto positivo en el beneficio por acción de la compañía y servirá para reforzar las perspectivas de crecimiento de un dígito medio-alto en el beneficio neto hasta el final de la década.
La ampliación de capital se da tras la publicación de los marcos tarifarios en Nueva York y Maine, junto con la regulación RIIO-T3 para el transporte de electricidad y la evolución de los marcos ED2 y ED3 en el Reino Unido.
Estos nuevos marcos regulatorios para los próximos años en el Reino Unido y Estados Unidos, específicamente en la actividad de transporte de electricidad en el país británico y en las de transporte y distribución en el estado de Nueva York, configuran una oportunidad de inversión sin precedentes en el negocio de redes cifrada en 55.000 millones de euros a nivel global en el período 2026-2031.
Esto supone para Iberdrola un incremento del 75% frente al sexenio anterior y una rentabilidad sobre fondos propios media estimada de alrededor del 9,5% en términos netos.
La compañía prevé que la base de activos en redes supere los 90.000 millones de euros en 2031, frente a los 30.000 millones de 2020. Con esta operación, que tendrá impacto positivo en el beneficio por acción de la compañía, se refuerzan las perspectivas de crecimiento de un dígito medio-alto en el beneficio neto hasta el final de la década.
Pese a la política energética de Donald Trump y la incertidumbre regulatoria respecto a las renovables, Iberdrola cuenta con un 80% de su negocio en redes y mantiene buenas relaciones con la administración actual.
Meses atrás, el propio Galán presentó a los responsables energéticos estadounidenses su plan de inversión de 20.000 millones para redes eléctricas en el país e incluso acudió como invitado a una cena de Estado exclusiva con el Emir de Catar y Donald Trump el pasado mayo.
Iberdrola registró un beneficio neto en el primer semestre de 2025 de 3.562 millones de euros, un 14% menos por la venta de las instalaciones de generación térmica en México. Sin esos extraordinarios, la compañía aumentó su beneficio en el periodo un 20%. En cuanto al apagón, la energética registró un impacto negativo de 135 millones.