Saracho recurre a informes de BBVA y Sabadell para justificar el «deterioro» contable del Popular 

El último presidente de Banco Popular presentó su oposición al recurso de reforma planteado por la Aemec contra el Auto del Magistrado de la Audiencia Nacional, José Luis Calama 

Emilio Saracho, expresidente de Banco Popular. EFE

Emilio Saracho, expresidente de Banco Popular. EFE

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Emilio Saracho, expresidente de Banco Popular, se ha sumado a la ola reaccionaria que ha generado el Auto del Juez de la Audiencia Nacional, José Luis Calama. El último presidente de la entidad extinta presentó el pasado 15 de marzo su oposición al recurso contra el Auto que planteó la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec).  

Este grupo representado por el bufete internacional Cremades & Calvo-Sotelo solicitó el pasado 13 de marzo al Juez el enjuiciamiento de Saracho al considerar que fue él quien condujo al banco a la pérdida deliberada de liquidez. Ángel Ron, expresidente del Popular encausado por Calama se adhirió a éste.  

La respuesta del expresidente del Popular no se ha hecho esperar. Jesús Santos Alonso (Baker McKenzie), Carlos Gómez-Jara Díez (Corporate Defense) y José María Alonso, encargados de defender a Saracho, redactaron un escrito de oposición al que ha tenido acceso este medio en el que sostienen que el recurso de Aemec incluye valoraciones «diametralmente opuestas» al Auto de Calama. 

Saracho se defiende con las valoraciones de bancos que accedieron al data room del Popular  

La defensa remarca que Saracho se encontró un banco con una contabilidad «deteriorada» y para ello utiliza hasta tres informes de BBVA, Sabadell y Bankia que lo prueban. Los tres bancos accedieron al data room que el Popular abrió a principios de mayo de 2017. Este proceso se hizo para que las entidades interesadas en la adquisición del banco analizasen con detalle su balance. 

El escrito formulado por la defensa de Saracho incluye que Banco Santander, Bankia, BBVA y Banco Sabadell accedieron al data room y, «tras examinar la contabilidad y cuentas del Popular, ninguna entidad realizó oferta alguna«. 

Este argumento, que Saracho rescata del Auto de Calama, choca «frontalmente» con la visión que sostiene Aemec en su recurso. La Asociación reitera que el último presidente del Popular tenía la idea primaria de rebajar el precio de la acción para abaratar una hipotética operación corporativa.  

Esto, a juicio de los defendidos por Cremades & Calvo-Sotelo, fue una «alternativa claramente ajena a la gestión de un leal administrador». 

La oposición a este recurso indica que, si las intenciones de Saracho hubieran sido rebajar a 0 euros el precio de la acción del Popular, el banco «habría recibido un ‘aluvión’ de ofertas de otras entidades (…), y la situación fue precisamente la contraria». 

Déficit milmillonario 

Saracho refuerza su tesis de que se encontró un banco con serios problemas contables incluyendo los tres informes de Sabadell, Bankia y BBVA. Las tres firmas sostuvieron que Popular requería de capital para fortalecer su balance, al cual consideraron que estaba «seriamente deteriorado», tal y como detalla el expresidente. 

El directivo adjunta una parte del Documento 2 denominado «Zenit Inmuebles Adjudicados» que elaboró Banco Sabadell y que señala que el Popular necesitaba en aquel entonces «provisiones adicionales» que ascendían hasta 4.224 millones de euros. El propio banco catalán desgrana que este déficit se hubiera producido en un escenario «realista». 

La defensa también incluye parte de un informe elaborado por Bankia que detalla que el Popular «adolecía de un déficit de 4.026 millones de euros». 

Emilio Saracho, expresidente de Banco Popular, en la Junta de Accionistas de 2017. EFE
Emilio Saracho, expresidente de Banco Popular, en la Junta de Accionistas de 2017. EFE

Por último, incluye un párrafo de un análisis que realizó el BBVA, que indicó que el «Popular necesita al menos 3.300 millones de euros según nuestras estimaciones para restaurar las ratios de capital hasta el nivel del 10,5% CET1 fl y mejorar la cobertura de Activos No Productivos (…)».  

Tras ello, la entidad hoy liderada por Carlos Torres concluyó añadiendo que «en el mercado se habla de 3.000 y 5.000 millones de euros». 

BBVA contabilizó un déficit de provisiones de 10,8 millones de euros, mientras que Santander cifró la carencia contable de 7,8 millones de euros. 

Sin ofertas por el Popular  

La defensa de Saracho destaca que, con esos informes, «no resulta en absoluto coherente con la tesis acusatoria de Aemec que el Sr. Saracho pretendiera realizar comunicaciones informativas falsas con el objetivo de facilitar una operación corporativa a bajo precio (…)».  

Los abogados ironizan con la «salud financiera admirable» que tenía el Popular y lo hilan con falta de ofertas que el banco recibió. 

Este argumento dista del que incluye Aemec en su recurso contra el Auto de Calama, en el que considera que Saracho quiso vender el banco al menor precio posible. La Asociación que representa a más de 7.000 afectados por el descalabro de la entidad tilda a la gestión de Saracho de «nefasta y fraudulenta«, como informó este diario. 

Los afectados por la caída del banco remarcan en su recurso que Saracho tomó las riendas de la compañía con 12.000 millones de euros en caja.  

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Alejandro Montoro

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