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Marcha atrás en Sareb, que deja fuera las viviendas de Árqura del plan social del SEPES
La sociedad se reserva la finalización de las obras y entrega al Sepes los terrenos para futuros desarrollos
La nueva empresa pública de vivienda tiene su origen en el Sepes.
Sareb no entregará la totalidad de los activos de Árqura al Sepes, la entidad pública de suelo dependiente del Ministerio de Vivienda. El traspaso se limitará a parte de los terrenos residenciales, mientras que las promociones ya iniciadas seguirán bajo el control de la sociedad, que asumirá la finalización de las obras para garantizar la seguridad jurídica de los compradores y de las reservas comprometidas.
La decisión supone un ajuste sobre el plan inicial, que contemplaba la transferencia a la nueva empresa pública de vivienda de unas 40.000 viviendas y 2.400 suelos procedentes de Sareb.
Sin embargo, fuentes del mercado explican que no tendría sentido interrumpir promociones en curso y trasladar compromisos adquiridos a otra entidad.
«Lo lógico es que Sareb concluya los proyectos en marcha. Traspasarlos a un tercero generaría inseguridad jurídica y problemas con compradores que ya tienen reservas activas», señalan.
El movimiento afecta especialmente a Árqura Homes, la sociedad participada por Sareb, que concentra una parte sustancial del mejor suelo finalista de la entidad.
En los últimos meses, Árqura había ralentizado sus procesos de venta para adaptarse a la decisión del Gobierno de incluir sus activos dentro del plan de vivienda asequible. El Ejecutivo pretende que el Sepes sea el organismo encargado de organizar y gestionar los nuevos desarrollos, con el objetivo de ampliar el parque de vivienda pública en alquiler.
De este modo, Sareb se centrará en cerrar las promociones que ya se encuentran en construcción, mientras que el Sepes asumirá el desarrollo de los nuevos proyectos sobre los terrenos transferidos. El diseño de la política de vivienda asequible queda, por tanto, en manos del organismo dependiente de Vivienda, que coordinará los plazos y condiciones de las futuras licitaciones.
Entre los suelos que se traspasarán figura también el Proyecto Viena, uno de los grandes paquetes residenciales de Sareb. Según explican fuentes cercanas a la operación, en la transferencia se incluirán tanto suelos de Árqura como de Viena.
«No es correcto decir que las primeras viviendas serán las de Viena. Lo que está previsto es un bloque de 2.400 suelos, entre los cuales se encuentran los de este proyecto. Una parte muy importante del conjunto formará parte de la cesión, aunque aún no está definido si será el 100%«, apuntan.
La estrategia busca simplificar el esquema de gestión: Sareb cumplirá sus compromisos adquiridos, evitando conflictos contractuales con clientes, y el Sepes tomará el relevo en la promoción de nuevas viviendas, reforzando el papel del Estado como promotor de vivienda asequible.
Sareb, al rescate del Ministerio de Vivienda
El Ministerio de Vivienda, que dirige Isabel Rodríguez, ha fijado como una de sus prioridades multiplicar la oferta de alquiler social en los próximos años, y el traspaso de activos de Sareb constituye la piedra angular del plan.
El traspaso parcial no cambia, en esencia, el objetivo político del Gobierno, pero sí matiza los tiempos y la ejecución. Sareb, que nació en 2012 como la sociedad para dar salida a los activos tóxicos del sector financiero, encara así una de sus últimas etapas con un papel inesperado: el de garante del cumplimiento de proyectos residenciales que deberán servir de puente hacia la política pública de vivienda.
En definitiva, el acuerdo confirma que el traspaso de Sareb al Sepes no será total ni inmediato, pero sí lo suficientemente amplio como para poner en marcha la mayor operación de vivienda asequible en décadas. Mientras tanto, las promociones en marcha seguirán avanzando bajo el paraguas de Sareb hasta su entrega, para después ceder el testigo al Estado en la construcción de nuevos hogares.