Semana redonda para Grifols: logra autorizaciones en EE UU y Alemania, con Austria en el radar
La farmacéutica catalana consigue la autorización para aplicar en niños el tratamiento Thrombate III e iniciar la comercialización de su concentrado dirigido a los pacientes con deficiencia de fibrinógeno
Sede de Grifols en Barcelona. Foto: Europa Press.
Grifols vive una semana redonda. A lo largo de los últimos siete días, la compañía capitaneada por Nacho Abia ha recibido varias autorizaciones para algunos de los tratamientos que comercializa en Alemania y Estados Unidos. A la vez, tiene en su punto de mira a los mercados de Austria y España, donde espera que en los próximos meses se produzcan avances en el proceso para comercializar diversos productos.
Se trata del concentrado desarrollado por la farmacéutica catalana para abordar la deficiencia de fibrinógeno, una sustancia fundamental en el proceso de cicatrización de las heridas y freno de la pérdida de sangre, así como el tratamiento Thrombate III, dirigido a pacientes diagnosticados con deficiencia hereditaria de antitrombina, un trastorno que afecta a la coagulación sanguínea.
Lluvia de autorizaciones
La compañía acaba de recibir luz verde en Estados Unidos para extender a pacientes pediátricos la aplicación de Thrombate III, que se utiliza para tratar y prevenir el tromboembolismo antes, durante y después de intervenciones quirúrgicas y el parto.
Las personas que sufren el trastorno presentan un riesgo superior al promedio de desarrollar coágulos sanguíneos anormales. Dado que los pacientes acostumbran a necesitar anticoagulación, los tratamientos más habituales pasan por la reposición de antitrombina mediante un concentrado o una transfusión de plasma fresco congelado.
Hace tan solo unos días también ha recibido el beneplácito del Instituto Paul-Ehrlich, la autoridad competente alemana, para tratar la deficiencia de fibrinógeno. Se trata de la primera aprobación regulatoria que recibe dentro del territorio comunitario el concentrado que ha desarrollado Biotest, la filial germana de la firma de hemoderivados.

Grifols prevé producir el tratamiento en las instalaciones que tiene desplegadas en Dreieich y comercializarlo en Alemania bajo la marca Prufibry. En Europa, tiene la vista puesta en Austria y España, donde también ha emprendido un procedimiento regulatorio descentralizado, con el que espera obtener la autorización necesaria para comenzar a vender el tratamiento el próximo año.
El concentrado que comercializa Grifols es uno de los tratamientos empleados para tratar la deficiencia de fibrinógeno. La elevada purificación del producto permite una reposición rápida de los niveles, a diferencia de otras opciones disponibles en el mercado, que requieren de la administración de grandes volúmenes.
Dulce momento para Grifols
La compañía del sector farmacéutico vive un dulce momento después de dar a conocer que entre enero y septiembre ha cuadruplicado su beneficio neto al alcanzar los 304 millones de euros, ha elevado un 7,7% los ingresos a tipo de cambio constante hasta los 5,542 millones de euros y ha incrementado en un 24,5% el Ebitda ajustado hasta los 1.358 millones de euros.
En la consecución de las cifras, ha jugado un papel esencial Biopharma, que ha engrosado los ingresos por encima del 9% hasta enfilarse a los 1.865 millones de euros. El principal motor de crecimiento ha continuado siendo la franquicia de inmunoglobulinas, que ha ingresado un 14,4% más.
A pesar de los resultados obtenidos, la firma ha enfatizado que su foco continúa posado sobre la reducción del apalancamiento, que se ha recortado en cerca de un punto a lo largo de los nueve meses.
La familia fundadora recupera terreno
En las últimas semanas, la familia Grifols Roura se ha afianzado como principal accionista de la multinacional al incrementar hasta el 15,204% la participación basada en derechos de voto atribuibles a las acciones. La operación tuvo lugar tras la fusión de los family offices Deria y Ralledor Holding realizada para optimizar la gestión del patrimonio familiar, simplificar la estructura de la sociedad y establecer un modelo de sucesión ordenado para las próximas generaciones.
Una de las primeras consecuencias del movimiento fue la incorporación de Raimon Grifols Roura y Víctor Grifols Deu al consejo de administración de Deria, del cual ya formaban parte Enrique Grifols Roura, Nuria Grifols Roura y Albert Grifols Roura.

Más allá, la compañía ha creado una comisión de estrategia dentro de su consejo de administración encabezada por la presidenta no ejecutiva de Grifols, Anne-Catherine Berner y conformada por los consejeros dominicales Raimon Grifols Roura y Víctor Grifols Deu, el consejero externo Tomás Dagá Gelabert y el consejero independiente Íñigo Sánchez-Asiaín Mardones.
De esta manera, dos miembros de la familia fundadora, Grifols Roura y Grifols Deu, vuelven a tomar peso dentro de la toma de decisiones de la compañía, después de que ambos dejaron de desempeñar funciones ejecutivas a raíz del estallido de la crisis desencadenada por los ataques del fondo bajista Gotham City Research.