Sony recorta un 28% el impacto de los aranceles de Trump: superan los 280 millones

Mando y juegos de PS4

Mando y juegos de PS4. Foto: Tomáš Sova en Pixabay

Sony ha vuelto a demostrar su capacidad para sortear las turbulencias del comercio internacional y los desafíos regulatorios. La compañía japonesa cerró el segundo trimestre de su año fiscal —entre julio y septiembre de 2025— con un beneficio neto atribuido de 361.968 millones de yenes (2.033 millones de euros), lo que representa un aumento del 7% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.

Este avance consolida el momento positivo de la multinacional, que además ha revisado al alza sus previsiones anuales de ingresos y beneficios, impulsada por la reducción del impacto de los aranceles estadounidenses y el buen comportamiento de sus divisiones más rentables, especialmente videojuegos, música e imagen.

Según el comunicado de la empresa, la cifra de negocio ascendió a 3,1 billones de yenes (17.410 millones de euros), un 4,4% más que el año pasado, lo que demuestra la fortaleza de su modelo diversificado en un entorno global aún marcado por las tensiones comerciales y las fluctuaciones del yen.

Los aranceles de Trump: un golpe mitigado

Uno de los datos más destacados del informe financiero es la reducción del impacto estimado de los aranceles impulsados por la Administración Trump, que afectaron especialmente a productos electrónicos y de entretenimiento fabricados en Asia.

Sony ha logrado recortar un 28,5% la factura prevista, que pasa de los 70.000 millones de yenes (393 millones de euros) calculados en agosto a 50.000 millones de yenes (281 millones de euros). Esta cifra supone la mitad del impacto inicialmente estimado cuando se anunciaron las medidas.

La compañía ha conseguido esta mejora gracias a ajustes en su cadena de suministro, acuerdos logísticos más eficientes y una mayor diversificación geográfica de su producción, reduciendo así la exposición directa a los aranceles impuestos sobre bienes tecnológicos importados a Estados Unidos.

La optimización de nuestras operaciones internacionales y la agilidad de nuestra estructura de costes han sido claves para contener el impacto de los aranceles y proteger nuestra rentabilidad”, señaló un portavoz de Sony en declaraciones a medios japoneses.

Videojuegos y música, los motores del crecimiento

El negocio de videojuegos continúa siendo el principal pilar de crecimiento de Sony, con una facturación de 1,1 billones de yenes (6.230 millones de euros), un incremento del 3,7% interanual. La compañía sigue capitalizando el éxito de su consola PlayStation 5, el ecosistema digital de PlayStation Plus y el crecimiento de su catálogo de juegos exclusivos.

La división de música experimentó un crecimiento aún más notable, con un aumento del 21%, hasta alcanzar 542.361 millones de yenes (3.046 millones de euros). Este resultado se explica por el auge del streaming musical, las sincronizaciones audiovisuales y la expansión del catálogo de Sony Music, que continúa consolidando su posición entre los gigantes del sector.

En contraste, la división de cine registró una ligera caída del 2,7%, hasta 346.033 millones de yenes (1.943 millones de euros), en parte debido a la ralentización del mercado de estrenos internacionales y al reajuste en la producción de grandes franquicias.

Sin embargo, el área de imagen, que incluye cámaras, sensores y equipos profesionales, creció un sólido 14,8%, alcanzando 614.642 millones de yenes (3.452 millones de euros), impulsada por la demanda en la industria automotriz y los dispositivos móviles de alta gama.

Un mando de Playstation 5
Un mando de Playstation 5. Foto: Mario Cvitkovic en Pixabay

Resultados semestrales y previsiones optimistas

En el acumulado del primer semestre fiscal (abril–septiembre), Sony registró un beneficio neto de 598.877 millones de yenes (3.363 millones de euros), un 5% más que en el mismo periodo del año anterior. Los ingresos totales alcanzaron los 5,73 billones de yenes (32.180 millones de euros), un 3,4% más en términos interanuales.

De cara al cierre del ejercicio —previsto para el 31 de marzo de 2026—, la compañía ha revisado al alza sus previsiones anuales, esperando ahora una facturación de 12 billones de yenes (67.390 millones de euros), un 3% superior a la estimación anterior.

Asimismo, Sony ha elevado un 8% su proyección de beneficio neto atribuido, hasta 1,05 billones de yenes (5.900 millones de euros), reflejando la confianza en la evolución de sus principales líneas de negocio y en la capacidad de la empresa para gestionar los retos macroeconómicos.

Recompra de acciones y fortalecimiento del valor para el accionista

En paralelo a sus sólidos resultados, el consejo de administración de Sony ha autorizado un plan de recompra de acciones propias por valor de hasta 100.000 millones de yenes (562 millones de euros).

Según los términos aprobados, la compañía podrá recomprar hasta un máximo de 35 millones de acciones entre el 12 de noviembre de 2025 y el 14 de mayo de 2026. Esta medida busca reforzar el valor para los accionistas, al tiempo que refleja la solidez financiera y la confianza en la estrategia a largo plazo del grupo.

“Esta recompra demuestra nuestro compromiso con la creación de valor sostenible y la mejora del retorno al inversor”, subrayó la dirección financiera del conglomerado.

Un gigante que se adapta y lidera

Sony ha conseguido mantener su rentabilidad en un entorno global de alta volatilidad, marcado por las tensiones comerciales, la inflación internacional y la competencia tecnológica. Su estrategia de diversificación en entretenimiento, electrónica y servicios digitales ha permitido compensar las fluctuaciones entre divisiones y reforzar su posición como uno de los conglomerados más estables y rentables del sector tecnológico mundial.

Además, la reducción del impacto arancelario llega en un momento clave para la compañía, que refuerza su competitividad internacional y mejora sus márgenes operativos sin sacrificar su inversión en innovación, inteligencia artificial y servicios de streaming. Con estos resultados, Sony demuestra que la resiliencia y la planificación estratégica siguen siendo sus mejores armas frente a los vaivenes económicos y políticos.

La multinacional japonesa se prepara para una nueva etapa de crecimiento sostenido, apoyada en la sinergia entre tecnología, entretenimiento y contenido digital. Con el recorte de los costes arancelarios, el impulso de PlayStation, el auge de su negocio musical y la expansión del área de imagen, Sony refuerza su liderazgo global y consolida su papel como referente de innovación en la era posindustrial. La compañía mira ahora hacia el futuro con optimismo: más digital, más verde y más diversificado.

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Alba Carbajal

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