Bankia tira la toalla: los 1.300M de beneficio en 2020 son imposibles

José Sevilla tira la toalla y reconoce que el banco no ganará 1.300 millones en 2020, pero mantiene sus objetivos de retribución en 2.500 millones

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Bankia ha tirado la toalla. Después de varios trimestres esquivando confirmar lo que ya anticipaban los analistas -que las expectativas de tipos de interés le impedirían cumplir el objetivo de ganar 1.300 millones en 2020- hoy lo ha confirmado su consejero delegado, José Sevilla. El banco español no ha querido aportar una nueva guía, pero ha señalado que era una expectativa que la cotización del banco tiene totalmente descontada.

Sevilla, no obstante, ha reiterado el resto de compromisos; entre ellos la capacidad de devolver 2.500 millones en dividendos y ha señalado que la entidad es capaz de generar suficiente capital para lograr dicho objetivo, a pesar del menor avance en resultados; entre otras cosas porque espera menores cargos regulatorios.  

Sobre el momento para hacer efectivo este pago, la entidad no descarta poder hacerlo por tramos. De acuerdo con la información comunicada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ya atesora 514 millones de exceso de capital. «No podemos descartar repartir un dividendo a cuenta del exceso de capital», explicó el consejero delegado del banco, que puntualizó que el consejo podría plantear el abono a lo largo de la segunda mitad del año. No obstante, también avanzó que habría que «esperar el momento adecuado».

Por otra parte, José Sevilla descartó completamente que una de las vías para mejorar su rentabilidad en el futuro pueda ser el cobro de intereses a los depositantes particulares; si bien reconoció que «los tipos» negativos ya están siendo trasladados a los clientes institucionales y corporativos; en línea con otras entidades, como Banco Sabadell o Banco Santander.

Bankia y la privatización pendiente

Respecto al proceso de venta del Estado, Sevilla reiteró que el momento continúa siendo negativo pero señaló que espera que esta situación pueda variar a lo largo de los próximos años y que se produzcan «ventanas» de aquí a diciembre de 2021, fecha en la que principio finalizaría el plazo para la venta; aunque podría ser nuevamente prolongado.

La clave para que la privatización fuera adelante, la daría un nuevo cambio en las estimaciones de tipos de interés, que ya retrasó hasta ese ejercicio asumiendo las nuevas indicaciones en materia de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE). «En el momento que el mercado comience a descontar otro entorno, lo lógico es que las cotizaciones de los bancos mejoren», apunta José Sevilla.

No obstante, descartó que la existencia de un plazo para finalizar la cotización tenga impacto en la cotización actual del valor. La capitalización del banco se reduce en más 2.000 millones de euros desde enero. El ejecutivo de Pedro Sánchez ya ha adelantado que el momento para avanzar en la privatización no es el más oportuno.

Sevilla no se ha mostrado excesivamente preocupado por la ausencia de un gobierno tras el fallo en el pacto del PSOE y Podemos. «Es una situación a la que ya nos hemos enfrentado y la economía no se ha resentido», apunta. La entidad ha reiterado que una acuerdo entre ambas formaciones no debería impactar negativamente en el valor de la acción.  

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